HISTORIAS
El arquero vivió una jornada para el recuerdo en junio de 2021 tras el gol que le marcó a Peñarol en la hora para que Villa Española rescate un punto en el escenario mirasol
Facundo Silva anotó de mitad de cancha en Uruguay”, publicó Redgol de Chile. “Portero le anota de mitad de cancha a Peñarol”, tituló Mediotiempo de México. El Gráfico de Argentina redobló la apuesta con un: “A Peñarol le empataron en la hora, con un gol de arquero y de mitad de cancha”. Es que el gol que anotó el golero que en ese momento defendía a Villa Española dio la vuelta al mundo.
Se jugaba el minuto 93’ y el "Villa" caía 1-0 e iba por la heroica de encontrar el empate con un centro frontal. Tan largo fue el envío que cuando empezó a caer parecía que se colaba en el segundo palo y así fue. Festejo y locura en un Campeón del Siglo vacío porque ese duelo, disputado el 26 de junio de 2021, se jugó en pleno regreso de la actividad por la pandemia y los espectadores no estaban habilitados.
“Fue un momento inolvidable en lo que viene siendo mi carrera. Porque hacer un gol contra Peñarol y en el CDS no es de todos los días. Creo que van a pasar algunos años para que un arquero pueda hacer un gol de esa magnitud”, confesó Silva en diálogo con Ovación.
“Fue increíble porque la gente de Nacional me felicitaba y la gente de Peñarol me puteaba”, recuerda entre risas el arquero surgido en Danubio quien confesó que algún hincha de Peñarol también lo felicitó porque un gol de ese calibre no es moneda corriente.
Las vueltas de la vida y la meta de seguir cumpliendo objetivos llevaron a que Silva (26 años) en la actualidad se encuentre lejos de Villa Española, de Uruguay y hasta del continente porque desde este año defiende al Samtredia de la Segunda División del fútbol de Georgia.
“Después de que terminé mi contrato en diciembre con Villa Española tuve un par de llamados de Segunda División en Uruguay y algún equipo de la C, pero nada para el exterior que era mi idea. Quería jugar fuera del país y justo por intermedio de un amigo salió esta oportunidad y fue todo medio rápido. En una semana me dijeron que estaba la chance, arreglamos los papeles y me vine”, cuenta desde Tbilisi, capital georgiana.
“Me vine por seis meses y resulta que me quedo hasta diciembre”, indica quien todavía no sabe qué ocurrirá para el 2023: “Quedaría libre, pero la idea sería seguir por acá o asomarse un poco más para el lado de Europa”.
Es que Georgia se encuentra en el límite entre Europa y Asia, pero a la hora del fútbol se acerca mucho más al Viejo Continente, teniendo en cuenta que juega las Eliminatorias europeas y que los clubes disputan las frases previas de los torneos continentales como Champions, Europa y Conference League.
Ese estilo europeo también tiene una explicación que Silva descubrió al momento de saltar al campo de juego: “Me encontré un fútbol muy técnico y no tan aguerrido, sino con mucha técnica. En parte se debe a que como la mayor parte del año acá hace frío y cae nieve se usa mucho el sintético, entonces la técnica desde chicos es más elevada”.
Consultado sobre cómo valora la experiencia de ir a un fútbol un tanto exótico añadió: “Estoy contento porque es mi primera experiencia fuera del país. La verdad me siento feliz de haber venido y tanto el club como las personas que están conmigo en el día a día me han facilitado muchas cosas. Me ayudaron mucho hasta que le fui agarrando la mano a la vida acá y por suerte ahora estoy mucho más tranquilo”.
Silva, nacido en Artigas, surgido en Danubio, en el que tuvo dos pasajes, y con una temporada en Canadian antes de recalar en Villa Española, se fue solo para Georgia hasta que luego de un mes su novia lo acompañó y lo agradece porque confiesa que el idioma limita mucho.
“Como era un país soviético la mayoría de los adultos mayores habla georgiano e incluso algunos los escuchás que hablan en ruso, pero poco a poco la gente más joven empieza a hablar en inglés y un poco de georgiano”, admite Silva sobre la realidad que vive en la rutina tanto dentro como fuera de la cancha en Tbilisi. “Yo me comunico en inglés y algunas palabras en georgiano que voy aprendiendo de a poco”, confiesa Silva entre risas. “Inglés igual tuve que hacer medio a las apuradas, pero con el trato habitual aprendo”.
“El país es muy lindo, muy pintoresco. La cultura de ellos es admirable porque tratan de mantener las costumbres de siempre, sobre todo hacia las afueras del país. Me encuentro en la capital y es muy linda. Es un país que está desarrollándose y que busca entrar en la Unión Europea, justo este año intentó por todo el tema de Ucrania y hace un mes le negaron el ingreso”, añadió.
Como todo extranjero la comida puede ser un tema delicado, pero Silva lo lleva bien con el Jincali (“masa hervida con cerdo picado adentro y bien condimentado”) y el Jachapuri (“un pan al que le ponen todo tipo de quesos y un huevo por encima”) los platos típicos de Georgia, aunque no niega que “alguna hamburguesa podés encontrar”.