Es inevitable que en época de mercado de pases los nombres abunden y más en un club como Peñarol que siempre es una vidriera interesante. Para reforzar el arco aurinegro de cara a la segunda mitad del año fueron varios los nombres que sonaron, pero uno ganó la carrera: Guillermo de Amores (28).

“Todo arreglado”, fue lo que le indicaron fuentes aurinegras a Ovación en relación a un arquero que por estas horas firmará su contrato con el Mirasol.

Es que entre el club y el jugador ya estaba todo arreglado, pero faltaba que el nacido en San Jacinto se desvincule de Lanús, club dueño de su ficha. Eso ocurrió en la pasada jornada y por eso se espera que hoy se haga la revisión médica y luego firme el contrato que lo vinculará a Peñarol hasta diciembre de 2025.

De Amores parece llegar al aurinegro en el momento justo y sobre todo por la madurez de edad y futbolística que tiene un arquero que supo destacar en varios de los equipos por los que pasó, pero que es innegable reparar que llega con cierta inactividad.

Desde octubre de 2022 a la fecha sumó un total de 265 minutos en cuatro partidos, tres de ellos en Lanús y el restante en Sporting de Gijón, club al que fue cedido y en el que no pudo encontrar su lugar.

De todas maneras, es innegable que llegando en los próximos días tendrá tiempo para ponerse a punto en varios aspectos teniendo en cuenta que el Clausura comenzará recién el fin de semana del 19 y 20 de agosto.

La carrera de De Amores comenzó en Liverpool, club al que defendió en 94 partidos cuando le tocó saltar a Primera División.

Mientras era arquero negriazul le tocó vivir dos situaciones muy particulares y ambas con la selección uruguaya.

Es que en 2013 formó parte del plantel que disputó el Mundial Sub 20 en Turquía y donde Uruguay hizo una gran performance perdiendo en la final ante Francia, pero eso no evitó que el arquero, de gran rendimiento, se quedara con el Guante de Oro.

De Oro también fue la medalla que ganó dos años más tarde, pero esta vez en los Juegos Panamericanos, donde la Celeste se quedó con la presea dorada y él, una vez más, con el logro de ser el mejor arquero del torneo.

Foto: Archivo El País.

Desde noviembre de 2017 a agosto de 2020 estuvo sin jugar y no por no tener club, ya que Fluminense lo había adquirido tras romperla en Liverpool. ¿El motivo? “En Brasil me dijeron que la lesión era algo sencillo, que era la rotura de meniscos. En realidad tenía un sobrehueso y ellos me decían que se había calcificado el músculo por la cicatriz de la operación de meniscos. Tenía un sobrehueso que me estaba cortando el músculo todo el tiempo y me estaban haciendo entrenar con eso y era una locura”, le confesó a Ovación en 2020 cuando fue Fénix el que lo recibió y en el que se volvió a sentir arquero. Jugó en gran nivel.

Una vez más los buenos rendimientos fueron los que lo pusieron en la vidriera internacional y ahora era desde Colombia que lo llamaban: Deportivo Cali fue su destino.

Y una vez más, los buenos rendimientos lo iban a acompañar, al punto que se ganó la titularidad, estuvo 74 partidos y terminó logrando el título del Torneo Finalización siendo uno de los destacados del equipo.

Fue estando en el fútbol cafetero que un día le sonó el celular y era el mensaje que tanto había esperado: el de volver a la selección uruguaya, pero esta vez a la mayor.

Diego Alonso lo consideró para formar parte de la nómina de la Celeste e incluso estuvo en el banco de suplentes en la última fecha de las Eliminatorias ante Chile, aunque luego Sebastián Sosa se quedó con el cupo en el Mundial de Qatar.

FOTO: Uruguay.

El nuevo entrenador, la cercanía por estar en el fútbol uruguayo y la chance de venir a jugar a Peñarol son detalles que también pueden ilusionar al arquero mirando más allá del equipo aurinegro.