Fue una noche para el olvido de Nacional después de la clara victoria de Boston River 2-0 gracias a los goles de Juan Manuel Gutiérrez (25’) y Gianni Rodríguez (61’). La historia pudo ser peor porque lejos de visualizarse un descuento tricolor, lo único que se veía venir en el Centenario era otro gol del Sastre, el equipo de Alejandro Apud que mostró sus cartas y que vapuleó todo lo pensado por Álvaro Gutiérrez.

Nacional llegó al duelo después de dos partidos ganados y con la tranquilidad de que el equipo había evolucionado levemente respecto al inicio del Torneo Clausura. Todo eso fue tirado por la borda por un rendimiento totalmente alejado de la realidad del plantel que tiene el tricolor. Sin ningún tipo de sociedades, sin juego colectivo, con rendimientos desconocidos, con una defensa endeble y sin nexo entre las líneas Nacional quedó en evidencia ante 6000 personas.

Boston River supo entrar por las bandas y con contragolpes exitosos, con la interesante conducción del joven Facundo Muñoa y con dos jugadores que brillaron, como Emiliano Gómez y Juan Manuel Gutiérrez. Nacional retrocedió con lentitud y, por momentos, los defensas quedaban mano a mano con los atacantes. En el primer tiempo solo se puede destacar un remate lejano de Emmanuel Gigliotti que se fue lejos y por arriba.

Gutiérrez hizo tres cambios para el complemento, puso una línea de tres con Emiliano Velázquez como stopper por izquierda y Lucas Morales de carrilero por derecha, más el ingreso de Gonzalo Carneiro.

La falta de velocidad en ofensiva, el orden y la actitud de los jugadores de Boston River, más los errores individuales de Nacional generaron que los Bolsos nunca pusieran en peligro el triunfo de Boston River. Menos todavía cuando Gianni Rodríguez remató tras un rebote luego de un córner y puso el 2-0. Luego, Ichazo evitó la goleada.

Mientras Boston River quedó tercero en el Torneo Clausura a dos puntos de Peñarol, Nacional mira al líder cinco unidades abajo y la Anual ya parece una utopía (nueve puntos de diferencia). Gutiérrez tiene en peligro su continuidad y la impotencia tricolor es gigantesca.