Por Enrique Arrillaga
Dejó Colombia para cumplir un sueño que tenía desde que se convirtió en futbolista profesional: jugar en Peñarol. El esperado llamado llegó. Rescindió su contrato con Deportivo Cali a pocos días de haberlo renovado y en 2022 regresó a Uruguay para instalarse nuevamente en su San Carlos natal. Hernán Menosse pasó por todos los estados de ánimo desde que llegó al club y hoy disfruta de ser titular, pero no se queda con eso y va por más, porque tiene un gran objetivo por delante.

Una chacra cercana a su ciudad es su lugar en el mundo cuando el fútbol no está en el orden del día. Viaja permanentemente a Montevideo para entrenar en Los Aromos o jugar y a los 35 años disfruta mucho el tiempo junto a su familia: su esposa y sus dos hijos (un varón de 14 y una nena de 12).

El Talibán no la pasó muy bien durante la temporada 2022. Peñarol no logró los objetivos esperados y llovieron las críticas. Él no quedó por fuera de eso, pero tuvo que convivir con los reproches y salir a flote. Lo hizo.

“El jugador sufre mucho. La gente piensa que no, pero cuando lo insultan o le faltan el respeto, sufre. Yo ya estoy grande y casi que en el final de mi carrera, pero siempre digo y pido que apoyen a los más jóvenes”, le contó Menosse a Ovación. “El futbolista es el que más sufre porque llega a su casa y quiere estar apartado de todo si perdió, le pone mala cara a su familia y no va a una reunión o cumpleaños porque no ganó. No es que no le importe. El jugador es el que más sufre porque también es el que más trabaja para el domingo ganar. A veces se da, otras no, pero en la semana se trabaja tratando de hacer lo mejor para el bien del equipo, el club y el personal, que es importante”, agregó.

Foto: Nicolás Pereyra.

En 2022 Peñarol fue por Hernán Menosse y el zaguero no dudó. “Desde que nací soy hincha de Peñarol y siempre soñé con poder jugar en el club. Estaba muy feliz en Cali, había salido campeón, era capitán y había renovado un año más con opción a otro. Ya había viajado para quedarme allá con mi familia, pero en el primer llamado de Peñarol hice todo lo posible para rescindir el contrato que había firmado hace unos días y pude lograrlo. Fue una alegría enorme, siempre lo soñé y nunca dudé cuando me llamaron”, contó Hernán, agregando: “Puse todo de mí para estar acá y si bien el año pasado no fue el mejor, ahora estoy trabajando para poder cumplir mi sueño que es ser campeón con Peñarol”.

Con 35 años, muchos miran de reojo el retiro, pero Menosse no: “La verdad no lo tengo pensado, pero sí estoy preparado. Ya terminé el curso de entrenador y tengo todas las licencias. Me gustaría seguir en el fútbol seguro, pero no es fácil. Parece fácil dirigir, pero no lo es. De todas maneras, hoy disfruto de poder estar en el mejor lugar del mundo, que es Peñarol”.

En sus redes sociales, Hernán tiene una frase que lo distingue y es “parece fácil”. La utiliza en su Instagram y en su estado de WhatsApp. ¿Cómo surgió? Según contó, todo nació en Colombia jugando para Deportivo Cali y fue una frase que se viralizó: “La dije en una entrevista y la empecé a usar. Estuvimos 22 fechas invictos y era porque a veces creen que parece fácil jugar al fútbol, que parece fácil tomar decisiones en todo ámbito de la vida. Si todo fuera fácil seríamos unos genios y la verdad que no es así. Todo cuesta, todo es trabajo y perseverancia. Lo tomé por ese lado. Y se hizo famosa allá”.

“La tengo tatuada en el gemelo de la pantorrilla derecha y mi chacra se llama así. La sigo usando y la voy a utilizar por el resto de mi vida. Supe que mucha gente en Colombia se la tatuó porque Cali salió campeón después de seis años”, agregó.

Y un aspecto que el defensor considera clave es la confianza, una variable más que importante en un deportista profesional: “La confianza es todo. Lo psicológico es clave. Trabajo mucho con un coach personal y estoy muy bien con eso. Trato de sacarle jugo y la verdad que hoy puedo decir que estoy disfrutando de jugar al fútbol en este momento de una forma en la que no podía hacerlo antes y, en ese sentido, la confianza es todo. Me siento tranquilo y también contento”, resumió.

“Todos tenemos altibajos. Un mal partido o un mal semestre y se te nota en la cancha, en el día a día, en tu forma de ser. Este año eso cambió y a pesar de que mi arranque no fue bueno, trabajo mucho para mejorar. En estos últimos partidos me siento con confianza, me siento mejor gracias al apoyo del técnico, de mis compañeros y de la gente que también me lo demuestra. Ojalá pueda seguir mejorando por el bien de todos”, expresó el zaguero carbonero.

Mientras Peñarol no ganaba y atravesaba un mal momento la temporada pasada, las críticas llovían, pero muchas veces la situación sobrepasaba lo futbolístico y llegaba al ámbito familiar: “Me pasó que tuve que ir a buscar a mi hija a la escuela porque la cargaban mucho con el tema de que no ganábamos, que quedábamos afuera, que esto, que lo otro y se burlaban de Peñarol y hasta de mí. Ella es muy sentimental y muy pegada a mí. Lo sufrió mucho a eso. Entonces, fui a hablar para que dejaran eso de lado y solamente con ir y mostrar que también somos seres humanos esa cercanía terminó generando un cambio en los chicos y en su forma de pensar, porque no dejan de ser niños. Fue un momento duro y feo. Mi hija no lo asimilaba, pero hoy ya es todo diferente”, recordó.

Menosse convive con la crítica de manera constante, pero acerca de eso expresó que “es duro porque acá en San Carlos o en cualquier lado que vas te dicen ‘che qué mal que jugamos’, ‘no le ganamos a nadie’, ‘no jugamos a nada’ y te tenés que morder la lengua y agachar la cabeza para salir adelante con trabajo. No podés responderle a todos o pelearte con todo el mundo. Así era el año pasado. Lo sufrimos todos en Peñarol, pero nos dio más fuerzas para encarar este año de otra manera, para trabajar duro y cambiar la pisada. Y hoy es al revés: vas a un lugar y te dicen ‘che qué bien se juega’. Eso hay que disfrutarlo, pero con los pies sobre la tierra porque todavía no ganamos nada, pero este es el camino que elegimos recorrer en Peñarol”.

Hernán Menosse se aísla en su chacra de San Carlos y en medio de un buen presente se ilusiona con cumplir el sueño de ser Campeón Uruguayo con Peñarol: “Yo no le doy bola a la televisión, no escucho radio ni tengo Twitter. Comparto mucho el tiempo con mi familia, disfruto junto a ella cuando me va bien y me refugio en ella cuando las cosas no salen como lo espero, porque me da fuerzas para seguir. Soy de los que piensa que al jugador de fútbol hay que quererlo y respetarlo para que tenga la confianza suficiente para estar tranquilo dentro de la cancha, para demostrar su trabajo y darlo todo en cada partido. Porque si lo critican y lo insultan, la mala energía se transmite”.