Llevaba dos meses con la decisión tomada. Ese día Plaza Colonia enfrentaba a Cerrito en su casa. Minuto 79’, Nicolás Guirín grita “no llego”. Primer y último gol en contra de Federico Pérez (36) en su carrera. Fue el 23 de octubre de 2022 en su último partido como profesional, pero hacía tiempo sabía que luego de la cancha no vendría un callejón, seguiría en el camino Pata Blanca.

Fue un partido épico del cual borró todo mal recuerdo luego de patear un penal en el minuto 85’ y convertirlo. “Estaba más nervioso que el Loco Abreu cuando la picó (contra Ghana en 2010). Si lo erraba era un recuerdo horrible”, asegura Federico. Para su salud memorial, el resultado fue positivo. Una semana después, junto con los gerenciadores del club, Carlos Manta y Roberto García, llegaron al acuerdo de designarlo gerente deportivo.

Con el curso entrenador y gerencia deportiva hecho, Federico dijo que sí. “Ejerciendo y aprendiendo”, explica en la que parecer ser la quinta o sexta llamada del día. Y continúa: “Hay mil cosas que no te dabas cuenta como jugador, pero existe un despliegue y se vive un estrés para que todo esté bien”.

Esta gerencia se encarga del equipo de Primera, juveniles y femenino. Pero faltaba un nexo entre la parte técnica, los futbolistas, con los gerenciadores. Y qué mejor que alguien que conocía del club desde 2013 —cuando nace Sociedad Anónima Deportiva (SAD)—. Hace 10 años que tiene conocimiento de la institución y estuvo seis de ellos años como jugador, además de conocer las políticas y filosofías del club.

“Es una SAD muy criolla: somos como autosustentables, no contamos con un apoyo económico como por ahí lo puede tener Montevideo City Torque. Hay mucha paciencia amor y trabajo. Se maneja como empresa, pero una humilde”, explica el exdefensa Pata Blanca.

Foto: Archivo El País

El año que viene no habrá copas internacionales que proporcionen grandes ganancias para el club de Colonia, ni muchas ventas de futbolistas. Pérez expresa que el club no se sale de la línea de su presupuesto y que por eso la apuesta de elección de futbolistas debe ser muy estratégica. A los bajos recursos se le añade el estar al borde del descenso y tener que poner como objetivo principal el mantener la categoría, para eso, explica Pérez, deben lograr una “campaña de sumar el 50% de los puntos disputados”.

“Vamos a enfrentar un año difícil. En 2021 tocamos el cielo con las manos, fuimos campeones, jugamos Libertadores. Pero debido a ese éxito y al ser un club con menos recursos humanos es imposible retener jugadores que han hecho las cosas bien y por eso han sido de exportación. Ese recambio es parte de que este año no nos fue bien. Pecamos en armado y quizás los objetivos que nos trazamos no fueron los correctos. El año que viene estaremos en situación de alerta”, sostiene el ahora gerente deportivo.

De este “recambio” surgen nombre como el arquero Santiago Mele, que este año jugó a préstamo en Unión de Santa Fe, club que no cumplió con los pagos, por lo que el jugador debe volver a Plaza. Por más que les “encante” la idea de que vuelva, las aspiraciones del arquero son otras. Está en el radar de la selección y de Nacional para 2023. El interés de Plaza está en venderlo más que volverlo a ceder. “Su crecimiento personal también nos beneficiaría como institución. Si Sergio Rochet sigue en el arco no creo que vaya a Nacional”, dice Pérez.
Otro del recambio de aquel plantel del Apertura 2021 es Renzo López, que ahora pertenece íntegramente a Central Córdoba. Nicolás Dibble no sigue (fue prestado al Vitoria Bahia de la serie B de Brasil). Aunque sí lo hará Álvaro “Flaco” Fernández y Plaza contará con el regreso de Haibrany Ruíz Díaz.

Además de enfrentar un año complicado, Plaza inicia con un nuevo DT: Alejandro “Turco” Apud, que “también fue elegido de manera estratégica”. Al día de hoy el entrenador de 55 años (pasado en Liverpool y Boston River) tiene en evaluación a algunos juveniles. Ellos son Joaquín Moreira, Lucas Carrizo, Lucas Cisneros, Mikeas Redín y Lautato Ferreira.

Archivo El País

“Estamos en un proceso de reestructuración de las formativas. Este año se descendió y el objetivo es armar un equipo de trabajo para que en los próximos tres años veamos jugadores formados en nuestra cantera y tener mayor oportunidad para crecer”, concluye Pérez mientras se acopla a un nuevo y exigente rol.