Era 15 de junio de 2018. Uruguay debutaba en el Mundial de Rusia frente a Egipto con todas sus figuras en cancha. Fernando Muslera estaba en el arco, Diego Godín en la zaga y tanto Edinson Cavani como Luis Suárez formaron parte del ataque. El que no estaba era Federico Valverde quien quedó afuera del plantel en el último corte y seguramente siguió a quienes fueron sus compañeros a través de la pantalla de algún televisor.

“Muchísimas gracias por todo el apoyo que me brindaron, por tomarse un tiempo en aconsejarme”, fue su primer mensaje tras la noticia de que no iba a poder tener la oportunidad de su primera Copa del Mundo y quedó demostrado que Valverde prestó mucha atención de aquellos que lo apoyaron y aconsejaron, como él mismo declaró.

Aquel joven que en el Defensores del Chaco tuvo un debut soñado anotando uno de los goles del triunfo de Uruguay ante Paraguay, sufría tal vez uno de los golpes más duros de su carrera, pero se iba a reponer y de la mano del mismo entrenador que tuvo que tomar una dura decisión: Óscar Washington Tabárez.

Foto: AFP.

El maestro nunca lo dejó de lado, volvió a la Celeste tras el Mundial y una prueba clara de su crecimiento es lo que hoy significa en la selección tanto entre sus compañeros, como entre los hinchas. Logró que el dorsal “15” se sume al “9” y al “10” que son los que más se venden en los puestos callejeros de camisetas en la previa y en la doble fecha de Eliminatorias que se aproxima podrá seguir agrandando su figura.

En estos momentos, Federico Valverde suma 62 partidos con la Celeste y en caso de jugar frente a Paraguay y Venezuela llegará a 64 y con ellos se meterá entre los 25 futbolistas con más partidos en la historia de la selección.

Alcanzar esa cifra le permitirá igualar a Walter “Mota” Gargano y Carlos “Pato” Aguilera, pero con 1.000 minutos más de juego que ambos y lo que indica la magnitud de lo que conseguiría es que llegaría a 64 encuentros siendo cuatro meses más joven que, por ejemplo, José María Giménez y un año menor que Diego Godín -el jugador con más partidos en la historia de la Celeste- respecto al momento en el que Faraón alcanzó dicha cifra de encuentros defendiendo a la selección mayor.

Si de estos zagueros hablamos, hay que recalcar que su impronta le permitió convertirse en uno de los capitanes de Uruguay al punto de que ya lució la cinta en su brazo en un total de 12 partidos.

“Lo hablamos entre nosotros, entre todos dijimos que estaba entre Federico (Valverde) y yo que habíamos quedado ahí y hablando con Fede y por todo lo que está demostrando y lo que es, se merecía y merece llevar la cinta de capitán”, confesó Nahitan Nández en otra clara muestra de la injerencia del Pajarito en el plantel.

Foto: Darwin Borrelli.

A su vez, a partir del viernes pasará a ser oficialmente el segundo capitán de la Celeste teniendo en cuenta que Luis Suárez se retirará de la selección y José María Giménez pasará a tener el “1” para ejercer el capitanato, pero el hecho de que el futbolista del Atlético de Madrid esté suspendido llevará a que por decimotercera vez, Valverde salte a la cancha con la cinta en su brazo.

No cabe duda que jugar en un equipo como Real Madrid le da un plus a Valverde. Lo lleva siempre al límite cada vez que sale a la cancha y también a tener que estar siempre a disposición porque la competencia es grande y eso también se refleja en su andar por la selección uruguaya.

Es que desde que debutó aquel 5 de setiembre de 2017 solamente se perdió seis partidos por lesión y de hecho hace tres años que no está ausente para un entrenador de la Celeste.

Óscar Washington Tabárez no pudo contar con él en la China Cup 2018 tras sufrir “una lesión muscular de grado 1-2 del tercio medio de su bíceps femoral izquierdo” que llevó a que Deportivo La Coruña, su club en ese momento, solicitara que no fuera convocado. Tampoco pudo utilizarlo en 2020 en dos partidos de Eliminatorias por sufrir “una fisura de la espina tibial posterior de la pierna derecha”. Los otros dos encuentros lo tuvieron ausente por un leve “esguince de rodilla” según informó el Merengue en 2021.

Foto: @Uruguay.

La adhesión a la causa es grande, lo demuestra en cada momento que debe representar a la Celeste y de un tiempo a esta parte también se convirtió en una voz más que respetada cuando hablar de la selección se trata o incluso del fútbol uruguayo.

El respeto y el cariño hacia Federico Valverde es grande desde los fanáticos de la Celeste y es mutuo porque así lo demostró en la Copa América siendo uno de los primeros en arrimarse a sacarse una foto o dar un autógrafo cuando se lo solicitaron.

Con o sin cinta, Federico Valverde es capitán. Lo es con actitudes dentro y fuera de la cancha. Más allá de lo que ya demostró, tiene mucho por darle a la Celeste y no cabe duda de que el Pajarito será de vuelo alto.