Redacción El País
La final de la Copa de la División Profesional de Bolivia entre Bolivar y Jorge Wilstermann tenía a tres uruguayos en busca del título: Bryan Bentaberry, que era local, se enfrentaba ante la visita de Rodrigo Amaral y Franco Martínez.

Tras la caída 2-1 en condición de local a pesar del golazo de Amaral, Wilstermann visitó el Estadio Hernando Siles con el objetivo de dar vuelta la historia y levantar la copa. Sin embargo, no pudo hacerlo dado que el anfitrión se impuso con un tanto de Francisco da Costa a los 86 minutos de juego.

Bentaberry, exjugador de Cerro Largo, que había ingresado un minuto antes del gol de su equipo, protagonizó un cruce particular con el arquero Pipo Giménez, quien se cruzó toda la cancha para ir a buscarlo luego de que el zaguero hiciera un gesto de aliento hacia la tribuna y tuviera un intercambio de palabras con Ariel Nahuelpán, atacante de la visita.

El golero llegó hasta la zona, lo empujó y varios jugadores comenzaron a rodear al uruguayo, quien optó por correr durante más de un minuto ante el seguimiento de los colegas. Finalmente fueron seis los expulsados: el arquero, el defensor, Lucas Chávez, José Segredo, Jonatan Machado y Franco Martínez.

Tras el final del partido en el que logró consagrarse campeón ante el equipo de Amaral, que jugó todo el partido, Bentaberry contó su versión de los incidentes ocurridos en diálogo con El Deber: "Son cosas del partido, yo lo único que quería era levantar a la hinchada. Ellos se lo tomaron mal y no fue mi culpa. Él (Giménez) se calienta por todo, ya venía desde el anterior partido. Creo que actuó mal en este partido y el anterior. Empujó a nuestro entrenador de arqueros, pero ya es una persona grande para estar haciendo estas cosas. No hablé y tampoco tengo la intención, que quede ahí".