Pasan 67’ del clásico entre Defensor Sportingy Danubio por la última fecha del Clausura 2023. La Franja gana 2 a 0 y está metiéndose en la Copa Sudamericana. Rafael Haller es sustituido y vuelve caminando por fuera del campo de juego y pegado al alambrado.

Lo aplauden sus compañeros que están atrás del arco, lo aplaude la tribuna, es uno de los mimados del hincha danubiano, por su calidad, entrega y, fundamentalmente, por su forma de ser. Un niño se trepa al alambrado y le pide la camiseta. Rafa para, lo mira, se saca la casaca y se la acerca al niño. Es imposible que su hinchada no lo quiera.

“Fue algo espontáneo, escuché que me la pedía y se la di”, responde con sencillez a Ovación.

El último partido del año fue especial, no solo por ser un clásico sino porque logró uno de sus deseos futbolísticos: “Nunca había tenido la posibilidad de jugar en el Franzini, había estado en el banco, pero nunca había jugado. Hacerlo y todavía con el resultado positivo y logrando la clasificación a la Copa en la última fecha, lo hizo más que especial”.

Acaba de volver de unos días de camping con la mayoría de sus compañeros del plantel franjeado. La forma en que Haller comenzó sus vacaciones refleja lo que él destaca sobre Danubio en 2023: “Tuvimos bajones tanto futbolísticos como anímicos, pero la verdad es que sacamos adelante la temporada por el grupo hermoso que hubo, que hacía que el día a día se hiciera más ameno”, confiesa.

Foto: Nicolás Pereyra.

Luego de un gran primer semestre, en el que remarca haber crecido mucho de la mano de Esteban “Coco” Conde, sufrió una lesión que le permitió estar a la orden solo cuatro de las 12 fechas que dirigió Mario Saralegui. Sin embargo, pudo jugar en tres partidos y lo hizo a muy buen nivel.

Es uno de los 19 futbolistas que en diciembre finalizan su contrato con el equipo de la Curva y su renovación es una de las prioridades de la directiva franjeada. Fuentes cercanas al equipo informaron a Ovación que la renovación del contrato del futbolista de 23 años está encaminada.

Sin embargo, él prefiere no pensar en eso: “Fue un año muy intenso y estoy intentando desconectar. Mi representante está ocupándose de eso”, explica.

Al ser consultado por la chance de pasar a Nacional o Peñarol, explica que no sabe que hubiese intereses. Sin embargo se ilusiona con una posible salida al exterior: “Siempre está la ilusión de pegar el salto al exterior. Creo que desde que arrancás a jugar a la pelota, está ese objetivo yo estoy ahora tranquilo, intentando bajar un cambio, porque cuando finaliza el año estás cansado y simplemente a la espera de tener novedades y saber cuál es el panorama”, confiesa.

Pero el fútbol no es lo único a lo que se dedica el lateral derecho de Danubio.

En sus días hay espacio para el estudio. Pese a que tuvo que dejar la carrera de Ingeniería en el segundo año porque los horarios se le complicaban con las prácticas y los partidos, no renuncia a su formación: este año finalizó el nivel 5 de inglés en un prestigioso instituto y está formándose como desarrollador web.

“Es un curso que me permite acompasarlo con el fútbol porque tiene horarios flexibles”, explica y agrega: “A veces los horarios en el fútbol son muy impredecibles y la verdad es que me ha permitido mantenerme haciendo algo extra; también me ayudó en el tiempo de lesión, porque te ayuda a no estar siempre en esa rosca, que termina siendo contraproducente”, concluye.

Ahora disfruta unos días de descanso y desconexión, mientras se mantiene en forma para el nuevo desafío que le depare el fútbol.