Redacción El País
El comienzo del segundo tiempo del clásico entre Peñarol y Nacional en el Estadio Campeón Del Siglo se conversa más de lo que se juega, en parte a raíz de una incidencia en la esquina de las tribunas Henderson y Cataldi.
Sobre el minuto 55 de partido, luego de una falta de Mateo Antoni sobre Leo Fernández, cayeron proyectiles —principalmente botellas de agua— que pasaron cerca de Francisco Ginella, quien se había acercado a conversar con el asistente Nicolás Tarán.
Por este motivo, a partir de la nueva medida dispuesta tras el paro decretado por la gremial de árbitros, se arrimaron rápidamente efectivos policiales de la Guarda Republicana para cubrir al árbitro asistente.
Se efectuó el tiro libre y un minuto después, cayeron otros proyectiles desde la tribuna Cataldi sobre el arco de Nacional, cuando el juego estaba parado por la incidencia en la que Luis Mejía fue amonestado.
El capitán de Peñarol tras la salida de Lucas Hernández es Javier Méndez, quien fue a reprocharle al árbitro principal Mathías De Armas por qué se detenía tanto el juego.
Minutos después, las voz del Campeón Del Siglo pidió por los altoparlantes a los hinchas que paren de arrojar cosas porque el partido corría riesgo de suspenderse.
Sobre el final del partido, a los 86', esta vez fue una petaca que cayó en el área tricolor y el arquero panameño Mejía se la alcanzó al árbitro. De Armas se acercó a charlas con el evaluador y jefe de la Policía, y el partido se reanudó.
Vale recordar que Audaf definió suspender el fútbol en las últimas fechas —que entre otras repercusiones fue lo que postergó la fecha del propio clásico— a raíz de un proyectil que impactó en el rostro del asistente Federico Picardo tras el partido entre Racing y Peñarol por la quinta fecha del Apertura en el Parque Viera. Unas fechas antes, también fue herido Julián Pérez luego de lso incidentes en el partido entre Cerro y Defensor Sporting en el Tróccoli.