ANTE WANDERERS
Con gol de Pablo Ceppelini, el elenco dirigido por Mauricio Larriera logró tres puntos que le permiten seguir en la disputa por el título y estirar a nueve partidos su invicto a nivel doméstico.
El inicio aurinegro era promisorio. Peñarol, con el impulso de su gente, tuvo un arranque frenético que hizo recordar a la mejor versión 2021 por su juego asociativo: participaron Ceppelini y Laquintana, Gargano fue el que envió el pase filtrado y Aguirregaray se coló en el área para exigir a Silveira, que contuvo en dos tiempos.
Pero luego ese frenesí se apagó. Es cierto que el aurinegro tomó la iniciativa desde la tenencia de la pelota y, de hecho, hasta los 20 minutos iniciales la dominó con tranquilidad. Pero le faltó profundidad. Y de a poco el Bohemio comenzó a disputar ese leve protagonismo del local. Lo hizo con un remate de media distancia de Bravo que, aunque fue a media altura, complicó más de lo pensado a Dawson por su altura. Después el arquero se redimió y le tapó a Quagliata lo que era el primer tanto del elenco visitante.
La escasa acción que hubo en los primeros 40 minutos se contrapuso con un cierre de locos: dos penales pitados en menos de cinco minutos. ¿Y los dos fueron? El primero sí por una mano que Rolón prolonga en demasía dentro del área. Y el segundo no hubiese sido sancionado con VAR. Es cierto que hay un manotazo de García sobre Alvarez Martínez, pero el canario estaba inhabilitado.
En el complemento Larriera tomó cartas en el asunto: puso a Carrizo por Mansilla, de escaso aporte en la primera mitad más allá de un remate esquivo, y el Pachi aportó dinámica.
Veglio inquietó en el arranque con un remate potente que desvió Dawson. Y el Bohemio, con un resultado que apremiaba, intentó ir a buscarlo: recuperó la pelota y en la adversidad no perdió su identidad: una salida prolija, juego asociado y un sector ofensivo temible que esta vez no se generó demasiadas situaciones. En líneas generales, el trámite del juego se emparentaba más con un empate porque no hubo un equipo que ejerciera una supremacía tal que le hiciera merecer los tres puntos, pero a diferencia de otros juegos el Mirasol tuvo eficacia yllegó a nueve encuentros al hilo sin perder por el certamen local. ¿Le alcanza? Por el momento no porque el líder, Deportivo Maldonado, sigue a pie firme con la victoria y no le concede facilidades a sus rivales.
De todas formas, lo que el aurinegro recuperó más allá del resultado es la calma. Sí, calma. Esa que le faltó cuando cayó ante Olimpia por Copa Libertadores. La misma que le faltó durante la semana cuando los barras bravas fueron a hablar con el plantel. Ahora está a seis puntos de la cima cuando restan 12 por disputarse y, si bien sigue lejos, aún tiene la ilusión intacta.
A nivel de juego, Mauricio Larriera vio destellos de aquel equipo de 2021, pero consideró que están en un momento futbolístico que “no está bien”.