Redacción El País
Los últimos minutos del clásico entre Nacional y Peñarol por la Supercopa Uruguaya fueron de alto voltaje pero no por lo deportivo, sino por la tensión que comenzó en las tribunas y se trasladó al campo de juego.

Los incidentes dejaron un saldo de dos expulsados por equipo: Rodrigo Pérez y Javier Cabrera de Peñarol, y Diego Herazo y Nicolás López de Nacional.

La tensión comenzó rato después del gol de Diego García que sirvió para el descuento 2-1 del aurinegro. Aparecieron bengalas y otros fuegos artificiales en la Tribuna Colombes y banderas de Peñarol robadas y otra en alusión al asesinato de un hincha aurinegro en 2011.

En respuesta, en la Tribuna Ámsterdam también sacaron banderas tricolores robadas y prendieron bengalas, y lanzaron un proyectil que cruzó todo el largo de la cancha hasta la Colombes.

Enseguida lanzaron otro que se desvió en el trayecto y cayó adentro de la cancha, y causó la interrupción del partido por unos minutos en los que tanto el árbitro Javier Burgos como las autoridades presentes debatieron si suspenderlo o no.

Foto: Ignacio Sánchez.

El juego se reanudó hasta que minutos más tarde, sobre los 88' de juego, el colombiano Herazo empujó a Pérez generando la reacción inmediata del volante aurinegro y un tumulto entre los jugadores de ambos equipos.

Si bien se trató de empujones y algún cruce de golpes, y se descongestionó en pocos segundos, dejó un saldo de dos tarjetas rojas para cada lado.

Por el incidente primario, fueron expulsados Herazo y Pérez. El de Peñarol enseguida se trenzó con el Diente López, por lo que también fue expulsado. Y la razón de la roja al Cangrejo Cabrera fue un agarrón a Christian Oliva en medio del descontrol.