Redacción El País
El partido amistoso de pretemporada del sábado por la noche entre Defensor Sporting e Independiente de Avellaneda en el Estadio Luis Franzini de Montevideo, que terminó con goleada 5-2 a favor del Rojo, comenzó con unos 40 minutos de retraso por graves incidentes dentro de la tribuna designada para los parciales del club argentino.

El motivo fue la disputa por el sector de la cabecera (tribuna ubicada detrás del arco) entre dos facciones de la barra brava de Independiente, que pasó a mayores y debió intervenir la Policía de Montevideo.

La barra "oficial" de Independiente —denominados "Los Dueños de Avellaneda"— viajó hacia Montevideo en cuatro ómnibus, mientras que la barra "disidente" —denominados "La gloriosa banda de Independiente"— llegaron vía marítima en Buquebus.

Cuando circularon imágenes de que las dos facciones estaban en Montevideo para ir a ver los partidos del Rojo, se especuló con un posible enfrentamiento entre ambas, luego del episodio del pasado mes de noviembre en el Estadio Libertadores de América, mientras Independiente jugaba contra Unión de Santa Fe, cuando más de 100 representantes de cada una de las dos barras salieron del estadio en pleno partido para enfrentarse, pero la Policía local intervino a tiempo.

Ayer, la organización del torneo amistoso dispuso la cabecera para la barra oficial y una tribuna lateral para la barra disidente. Separadas por apenas unos cuantos alambrados y algún pequeño muro, los hinchas de cada banda se arrojaron piedras e intentaron cruzar para el otro sector mientras los jugadores de ambos equipos salían a calentar.

Parte de los dos bandos abandonó las tribunas y los incidentes continuaron afuera del estadio, donde intervino la Policía con balas de goma para dispersar a los involucrados en los disturbios.

Antes de que se reanudara el juego, el presidente de Defensor Sporting, Alberto Ward, explicó la situación: "Aparentemente se dio una media hora para ver si había condiciones para jugar. Si no empieza 22.30, no se va a poder jugar. Es un tema de dos facciones de hinchas de Independiente que, aparentemente, se llevan mal y estuvieron afuera a las pedradas y eso. Acá se están cantando de un lado a otro. No sabemos qué va a pasar y qué resolución va a tomar la seguridad. Se tomó la precaución de separar a los hinchas porque nos había avisado la gente de la organización. Pero el estadio es chico y están un poco cerca. Si ellos quieren, se va a jugar".

Cabe desctacar también que a pesar de que se demoró el comienzo del fútbol por estos hechos, durante los 90' de juego y luego del partido no hubo incidentes entre los hinchas de Independiente.

El operativo que se realizó en conjunto entre la organización y el Ministerio del Interior, estuvo permanentemente atento al tema seguridad y reforzó la misma con más efectivos en los alrededores del Estadio Luis Franzini.