TORNEO APERTURA

Dicen que el puesto de arquero es de los más ingratos y las pruebas abundan en el fútbol a nivel mundial. El fútbol uruguayo dio una prueba más de ello luego de lo que fue el choque entre Peñarol y Villa Española que tuvo a Kevin Dawson y Facundo Silva como protagonistas.

El acierto y el error son una línea muy fina para los arqueros y ambos guardametas lo vivieron en carne propia en el choque de este sábado en el Campeón del Siglo.

Facundo Silva había realizado una buena primera mitad. Contuvo remates interesantes de Peñarol y hasta convirtió en fácil pelotas que no eran sencillas aprovechando su estatura, pero falló en la que tal vez no era tan complicada.

Es cierto que Agustín Álvarez Martínez sacó un cabezazo como manda el manual, al piso y cerca del arquero. Aunque el esférico se le escurrió de las manos a Silva y eso ayudó para que Peñarol se pusiera en ventaja en un partido donde las cosas no le salían al elenco de Mauricio Larriera.

De todas maneras, Silva tuvo su revancha y tal vez de la forma menos esperada porque enmendó su error con un gol. La particularidad del tanto es que no fue de cabeza al ir a buscar un tiro de esquina, fue de tiro libre y de mitad de cancha.

Ahí es donde empieza a jugar también su colega Kevin Dawson. Ese que en varias ocasiones fue salvador de Peñarol con estupendas atajadas y que a propósito lo había hecho en el último juego ante Montevideo City Torque.

Cuando se jugaban los descuentos y el equipo de Marini buscaba el empate, el coloniense realizó una estupenda atajada cuando a quemarropa había definido el chileno Marcelo Allende.

Todo lo contrario ocurrió pocas horas más tarde y ante Villa Española porque el tiro libre frontal de Facundo Silva voló por el cielo del Campeón del Siglo y empezó a caer sobre el arco de Dawson. El arquero calculo mal y la pelota cayó justo en su espalda y se convirtió en el gol del empate para los hispánicos cuando se jugaban los descuentos.

De héroe a "villano", por llamarlo de alguna manera. Así pasó Dawson de un juego a otro, mientras que todo lo contrario le pasó a Facundo Silva. Aunque ellos saben de eso. Saben de ocupar un puesto que nunca deja de ser ingrato.