Redacción El País.
Uno de los grandes temas del sábado fue la muy mala actuación del árbitro Esteban Guerra en el partido entre Rampla Juniors y Wanderers (1-1), en el juego que terminó marcando el descenso de los Picapiedras a la Segunda División. A raíz de esto encuentro, los Bohemios sacaron un duro comunicado sumamente molestos con el rendimiento del juez, que cobró un penal inentendible para los rojiverdes en tiempo de adición, que jugó hasta el minuto 60 en el segundo tiempo y que volcó la cancha para los dirigidos por Edgar Martínez en un partido que, además, tuvo una notoria incidencia el VAR que estaba encabezado por Christian Ferreyra y que llevó a subsanar algunos de los principales errores de Guerra, que ya había sido cuestionado por su rendimiento en un duelo de la "B", donde expulsó a Luis Maldonado (Uruguay Montevideo) por una falta inexistente.

"Es un momento complicado, triste por todo lo que está pasando y por todo lo que se está hablando del partido y de las situaciones puntuales", dijo Guerra en entrevista con Punto Penal. "En el momento en el que el VAR tiene que intervenir tres veces ya habla de que la labor no fue buena. Yo estuve repasando anoche otras situaciones puntuales de algunas faltas o no faltas, que también fueron mal valoradas en campo por mí, eso es lo que me tiene más triste, que no fue una buena tarde para mí, era un partido trascendental que pedía un arbitraje de excelencia y no estuve a la altura", agregó.

Guerra, que es juez de primera categoría, se refirió a la jugada donde no echó a Nicolás Dibble (le había sacado amarilla en primera instancia), pero que luego de verla en el VAR se dio cuenta de su error y cambió su parecer expulsando al jugador Picapiedra en la mitad del primer tiempo: "A mí me agarra con los jugadores de espalda, y me pierdo el punto de contacto. Yo lo veo más abajo, más sobre el piso. Con el VAR se ve que el punto de contacto es con pie extendido, en forma de plancha e impacta en una zona blanda, como es la canilla. Esa no admite discusión, es juego brusco grave, y es roja".

Foto: F. Flores.

El joven árbitro maragato sancionó correctamente un penal para Rampla Juniors cuando el local logró empatar por una mano clara de Paulo Lima, pero también se equivocó al no ver correctamente un penal a favor de los Bohemios por una mano de un jugador de Rampla en el área ante tiro de Nicolás Queiroz, que finalmente terminó cobrando a instancias del VAR. "En campo vi que el jugador estaba recogiendo los brazos y me pareció que lo tenía más cercano al cuerpo. A veces valorás mal situaciones por la velocidad de la jugada, por alguna ubicación, por jugadores que se te mueven adelante. Otra vez me llama el VAR y no admite discusiones, es una mano que está ampliando, bloqueando un tiro al arco", comentó.

La jugada más polémica, por la mala percepción del árbitro, fue un penal que cobró en tiempo de adición en favor de Rampla Juniors por una supuesta falta del arquero Mauro Silveira que no fue, pero que igualmente, después de haberla visto durante varios minutos en el VAR, se mantuvo firme e igualmente pitó la pena máxima, que después fue malograda por Tomás Adoryan ya que el guardameta albinegro le adivinó la intención y se lo atajó.

"Cuando viene el centro nadie llega a jugar el balón y cuando baja el brazo le impacta arriba de la cabeza (al jugador de Rampla) y hay una imagen que se ve un movimiento adicional de la mano de golpear, en el momento final que está bajando. Obviamente la fuerza es muy discutible, entiendo que para ustedes no es penal, la fuerza es mínima, es comparable con alguna otra jugada, yo no voy a comparar, pero han habido situaciones similares (como la de Argentina vs Polonia en el Mundial). Fue lo que valoré en campo, a Christian le generó dudas y me invita a que yo la vuelva a evaluar. Me pareció ver lo mismo que vi en el campo, un arquero que va a buscar el balón, el número 9 (de Rampla) que está en una posición, es el arquero el que va contra él, no puede jugar el balón, termina bajando el brazo e impactándole al otro jugador verde que está por delante. No es falta al arquero, la posición ya la tiene tomada el jugador verde y es el arquero el que va a buscar esa posición. Ese contacto que existe no provoca la caída, el jugador va cayendo, pero esto es un golpe durante una caída. La fuerza es discutible, yo respeto sus opiniones, no soy el dueño de la verdad, era una decisión crucial y difícil", analizó el árbitro.

El juez dijo que no vio en campo que Silveira le hizo el gesto de "nos está robando", si lo hubiese visto "es una situación que amerita expulsión". Los Bohemios se quejan de varias situaciones más, como que Guerra inclinó la cancha con pequeñas determinaciones a favor de Rampla Juniors, por ello (más protestas) fueron expulsados Antonio Pacheco y su cuerpo técnico. También llamó la atención la cantidad de minutos de adición que dio el juez.

Por último, Guerra cerró: "Fue una mala tarde mía, estoy muy triste por eso, pido disculpas a todos los que se sintieron afectados por este arbitraje, espero no haber influido en nada", volvió a insistir Guerra.