INVESTIGACIÓN

Fernando Romano, fiscal que está a cargo de los incidentes ocurridos dentro del Gran Parque Central el pasado 4 de setiembre, aseguró que "es entendible el temor que puedan sentir los dirigentes" de Nacional y Peñarol.

"Tienen familias y se tienen que enfrentar a personas con antecedentes delictivos. Pero yo soy fiscal y tengo que investigar hechos y seguir avanzando", dijo en diálogo con "100% Deporte" (Sport 890).

"Puedo entender el temor a represalias que puedan tener dirigentes o asesores de seguridad, pero me cuesta creer que no sepan los nombres o apodos de quienes ingresaron a la tribuna", manifestó.

"Quien autorizó para abrir las puertas a estos hinchas conoce los nombres o apodos. Eso todavía no sucedió y espero que sea entregado", subrayó.

En ese sentido ayer el presidente de Nacional, José Fuentes, manifestó: "Para acusar o condenar a alguien tenés que tener una prueba, no una suposición o una hipótesis". "Y si la hubiera, no tendríamos ningún problema en reconocerlo. Sería tonto no hacerlo", indicó en "La Pecera" (Azul).

Las incógnitas hasta el momento son varias. Una es, precisamente quién y en qué momento colocó la grasa que bañó los tejidos y paravalanchas de la Tribuna Héctor Scarone (aunque todas las miradas apuntan al grupo de hinchas tricolores que entraron al sector dos días antes del partido). La otra es cómo las autoridades de seguridad que inspeccionaron la zona dos horas antes del ingreso de los socios de Peñarol lo pasaron por alto. Y la tercera apunta a la actuación de la Justicia.

El panorama llevó a la Fiscalía a citar a cuatro dirigentes tricolores, con Fuentes y Alejandro Balbi a la cabeza, y a dos aurinegros (Ignacio Ruglio y Eduardo Zaindesztat) para los días 5 y 6 de octubre.

Hasta el momento la Fiscalía ya logró identificar a dos parciales de Peñarol: el que estaba subido a la alambrado con la gallina y otro que realizó un hurto en la tribuna Scarone. Ambos estaban en la lista negra y ahora pasaron a la lista de inhabilitados.

Peñarol y Nacional fueron sancionados por la Comisión Disciplinaria de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) con dos partidos a puertas cerradas. El tricolor confirmó que buscará apelar la sanción.