SELECCIÓN SÍNDROME DOWN
Su colegio lo despidió con un canto de aliento previo al debut en el Mundial. Es el más joven del plantel, pero la cinta no le pesa, su objetivo es hacer goles y sueña con defender a un grande.
Amante del fútbol, hiperactivo, capitán y con una memoria de ligas y nombres de jugadores envidiable. Ignacio Torres empezó a correr detrás de una pelota cuando tenía cinco años y sus padres decidieron mandarlo a la escuelita La Madrugada, donde fue goleador. Pero no era suficiente, así que al mismo tiempo jugaba en el colegio. Nacho es alumno del Colegio La Mennais y delantero de la Sub 18 del centro educativo. Cuando la primera escuela se terminó por un tema de edad, pasó a Abriendo Caminos, aunque la prioridad era de la Liga Universitaria.
Hasta que hace tres años varias escuelas de esta índole decidieron dar un paso gigante: crear un plantel para representar a Uruguay. Ignacio fue preseleccionado y pese a ser el más pequeño del plantel, con solo 16 años, fue designado como capitán de la selección.
Igna —como le dicen sus compañeros— juega con la dorsal 9. Es muy bueno en lo que respecta al fútbol, pero su entrenador en la selección, Sebastián Rendo, asegura que esa no es la razón principal para que lleve la cinta. “Es por las ganas que le pone y por querer demostrar lo mejor en el equipo. Más allá de que es un excelente deportista, es el que está siempre con sus compañeros y los apoya. Está en todo y es muy hiperactivo. Pese a ser el más joven es un gran capitán con una tremenda personalidad”, sostiene Rendo.
En este momento la selección de Futsal de Síndrome de Down disputa en Perú la tercera edición del Mundial, que es apenas la primera participación de Uruguay en una Copa del Mundo.
La Celeste forma parte del grupo A junto con Brasil, Turquía y Chile. Debutó el sábado pasado y pese a caer, sorprendió para bien. Fue ante la Canarinha y al final del primer tiempo Uruguay le hacía partido al defensor del título.
El lunes volverían a jugar ante Turquía y el martes con Chile. Pero el toque de queda en Perú impuesto por el presidente, Pedro Castillo, no se los permitió.
Manifestaciones, cacerolazos y bocinas. “Ahora estamos encerrados”, cuenta Nacho desde el hotel y añade que no se quedó muy contento con el debut. “Es una larga historia. Perdimos”, dice del duelo ante Brasil, y cuenta que jugó bien, pero que “podría haber dado más”.
El primer tiempo cerró un marcador 2-1, pero luego el rival los “presionó” y el duelo finalizó 12-1. Para el capitán celeste el ajuste se debe ser en la defensa. Desesperados por jugar, recién ayer el torneo volvió a la normalidad.
El fútbol para Ignacio no solo es un integrador social, es su vida. “Por una cancha, mata. Sus cumpleaños solo pueden ser con temática fútbol”, explica su madre, Magdalena Ibañez. “Conoce mucho las reglas y jugadores de todas las ligas internacionales, lo lleva dentro. Ignacio redobla a toda la familia en lo que sabe de fútbol”, asegura.
Godín, Cavani y Messi, esos son los ídolos de Nacho. Un gol que marcó significó un mensaje de uno de ellos: en un amistoso pidió patear un penal, el balón ingresó en el ángulo y la cancha se vino abajo. El video de ese momento se volvió tan viral que llegó a los ojos del Faraón, quien le dedicó unas palabras por mensaje.
Una autenticidad que genera cariño
Entre el fútbol y el estudio, prefiere lo primero. Pero cuando se habla de vínculos, Ignacio siempre se destaca. Aprecia a su colegio y tiene muchos amigos. Otro video que se hizo viral fue el de su despedida: los pasillos de La Mennais repletos de alumnos que corean “Olé, olé, olé, Igna, Igna”. Eso fue el día previo a viajar al Mundial.
“Cuando lo vi se me erizó la piel. Qué suerte que pudimos darle eso a Ignacio. Él solo se ganó el amor de sus amigos y del colegio entero. También tiene que ver con que tiene un rostro de piedra. Pasó por todas las clases a saludar y a decirles que miraran los partidos. Yo estoy orgullosa de que él es genuino”, expresa su madre.
En el Mundial de Perú el capitán celeste utiliza lo que él llama “estrategias secretas”. “Doy algunas patadas, puedo hacer hasta cinco faltas”, bromea Nacho. “Meter goles”, eso es lo que más le gusta de la selección, pero si no los hace dice que se lo toma con calma.
En un futuro le gustaría representar a Uruguay en cancha de 11. Esta Celeste todavía tiene un camino que recorrer en Perú, pero como hincha de Peñarol, el próximo paso que quiere dar Nacho es defender, y gritar goles con la camiseta mirasol.
La selección de Rendo
Sebastián Rendo nunca se imaginó llegar a ser el entrenador de la selección de futsal para personas con Síndrome Down, pero tras una llamada de Manuel Fullentise se unió. En febrero empezó a entrenar con el plantel y desde ese día, con el objetivo puesto en llegar al Mundial, nada los detuvo.
“Me sorprendió mucho la llamada, me alegré y me encantó el desafío que se me venía”, sostiene. Haber iniciado este camino lo llena de satisfacción. “Más allá de yo instruirlos a ellos, me hacen aprender muchísimas cosas. Creo que día a día, en todos los aspectos de la vida, me nutro con ellos”, añade Sebastián.
El objetivo en un principio de la selección fue llegar al Mundial y, ahora que se llegó, disfrutarlo. Rondo explica que lo más importante es que “ellos lo vivan de la manera que lo viven: disfrutando 100% de la primera hora del día hasta la última. Es obvio que como todo uruguayo queremos ganar, pero el resultado es secundario, porque sabíamos que corríamos con muchas desventajas futbolísticas al arrancar muy cerca de la fecha”.
"El debut lo vi genial, jugamos nada más y nada menos que ante el campeón del mundo, el que más trabaja, que tiene 50 ligas de las que se arma la selección. En cambio, nuestra selección sale de algunas escuelitas en donde hay poca competencia. Ojalá que algún día se pueda lograr la competencia en nuestro país para que los chicos aprendan a tener rivales. No es lo mismo hacerlo en tu país que salir. Terminamos el primer tiempo 2-1 y los técnicos de Brasil nos felicitaron y quedaron contactos, los ‘hicimos transpirar’ como dijeron ellos. Nunca pensaron que le íbamos a ser ese primer tiempo espléndido que les hicimos. Nadie de nosotros esperaba tener un comienzo así", explicó el DT.
Para continuar su crecimiento
El camino de esta selección recién empieza, pero para crecer aún más necesita llegar a más futbolistas. En palabras del DT, es necesario “recorrer el país para mirar jugadores de todo el territorio, poder tener entrenamientos más seguido y así poder armar realmente una selección. Ojalá que este Mundial sea el puntapié inicial para que se arme un campeonato nacional y en cada departamento. Eso sería fabuloso y espero que algún día se pueda lograr”.