Enviado São Paulo - Brasil
En el partido en el que Nacional perdió contra São Paulo por 2-0 y quedó eliminado de la Copa Libertadores, se registraron incidentes en la tribuna de Nacional entre algunos hinchas tricolores y la policía de São Paulo. Los incidentes empezaron a darse en el entretiempo cuando un grupo de hinchas tricolores tuvo inconvenientes con los que estaban vendiendo bebidas.

Ahí intervino la policía y se generaron los primeros disturbios. La situación pareció tranquilizarse una vez que inició el segundo tiempo, pero cuando São Paulo marcó el segundo gol a través de Jonathan Calleri, se volvieron a registrar nuevos incidentes y fue el peor momento de la noche de este jueves: la policía volvió a entrar a la tribuna y los hinchas se dispersaron por todo el lugar. Ello porque no estaba lleno ya que eran cerca de 1.500 hinchas de Nacional los que estaban en el Estadio Morumbí.

En ese momento el partido estuvo suspendido durante cinco minutos. Los futbolistas dentro del campo de juego le pedían a los fanáticos que se calmaran y tras unos minutos de estar detenido, el encuentro se reanudó.

Una vez finalizado el partido hubo una actitud de la policía brasileña que generó muchísima molestia y fue que primero ordenaron que salieran las hinchas mujeres.

Ni bien salieron, se les ordenó a los hombres a realizar una fila y a sacarse la remera. Fueron pasando uno por uno, los efectivos policiales revisaban a cada uno de los fanáticos de Nacional, y aquellos que tuvieran alguna marca —producto de que habían estado en los incidentes con la policía— se los dejabas detenidos.

Foto: El País.

Fue así que, según confirmó Ovación con la seguridad Nacional, detuvieron a 25 personas, que permanecieron varias horas detenidas en la seccional policial y después del pago de una fianza recobraron la libertad para emprender este viernes el viaje de vuelta a Uruguay.

La actitud de la policía brasileña provocó mucho malestar fundamentalmente en aquellos hinchas de Nacional que nada tuvieron que ver con los incidentes. Generó sorpresa el hecho de que se tuvieran que sacar a la camiseta y que los controlaran de esa forma un poco violenta porque no habían formado parte de los incidentes.