Redacción El País
Hay 21 hinchas de Peñarol que continúan en Brasil por los incidentes ocurridos en la primera semifinal de la Copa Libertadores contra Botafogo, en Rio de Janeiro, donde fueron detenidos más de 200 de los que finalmente quedaron recluidos 23.

Si bien 19 de ellos (todos hombres) se encuentran en viviendas costeadas por el club, aún no han podido retornar con sus familias uruguayas, pues no pueden abandonar el país hasta que se lleve a cabo el juicio. Mientras tanto, otros dos de ellos continúan detenidos en el penal de Bangú, un barrio de Río de Janeiro, aunque, según los abogados, su liberación es "inminente".

Los otros dos restantes de la cuenta se encuentran en Uruguay, uno es el caso de el menor de edad y el otro un paciente oncológico, a quien se le permitió volver dos días después de los hechos, el pasado 25 de octubre.

Hoy habrá una reunión clave en Cancillería con Nicolás Albertoni —canciller en funciones ante la ausencia de Omar Paganini— a las 14:30 horas. En ella, la representación de los detenidos, encabezada por los abogados Rodrigo Rey y Jorge Barrera, solicitará que el ente judicial se pronuncie acerca del tema.

"Creemos que Cancillería debe expresar alguna preocupación humanitaria por la situación de incomunicación de los dos aún detenidos, que son Alexis y Ezequiel", explicó Rodrigo Rey a Ovación, y añadió que ninguno de los jóvenes (20 y 22 años) tiene antecedentes penales en Uruguay, ni "relacionados a la violencia en el deporte".

A su vez, Rey explica que sí se les permite a los detenidos hablar con sus representantes legales, pero lo que buscan desde la defensa es que se les permita interactuar con sus familias. Desde Cancillería explican que esto no es así, y que incluso "si las familias viajan a Río, los puede visitar".

Estefania Leal/Archivo El Pais

¿Por qué hay dos que continúan detenidos? Rey explicó que "no tiene que ver con los delitos que se le imputan, porque a todos se le cargan las misma cantidad de delitos, sino con los criterios de los jueces que son más duros para valorar riesgos procesales: entienden que por ser extranjeros hay riesgo de fuga". Y añadió cómo continúa la defensa para la liberación: "Estamos tratando de demostrar lo contrario, en pelea de recursos judiciales. Por otro lado, necesitamos que las madres se comunique con ellos, porque su salud mental de esta deteriorando por la situación de incomunicación".

El retraso de la libertad del par restante tiene que ver con que "los jueces no tienen plazos, ambos tiene proceso de habeas corpus", lo que implica la revisión de la causa por otros tres jueces, que "están en proceso para ambos".

El abogado explica que la manifestación en tonos "respetuosos y humanitarios" de Cancillería podría ayudar a destrabar la liberación.

Para solucionar la vuelta de los uruguayos el abogado plantea que se busca un acuerdo de "no persecución", que implica que se les permita regresar al país para cumplir. Y, a su vez, evitar un juicio ordinario, con sus procesos y sus tiempos, ya que en Brasil no existe el juicio abreviado.

Rey sostiene que es inminente que la mayoría sean inocentes o que las penas sean excarcelables, pero que otro de los problemas de las diferencias legales es que el Mercosur permite a los condenados trasladar la pena a su país, no así a los sujetos a procesos.

Estefania Leal/Archivo El Pais

"Dentro de la amplia gama de las estrategias que queremos postular, que pasan desde la deportación anticipada (no esperar a la condena para la expulsión), poder fijar domicilio en Uruguay, poder tener autorización judicial para ingresar al país. Esas soluciones potables. Esas implementaciones las queremos empezar ni bien se verifiquen las libertades de Ezequiel y Alexis, que hoy por hoy son nuestro desvelo", señaló Rey.

Los hinchas no solo pasan por un duro momento psicológico a la espera de reencontrarse con sus familias. Muchos de los que esperan volver al país han perdido sus trabajos, mientras otros penden sus ingresos de un hilo, por lo que cada día es importante para la subsistencia de sus familias.

Mientras tanto cuentan con el apoyo de Lesly, una psicóloga e hincha de Peñarol, que voluntariamente les brinda apoyo por videollamas y charlas.

En el grupo de los 19 hinchas está Felipe (33 años), quien padece una divergencia cognitiva, consecuencia de un ictus intrauterino. Si bien hoy esto no le impide estar inserto en la sociedad, es jurídicamente inimputable. En este momento está con su madre en Brasil, quien viajó a la semana de los incidentes.

"Hay 500 presos uruguayos en el mundo al momento, pero ninguno es inimputable como Felipe, sujeto a proceso, que estuvo preso en Bangú, en una cárcel federal. Cancillería podría hacer una preocupación humanitaria, que no implica una intrusión a la decisión del Poder Judicial implica poner sobre la mesa que hay temas que interesan al Estado uruguayo por las condiciones, ya sea en el caso de los que están incomunicados, como el caso de Felipe, que es inimputable", expresa Rodrigo Rey.

En el caso de Felipe, que tiene su movilidad reducida, necesita realizar ejercicios o asistir a determinadas actividades para mantenerse estable. Por lo que los abogados insisten en conseguir su libertad.