ENTREVISTA
El ídolo de River Plate se instaló definitivamente en nuestro país para gerenciar a Racing. "Uruguay es un país muy serio, con una moneda estable y buenas condiciones para trabajar", dijo.
Fernando Cavenaghi (38 años) es uno de los máximos ídolos de River Plate argentino. Jugó en las ligas de Rusia, Francia, España, México, Brasil y Chipre, pero tras colgar los botines decidió venir a vivir e invertir en Uruguay. Hoy está al frente del gerenciamiento de Racing, campeón el domingo del Torneo Competencia de Segunda División, con un ambicioso proyecto. A continuación, un resumen de la charla con Ovación.
-¿Qué hace Fernando Cavenaghi en Uruguay?.
-(Risas) Fue una decisión de vida laboral y familiar de venir por este proyecto a Uruguay. Fuimos muy bien recibidos y estamos disfrutando.
-¿Esto lo tenías planificado antes de la pandemia o fue como muchos argentinos que se vinieron a vivir a Uruguay?
-Sin duda que fue un empujón, pero más allá de eso ya había tomado la decisión. Veníamos con el proyecto desde hace un largo tiempo en charlas y negociaciones, incluso viviendo en Argentina. No fue algo que se dio de un día para el otro. Acá estamos con el desafío de Racing ya instalados en el país 100% y muy contentos.
-¿Por qué Racing?
-Dentro de los estudios que hicimos de diferentes mercados, estudiamos el mercado latinoamericano y entendimos que Uruguay es un país con una gran materia prima que son los jugadores, que es impresionante si uno ve a nivel de cantidad y calidad. Entendimos que para nuestro proyecto, que es la formación integral del jugador y los juveniles, era el lugar adecuado. Es un país muy serio, con una moneda estable y buenas condiciones para trabajar.
-¿Quiénes te acompañan y qué función cumplís?
-Diego Díaz, socio, amigo y presidente de la SAD, e Ignacio y Santiago Rossi que trabajan desde Argentina. Yo además de vicepresidente de la SAD soy director deportivo del club. Estoy a cargo de toda la parte futbolística.
-¿Con qué club te encontraste y qué cosas han cambiado?
-El club está creciendo muchísimo. Hemos recorrido varios clubes en Uruguay y sin dudas que hay un déficit muy grande principalmente en infraestructura, pero en Racing encontramos un club histórico, con una filosofía muy buena de juego, que intenta formar jugadores y eso nos atrajo.
-¿Te sorprendieron algunas falencias en particular?
-Lo estudiamos, lo conocíamos y también sabemos que es un fútbol totalmente deficitario. Para los clubes es difícil, porque al tener que invertir en el plantel principal, porque el hincha quiere ganar, si a eso le tenés que sumar formativas y buscar recursos, aportar en infraestructura se hace cuesta arriba. Para eso estamos.
-¿Qué obras realizaron?
-Uno de los pasos más grandes que dimos fue la compra de un predio para hacer un centro deportivo de primer nivel, entendiendo que nuestros jugadores necesitan un buen suelo para desarrollar su potencial. Es un paraíso para trabajar en el día a día. Hoy estamos terminando un estadio para las formativas y ahora estamos sectorizando todo para que entrenen Primera, formativas y el femenino. Después tenemos cinco canchas, un gimnasio de primer nivel y estamos terminando la pensión en el Roberto.
-¿De una inversión de cuánto estamos hablando?
-Manejamos las cifras, pero no me gusta hablar de dinero. Es muchísimo, muchísimo dinero. Es nuestro propio capital privado que me ha costado muchísimo a lo largo de mi carrera, al igual que a mi socio. Estamos invirtiendo en una industria que es la que más conozco, la que me ha dado todo. Estoy devolviéndole un poco.
-¿Qué objetivos se están trazando? Imagino que uno es el ascenso. Conseguido el Torneo Competencia están más cerca.
-El año pasado estuvimos al borde, terminamos terceros en la general y perdimos la final de los playoffs con Defensor que es un equipo grande. Este año el objetivo principal es el ascenso y paralelamente estamos trabajando muy fuerte en formativas. Trajimos a Gustavo Fermani y Lucas Maggiolo que estaban trabajando en River de Argentina.
-Entre los objetivos asumo que estará vender jugadores. ¿A quiénes hay que prestarle atención?
-Eso es una segunda etapa. Queremos consolidarnos como institución, dar estos pequeños pasos y empezar a ganar. Un título para el club, para los chicos y los hinchas, es muy importante. Después hay jugadores con mucho potencial. Tenemos categorías que están haciendo un gran torneo y tenemos talentos en Primera como Rodrigo Rey que integra la selección Sub 20.
-¿Por qué no estás en River? Sos ídolo del club.
-No se dio. Había tenido alguna oportunidad hace algún tiempo, pero no terminó siendo lo que quería. Con paciencia y tranquilidad, no es una necesidad imperiosa, se dará. Puedo esperar el momento y sé que va a llegar.
-¿Enzo Francescoli te ofreció trabajar en River?
-No Enzo, con quien tengo la mejor relación… De hecho ayer me felicitó por el título. La propuesta no iba con el área de dirección deportiva, si no más relacionado al presidente anterior (Rodolfo D’Onofrio).
-¿Director técnico?
- No. Tengo el curso, pero no. Voy más por el lado de la gestión. Para entrenador tenés que tener una pasión y dedicación 24 horas. Lo vi con Marcelo Gallardo y otros entrenadores. No es casualidad que les vaya bien. Dedican su vida a la profesión. En mi caso no sería por el tiempo, porque se lo estoy dedicando al club desde otro lado, pero no me veo como entrenador.
-Te tocó estar en el año más dramático de la historia de River en el Nacional B (2011/2012). Hoy estás en una Segunda División, pero en una situación mucho más light. ¿Qué recordás?
-Fue durísimo. En 2011 me encontré con un club totalmente diferente al que había dejado cuando me habían vendido a Rusia (2004). Entendía que tenía que estar. Sabía que se podía dar y que tenía que devolverle algo al club. Ser la cabeza o capitán de ese equipo, con muchos chicos o que habían sufrido el descenso o que les tocaba atravesar esa situación tan difícil en un club tan grande, pero se formó un grupo espectacular. Me hice cargo de un montón de situaciones lógicas que tiene que tener un capitán, pero la llevamos bien con el Chori (Domínguez) y después con Leo Ponzio y (David) Trezeguet que se sumaron. Ese año estaban Quilmes, Rosario Central, Instituto... A Central incluso le llevó tres o cuatros años volver. Nosotros por suerte lo pudimos hacer enseguida y quedó para la historia.
-¿Seguís el Uruguayo?
-Todo. Me gusta cómo está jugando Boston River. Deportivo Maldonado trajo jugadores de mucha experiencia y le está dando sus frutos. Estuve hablando con (Héctor) Bracamonte, que ahora es DT de Cerro Largo y es amigo.
-¿Los grandes?
- Creo que la Libertadores los distrajo un poco e hizo que no se puedan enfocar 100% en lo local, pero en planteles tienen muy buenos jugadores. Nosotros tuvimos a Alejo Cruz y Rodrigo Saravia que hoy están en Peñarol. Con Nacional tenemos buena relación también. Tienen planteles de mucha jerarquía. Que se distraigan con la Libertadores le da la oportunidad a Deportivo Maldonado, o equipos como Plaza o Rentistas en su momento, a pelear por el campeonato.
-¿Cuándo fue la primera vez que viniste a Uruguay? ¿En el Sudamericano Sub 20 del 2003?
- (Piensa) Fue la primera vez. Tengo un recuerdo espectacular. Fuimos campeones y fue mi primera citación a la selección. Compartía habitación con (Carlos) Tevez. Estaba (Javier) Mascherano también. Teníamos un equipazo y terminamos dando la vuelta.
-¿Después seguiste viniendo a Uruguay?
-Sí, pero no muy seguido. La carrera muchas veces no cuajaba con las vacaciones. En Europa parábamos en junio o julio y acá es invierno. Entonces me quedaba algún día en Europa y después iba a mi país a ver a mi familia después de un año.
-¿Por qué Punta del Este para vivir? ¿Viniste solo o en familia?
-Sí, con la familia. Estoy casado, tengo tres hijos. Lo elegimos por la tranquilidad. Nosotros somos de un pueblo de 2.000 o 2.500 habitantes (O’Brien en Buenos Aires) entonces la posibilidad de vivir en un lugar tan lindo, tranquilo y con mar, es algo único.
-¿Amigos uruguayos?
-El Chory Castro. Hablo todo el tiempo, cada tanto nos vemos. Nuestras familias son amigas, nuestros hijos también. Con Rodri Mora también si bien no hablo mucho. Después de River… Carlitos Sánchez. A Juan Manuel Díaz, no lo vi nunca más, pero tuvimos una linda relación. En Villarreal jugué con el Rifle Pandiani, es una gran persona.
-¿Estuviste cerca de jugar en Uruguay alguna vez? Sobre el final de tu carrera tu nombre sonó en Nacional
-No… Muchas veces se relacionaba a jugadores de River con Nacional, pero cerca, cerca, no. Nunca tuve una propuesta formal.
-¿Cómo tomaste el año pasado cuando se habló de la posibilidad de que Gallardo venga a dirigir a la selección uruguaya?
-Sabía que iba a ser difícil, pero por otro lado sabiendo la presión y la exigencia del día a día y él con la relación que tiene con el fútbol uruguayo, en un momento dudé. Él tiene un gran cariño, obviamente por Nacional, pero por el fútbol uruguayo en sí.
-¿Hablaste con él?
-No, no. Es una persona bastante reservada. Solo alguno muy íntimo debería saber, pero es una persona muy reservada.
-¿Viste a la selección uruguaya?
-Metió un 4 de 4, con un cambio de aire de entrenador. (Diego) Alonso apostó fuerte porque trajo un jugador como (Facundo) Pellistri que no estaba en el radar de nadie, y al principio hasta lo criticaban, y terminó siendo figura. Eso es meritorio.
-¿Vas a alentar un poquito por Uruguay?
-(Risas) Nosotros ya tenemos entradas para ver a Uruguay, por intermedio del club, así que vamos a estar.
-En Uruguay es lo último de Luis Suárez, Edi Cavani, Diego Godín. ¿Cómo los ves?
-La tienen muy clara. Todo lo que han hecho y al nivel que han llevado a la selección y todo lo que ha generado Uruguay con esa generación de monstruos es espectacular. Ellos saben que es el final y si yo estuviera en su lugar lo estaría disfrutando.
-¿Y a Argentina?
-Bien. Creo que haber ganado la Copa América en Brasil y ese título que necesitaban (Lionel) Messi y muchos de los compañeros, pero más que nada Messi y esa mochila donde se le exigía ganar, es una gran tranquilidad. Se lo ve mucho más suelto y alegre. Están disfrutando de poder jugar en la selección. Después hay potencias mundiales. Si analizás jugador por jugador, ves equipos como Francia o Brasil que tienen dos jugadores por puesto. Va a ser muy parejo, pero las selecciones sudamericanas siempre dan pelea.