Cien años después, un trozo grande de la historia del fútbol uruguayo sigue presente en los suburbios de París, Francia. Cerca del estadio de Colombes, el sitio de concentración del plantel celeste durante los Juegos Olímpicos de 1924, el “Château de Madame Pain” como es recordado, tiene desde el sábado una placa en homenaje a los campeones mundiales de aquel año.

Por motivos de seguridad no se habían realizado invitaciones, pero llegaron unas 40 personas, entre el alcalde de la localidad de Argenteuil Georges Morthon, el concejo municipal, autoridades departamentales e historiadores locales y vecinos, informó a Ovación el investigador histórico deportivo franco-uruguayo Pierre Arrighi, uno de los oradores ese día.

La historia de ese pequeño castillo forma parte de la gesta de Colombes. La delegación de 1924 se había alojado inicialmente en la Villa Olímpica, pero allí las comodidades eran mínimas, por lo que los dirigentes salieron a buscar otro local.

Encontraron la vivienda de una anciana, Madame Pain, que resultó perfecto como concentración porque contaba además con un gran parque donde se podía entrenar y también servía para preparar asados. Clave.

Después del título mundial obtenido por los uruguayos, la señora Pain colocó una placa recordando a sus ilustres inquilinos. Pero el paso del tiempo hizo que se perdiera noticia del pequeño castillo y muchos supusieron que había sido demolido. Sin embargo, sigue allí, en la rue Henri Barbusse, como destacó Arrighi.

El historiador reconoció el papel de la Embajada de Uruguay en Francia, a través del embajador Jorge Luis Jure y el ministro consejero, Ernesto Messano, para recordar a los campeones de 1924 y difundir el logro de aquel título mundial de la Celeste.

La próxima acción será colocar otra placa en el estadio de Colombes, en octubre, para seguir recordando aquel triunfo de la selección, que se quedó con la medalla de oro al vencer 3-0 a Suiza en la final con goles de Pedro Petrone, Pedro Cea y Ángel Romano.