Redacción El País
Apenas terminó el primer tiempo de la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores de América entre Peñarol y Botafogo, el arquero aurinegro Washington Aguerre fue a recriminarle algo a su ar brasileño —John Victor—, lo pisó y fue expulsado, dejando a su equipo con 10 para los 45 minutos finales.

Aunque Peñarol solo ganaba 1-0 y estaba 1-5 abajo en el gobal, el golero fue sumamente criticado por su accionar, ya que su equipo venía con gran impulso y había sido amplio dominador del juego en la primera parte, y aunque faltaba mucho la ilusión de los hinchas estaba intacta. Pero esa tarjeta roja cayó como un baldazo de agua fría.

Sobre esa incidencia opinó este jueves el exarquero Fernando Álvez, siete veces campeón uruguayo con Peñarol y campeón de América con la selección de Uruguay en 1995, que además conoce bien a Aguerre porque fue su entrenador durante su etapa conjunta en el Carbonero y en Miramar Misiones.

"A Washi lo conozco bastante desde que él jugaba en Miramar, lo entrené, sé de sus condiciones. Hay una mezcla de cariño, a veces me caliento cuando él hace estas cosas, me re calienta", comenzó diciendo Álvez en diálogo con Quiero Fútbol (Sport 890).

Foto: Ignacio Sánchez

"Yo sé que no es un tema de maldad, tiene esos momentos de que no piensa. Yo estoy seguro que él debe tener un arrepentimiento que se quiere matar. Yo me considero temperamental, voy al frente en todas las situaciones, pero hay momentos que tenés que saber tener control de tus emociones para hacerlo mejor. Creo que ahí es cuando él falla", aseguró.

"Es un tipo excepcional, yo me imagino que debe estar pasando mal, por eso es hasta difícil juzgarlo. Que fue un error no tengo dudas. Todos saben lo hincha de Peñarol que soy yo, mi entrega en los clásicos, pero yo siempre consideré que algunos líos son intrascendentes. Que yo sepa nadie fue a buscar a otro a la casa cuando terminó un partido, son cosas de adentro de la cancha. Pero esos momentos son fatídicos para algunos jugadores, por eso algunos llegan más lejos más allá de las condiciones", reflexionó.

En ese sentido, apuntó: "Comprometés mucho el trabajo de todos. Decí que Peñarol estaba lejos (en el global). Esto fue como un balde de agua fría. Fue un error tremendo, no hay dos opiniones. El tema es como haces ahora para corregir. Hay cosas del carácter de la personas que lo tiene que abordar, de repente el tiene que hacer alguna terapia o ayudarse con profesionales para tratar de bajar esa cuota de nerviosismo. Tiene baches como que queda enseguecido en su reacción. Un jugador de élite tiene que poder controlarse el 99% de los casos. Esas reacciones tiran abajo todas las condiciones que tiene como futbolista".

Asimismo, concluyó que los entrenadores "buscan dormir tranquilo con los arqueros", que priorizan "la regularidad" y que los errores sean contados. "Que dé una imagen de tranquilidad y seguridad, que se trasmite para el entrenador, el equipo y la tribuna". No obstante, al final concluyó que "sin ninguna duda" Aguerre fue uno de los mejores arqueros de esta Copa Libertadores.