El aterrizaje de Álvaro Recoba en la Primera División de Nacional no fue como el de otros entrenadores, que dieron la impresión de haber llegado en paracaídas. En su caso, el presidente José Fuentes se cansó de repetirle que alguna vez sería el entrenador del primer equipo. Y no estaba equivocado.

El futuro decidió que Fuentes dejara de habitar la tierra el 1º de julio de 2023 y no fuera testigo de uno de sus primeros comunicados internos al grupo que por entonces, decía, no había conformado: “Conmigo los que no corren, no juegan”.

Desde ese lugar, una vez finalizó la temporada que dejó a Nacional sin levantar un solo título por primera vez desde 2015, se encaminó el armado de un nuevo plantel, que, ahora sí, llevaba el sello del Chino puesto, a pesar de alguna negociación frustrada (Yonatan Rodríguez, Rodrigo Fernández, Gabriel Arias, entre otras).

En ese largo entramado, que se fue depurando hasta llegar a una cifra total de 29 jugadores, Francisco Ginella fue uno de los sobrevivientes del año anterior, pese a haber jugado la mitad (5/10) de los partidos que había dirigido el Chino hasta ese momento.

Bajo el mandato de Fuentes, apenas unos meses atrás, Nacional había avanzado en la renovación de su contrato, que originalmente terminaba el 31 de junio de 2023 y en ese caso implicaba una extensión de préstamo, en principio por un año, hasta fines de junio de 2024.

Sin embargo, según pudo saber Ovación, hubo una pequeña “trampita” a la que apelaron ambos clubes, cuando barajaron la posibilidad de activar una cláusula que le permitiera quedarse por al menos un mes más (hasta finalizar julio de 2024) para jugar el Torneo Intermedio.

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Cedido desde Los Ángeles Football Club de Estados Unidos, Ginella estuvo dispuesto a aceptar y pidió resignar el aumento salarial que le correspondía hasta que se recuperara de su refractura en el tobillo, lesión que lo tuvo a maltraer en ese momento.

Los clubes dieron el visto bueno y se estableció la noble condición de que jugara un mínimo de cinco partidos durante ese año para prolongar formalmente la estadía sin mayores trabas. Llegada la primera semana de enero, cuando Recoba lo sumó a la pretemporada, había duplicado el mínimo requerido.

Fue entonces que el mánager general de Los Ángeles, John Thorrington, le envió una comunicación formal a Nacional dándole cuenta de que el requerimiento estaba cumplido y que, por lo tanto, se avalaba la extensión del préstamo hasta el 31 de julio de este año, informaron a Ovación fuentes de la Major League Soccer (MLS).

Lo que sucede ahora es que mientras Ginella no es tenido en cuenta por Recoba, se acerca el período de pases en el que su salida parecería ser inminente.

La disyuntiva se abrirá cuando finalice junio si al momento de ampliar su cesión Nacional no le ofrece un contrato laboral que contemple ese mes extra -cosa que no ha sucedido hasta ahora- pese a que entre clubes sí firmaron la ampliación formal, corroboró Ovación.

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Desde la AUF señalaron que si en julio efectivamente no se registra el nuevo contrato laboral, se entiende que prevalecerá el anterior (por el mismo monto). Ovación se intentó contactar con el representante del jugador para aclarar este asunto y obtuvo una respuesta negativa.

Ante el hipotético escenario señalado, y para cumplir con la cláusula establecida, la MLS y Nacional tendrían que cargar el TMS de FIFA (Transfer Matching System) para que se habilite su extensión hasta julio. Se trata de un problema que hoy afecta a las dos partes.

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En lo que al campo de juego se refiere, el camino de Ginella ha tenido luces y sombras. Si bien durante su llegada algunos lo pintaban como el “sucesor” de Felipe Carballo, lo cierto es que no ha podido mantener la continuidad que esperaba.

Por fuera del conocido y controversial 2023 que tuvo, empezó el 2024 siendo primera opción para Recoba en mitad de cancha y fue titular en los primeros cinco partidos del año, incluidos los dos clásicos amistosos.

Recientemente, en diálogo con Punto Penal (Canal 10), el mánager Sebastián Eguren respondió con solvencia, defendiendo su profesionalismo, ante una pregunta que ponía en duda su motivación: “Yo jugué hasta el último día que tuve un contrato con Palmeiras sabiendo que no estaba (siendo tenido en cuenta), jugando en el descenso, y me dejé la vida. El profesionalismo de los futbolistas yo no lo pongo en tela de juicio, y menos el de Ginella”.

Y además aclaró: “Si Ginella supiera que termina su contrato y no sigue en el club, que no se lo hemos comunicado, pongo las manos en el fuego por él. Te lo juro por la vida de mis hijos”.

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En lo que va del año, curiosamente Recoba lo utilizó en los tres clásicos que se jugaron (incluyendo amistosos). Sin embargo, no ha sido su primera opción en el mediocampo. Más bien todo lo contrario: apenas lo utilizó en siete de los 23 partidos oficiales que se han jugado.

La mejor versión de Ginella se vio a más de 4.000 metros de altura en la visita de Nacional a Always Ready. Recoba confió en su capacidad física y lo mantuvo en cancha los 90 minutos de partido. También se destacó en el clásico del Campeón del Siglo controlando a Leo Fernández.

Sufrió una fractura de tobillo en el amanecer de 2023 y volvió a fines de marzo, pero en abril tuvo que volver a ser intervenido porque uno de los tornillos que le habían colocado en la operación le rozaba el tendón y lo molestaba. En junio, contra Internacional, padeció una refractura.

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No estuvo convocado contra Deportivo Maldonado y antes viajó a Venezuela (Deportivo Táchira), pero tampoco jugó. En su lugar, entró Felipe Cairus, quien llegó a la cita luego de haber sufrido un leve esguince de tobillo en el partido que Nacional le ganó 4-2 a Racing 12 días antes, en el GPC.