HISTORIAS
El arquero de Nueva Helvecia habló de su presente en Juventus y de la chanza con Cristiano Ronaldo.
Cuando está en Uruguay, Franco Israel alterna su tiempo entre Nueva Helvecia y el centro de Montevideo, donde vive en un apartamento sobre 18 de Julio junto a su hermano Alec. Así, por los trabajos de sus padres y por su temprana aparición en Nacional, ha sido su vida: de viaje en viaje, recorriendo los 127 kilómetros que separan su ciudad natal con la capital de Uruguay. Aunque hoy el trayecto es más largo, porque vive en Turín.
El arquero fue vendido por Nacional en 2018 y hoy, a los 20 años, se apronta para jugar en la reserva de la Juve después de una gran temporada en el equipo primavera (Sub 19), donde se lució. Incluso, durante los dos años que lleva en Italia, muchas veces entrenó con el equipo principal.
SUS INICIOS. Israel era muy bueno para el básquetbol y practicaba también baby fútbol en Lucerna, pero en un momento tuvo que elegir entre los dos deportes porque con Plaza realizaban intercambios con Hebraica Macabi y eran los domingos, el mismo día de los partidos con su equipo de fútbol. Pasó a Artesano y finalmente llegó a Nacional.
“Me llamaron para probarme el 20 de diciembre de 2015, aunque no estaba muy seguro de mudarme a Montevideo. Pero fui, estaban Santiago Espasandín y Tabaré Alonso, que era el técnico de la Quinta. Ahí empecé a jugar”, recordó en su apartamento.
En enero de 2018, el “Patón” (apodo que le pusieron porque calza 47) se hizo conocido entre los hinchas de Nacional porque fue figura para el título de la Copa Libertadores Sub 20. Además, ese año el coloniense fue ascendido a Primera División por Alexander Medina y a mitad de año la directiva encabezada por el “Puma” Rodríguez confirmó su venta a Juventus por 1.800.000 euros, aunque a Nacional le quedaron poco menos de 1.300.000.
“Jugar en la Primera de Nacional es algo que tengo pendiente. Quiero volver. Pero creo que en ese momento era una buena oportunidad y tenía que aprovecharla”, dijo, y agregó que “estaba el ‘Coco’ (Conde) en un gran momento y Luis (Mejía) que tenía muy buen nivel. Yo estaba muy contento con el ascenso, pero a veces el tren pasa una vez sola”.
Antes de viajar terminó el liceo en el Palloti, donde se hizo amigo de Mathías Laborda. Había empezado la Facultad de Economía, pero quedó en suspenso por la transferencia a la Juventus.
VECCHIA SIGNORA. Familiero, súper humilde, una persona bien del interior y con un valor grande de la amistad. Son apenas algunos de los aspectos que sobresalen en Israel. Y en un abrir y cerrar de ojos estaba en Italia, pronto para entrenar con los cracks que días atrás miraba por la televisión.
“Ya el primer día en Turín fui al complejo de Primera, hablé con el entrenador de arqueros principal y a pesar de la diferencia de idioma nos entendimos muy bien. Justo estaba Rodrigo (Bentancur) y desde el primer momento se puso a disposición. Yo lo conocía de Nueva Helvecia, habíamos cruzado dos palabras cuando fue campeón con la Sub 20 y fueron a Artesano a dar una charla y a festejar. Yo justo estaba por ir al Sudamericano Sub 17. Pasó Dybala, vino Chiellini, me saludó, nos sacamos una foto, je. ¡No sabés lo que es el complejo!”, contó.
“El primer año que estuve, hasta mitad de 2019, fue todo adaptación, al fútbol, al idioma, a la cultura, a todo. Yo pasaba una semana en el equipo primavera, otra semana en Sub 23 y después iba a entrenar a Primera”, señaló.
La metodología de trabajo del puesto cambió mucho: “En Uruguay lo que hacemos en general es poner ocho pelotas, nos tiramos y nos revolcamos para todos lados. Allá no, más bien una o dos pelotas y siempre con el tema de la técnica como base. Primero técnica, después velocidad. Quieren simular una situación de juego, hacer acciones parecidas a lo que vos te podés encontrar”.
El guardameta llegó a Uruguay a mediados de mayo y tiene que volver esta semana a Turín, donde vive con su padre. Mientras está en el país, Israel está practicando con el entrenador de arqueros Leo Pintos, quién destacó su notoria evolución en el manejo de la pelota con los pies, en su pegada y en su estado físico.
“Fue con los sudamericanos con los que tuve más trato al principio. Vos los ves y están allá arriba, son fenómenos, pero se destacan por su simpleza y amabilidad, sea Cuadrado, Douglas Costa, Alex Sandro o Dybala. Te hablan de igual a igual, te sacan charla. Yo los veía por la tv y de un momento a otro estaba practicando y compartiendo con ellos. Los primeros dos meses entrené siempre con Primera y compartí mucho, incluso comidas después de los entrenamientos, o me llevaban a casa”.
Israel tiene el privilegio de compartir entrenamientos con Gianluigi Buffon, uno de los mejores arqueros de la historia: “Es crack, un caballero, adentro de la cancha como afuera. El loco tiene 42 años, pero las cosas que hace... Yo me imaginaba que con esa edad entrenaba de forma tranquila, pero no, el tipo le pone el máximo empeño a todo lo que hace. Para los juveniles que entrenamos con él es un modelo a seguir, ¿si él entrena de esa forma a los 42, que es campeón del mundo, que ganó todo, cómo yo no voy a entrenar de esa manera y con esa intensidad? Vos ves que el tipo está dejando todo, que se está matando, a vos no te importa nada y decís ‘yo voy a dejar todo como él’; no corre nunca eso de ‘hoy no tengo ganas’”.
“Patón” añadió que “siempre te está aconsejando y está arriba tuyo. Te dice ‘poné las manos así’, ‘posicionate de tal forma’. Allá los entrenadores quieren que hagas todo perfecto, se ve que como se lo inculcaron a él, también te aconseja siempre apuntando a la perfección”.
Israel subrayó que en “Italia buscan un arquero parejo y constante, que domine todas las facetas del juego, no tenés que ser un fenómeno en todo. En lo que más evolucioné fue en la toma de decisiones y en el juego con los pies”.
El guardameta también tiene la posibilidad de compartir tiempo con uno de los mejores futbolistas de los últimos tiempos como Cristiano Ronaldo. “Otro crack. Todavía no me acostumbro a entrenar con él y con Buffon; cada vez que llego los miro diferente. Lo que ves de Cristiano en la cancha no es lo que muestra afuera; siempre se presta para hablar o hacer bromas, no parece que es la estrella”, reconoció y contó una anécdota: “En la primera semana que estaba en Primera estaba estirando tras la práctica y siento ‘uruguayo’, era el monstruo que quería que le atajara unos tiros libres. Sabés cómo fui, ¿no? Le pegó un bombazo, y yo saco una mano cambiada, todavía no sé cómo la saqué, je. Con lo competitivo que es, ya no le gustó. Después fue Bernardeschi, la pelota pasó por arriba de la barrera, pegó en el palo y entró por el medio; creo que podría haber hecho algo más. En ese momento me grita ¡uruguayo! y no sabés la cara que tenía, habrá pensado ¿vos me estás jodiendo? Je, fue tremendo”.
En las últimas semanas surgió la noticia de que podría ser cedido a préstamo para ya agarrar rodaje en Primera División: “No me han dicho nada. En Juventus estoy muy contento por todo, muy cómodo. Me tengo fe para atajar y creo que estoy preparado para dar el salto. Si se da para sumar experiencia, bienvenido sea”.
Por último, sobre si le genera presión que los medios lo llamen “el nuevo Buffon”, Israel dijo que “no... A mí en la Juventus me tratan muy bien. Creo que eso es solo porque estoy jugando en Juventus, je. Si estuviera en otro equipo no me lo dirían. Es algo que dicen los medios, no es que me lo dicen en el club. Me pone feliz sí que ellos confiaron en mí para seguir un proyecto, en un equipo que tiene arqueros muy importantes. Le tengo que devolver esa confianza que me dieron”.