INGLATERRA
El jugador galés no colmó las expectativas que se generaron cuando volvió al Tottenham desde el Real Madrid, donde tampoco había podido asentarse.
Gareth Bale lucha por recuperar su maltrecha reputación como estrella del fútbol después de que su regreso a la Premier League haya tomado aires de fracaso tras no cumplir las expectativas en el Tottenham.
Cuando Bale llegó a los Spurs cedido por el Real Madrid en septiembre, se consideró que era lo ideal para relanzar su carrera volver al club que le lanzó al estrellato. Pero apenas cinco meses después, el fiasco es tan grande que pocos imaginan al galés en los Spurs la próxima temporada, sobre todo si sigue en el banco José Mourinho. La relación entre ambos esté prácticamente rota.
El atacante galés de 31 años está cada vez más desaparecido de los planes del técnico portugués.
El nivel exhibido en su primera etapa en el Tottenham y que llevó al Real Madrid a pagar 118 millones de dólares en 2013 es ya un recuerdo lejano. Pese a que la relación entre Bale y el Real Madrid ya se rompió hace tiempo, algunos apuntaban a que se debía al choque de personalidades entre el delantero y el técnico Zinedine Zidane y no lo atribuían a que, simplemente, el mejor Bale ya era cosa del pasado.
¿Le quedan ganas a Gareth Bale?
A pesar de ganar cuatro veces la Champions League con los 'Merengues', marcando en dos finales, y el campeonato español en otras dos, Bale nunca encajó del todo en el Bernabéu.
Pese a que su compromiso con la selección galesa parece intacto, la actitud complaciente con los dos clubes que pagan su salario (la prensa asegura que Real Madrid y Tottenham pagan a medias las 600.000 libras semanales que gana el jugador), da que pensar que Bale perdió el apetito y las ganas de trabajar exigidas para mantenerse en el más alto nivel.
Desde que Bale regresó a Londres, los 'Spurs' han disputado 22 partidos, pero Mourinho está tan decepcionado con su rendimiento sólo le ha hecho jugar siete de ellos, y únicamente dos como titular.
Quizás el destino de Bale en Londres estaba escrito desde el día que debutó, con retraso por una lesión, con el Tottenham, en un derbi londinense contra West Ham que los 'Spurs' ganaban por 3-0 antes de la salida del galés y que acabó en empate a tres goles.
En su segundo partido marcó el tanto de la victoria contra el Brighton y todo parecía ir a mejor... Pero ese es el único gol que ha marcado con los 'Spurs' en la Premier y uno de los cuatro que ha anotado contando todas las competiciones.
Mourinho pierde la paciencia con Bale
Por primera vez, el pasado fin de semana, Mourinho puso en duda públicamente el compromiso de Bale con el equipo, después de que el jugador publicase un mensaje en Instagram reivindicando su buen trabajo durante el entrenamiento, horas antes de quedarse fuera de la convocatoria para el partido de la FA Cup contra el Everton, que los 'Spurs' acabaron perdiendo.
Mourinho aseguró que fue el jugador el que le dijo que no estaba en forma para jugar: "Desde el inicio de la temporada, he tratado de gestionarlo todo en privado, en el vestuario, pero sentí que necesitaba abordar la situación".
Desde el banco, Bale saltó en los últimos minutos el pasado sábado en la derrota contra el Manchester City y una vez más apenas tuvo impacto en el juego de su equipo.
"Le miro y es un jugador de clase mundial, que regresa al club que ama, pero que parece feliz quedándose en el banco".
Bale se ha convertido en un especialista de la Europa League, un torneo menor para el ambicioso club londinense, habiendo sido titular en los seis partidos de la primera fase, lo que ha permitido así dar descanso a los dos delanteros titulares, Harry Kane y Son Heung-min.
Con un Tottenham que atraviesa un mal momento (una victoria y cuatro derrotas en los últimos cinco partidos de la Premier y eliminado por el Everton en la FA Cup), Mourinho debería hacer rotaciones el próximo jueves en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Europa League contra el modesto Wolfsberg austríaco.