Faltó un pelito

Defensor fabricó más jugadas de gol que River, pero no las concretó

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2007-10-31 00:00:00 300x300

Ricardo Grance decretó el final del partido y recién ahí los "Borrachos del Tablón" desplegaron sus fuegos artificiales, mientras el resto de los 45.000 espectadores que poblaron el Monumental gritaron a los cuatro vientos "el que no salta es de Uruguay". Enojados y contentos por la clasificación, los hinchas de River Plate jamás pensaron que iban a sufrir tanto contra un equipo uruguayo cuyo presupuesto anual equivale a la prima de un solo jugador millonario.

Defensor Sporting estuvo anoche ante la oportunidad histórica de clasificar a la semifinal de un torneo continental y si hubiera concretado alguna de las innumerables ocasiones de gol que falló, sobre todo en el primer tiempo.

Seis llegadas, tres muy claras, pudieron darle a los violetas, en el primer tiempo, el gol necesario para avanzar a la siguiente ronda. La más clara fue quizás la primera, cuando Cristian González se vio tan sorprendido como la defensa de River al quedar enganchado Tuzzio. Cuatro jugadores de Defensor quedaron solos ante un Carrizo desguarnecido, como no ocurrió en el resto del partido.

Después, en el complemento, la serie se cerró dos veces. A los 59 minutos de juego, cuando Carlos María Morales, solo ante el arquero, malogró la jugada. Bajó la pelota y sacó un remate al cuerpo del arquero cuando tenía todo para cruzarla al segundo palo.

Y a los 65, cuando Marchant casi hace el gol que iba a festejar todo el Uruguay y la mitad más uno de los argentinos. ¿Se hubieran imaginado lo que hubiera pasado si un ex Boca elimina a River en el Monumental con un gol de la mitad de la cancha?

Lógicamente, River es River. Tiene a Belluschi. Tiene al "Burrito" Ortega. Y juntos los dos se las ingeniaron para complicar a Martín Silva. Pero el arquero uruguayo, con la misma seguridad que tuvo Carrizo del otro lado, tuvo atajadas clave que impidieron que se moviera el marcador.

Si hubiera clasificado, los dos tiros en el palo que tuvo River a su favor, hubiesen sido la suerte del campeón para los violetas.

De todas formas, el equipo uruguayo fue amo y señor del partido. Durante el primer tiempo y parte del segundo fue superior contra un elenco que está acostumbrado a florearse de local.

En realidad le faltó echar el resto, como consecuencia del desgaste físico y de ese gen que tiene el fútbol uruguayo de mermar en el final en los partidos internacionales.

Había que ver a Diego De Souza dominando el mediocampo en el Monumental. A Gaglianone y Marchant ganando las batallas del medio contra un impotente Ahumada.

Había que ver a Sebastián Fernández peleando cada una de las pelotas y ganando contra zagueros de oficio como Tuzzio y Nicolás Sánchez. Fernández parece tener destino argentino, porque los relatores de esta margen del Plata no escatimaron elogios hacia él y todo indica que pronto lo traerán para esta tierra.

La pregunta que queda es saber si River jugó tan mal ayer o si en definitiva Defensor se ha convertido en uno de los mejores equipos del fútbol sudamericano. No hay que olvidar que viene de una gran actuación en la Copa Libertadores, donde quedó afuera por penales, y ahora se despide sin haber perdido en los cuartos de final de la Sudamericana.

Hasta eso logró Defensor. Criticado en los últimos tiempos por no sacar buenos resultados de visitante, casi logra hasta lo imposible, enmudecer al Monumental de Núñez y emocionar a 400 hinchas que vinieron desde Montevideo con un par de serpentinas, que admirados las arrojaron en homenaje a un plantel que anoche se mereció mucho más.

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