Redacción El País
Gustavo Alfaro separó cuatro chalecos de color verde, misma cantidad de violetas y otros cuatro jugadores se quedaron con la remera azul de entrenamiento. Los otros miraban alrededor de un rectángulo que el cuerpo técnico había delimitado con un tamaño más chico que el del área. Ahí Alfaro concentró 12 futbolistas porque hay un factor que le preocupa de la Celeste por Eliminatorias Sudamericanas.

“Partido con Uruguay, es un equipo intenso. Tenemos que jugar con intensidad, presionar con intensidad y salir de la presión con intensidad. Estos trabajos están preparados en función a lo que vamos a tener el viernes”, les dijo el entrenador levantando la mano y juntando el dedo índice con el pulgar al explicar el ejercicio que consistía en que, en ese espacio reducido, cada equipo debía pasarse la pelota a un toque hasta que el otro robara y, en ese momento, ingresaba el tercer grupo en la segunda mitad de ese rectángulo.

“Uno, dos, tres, cuatro...”, gritaba Alfaro contando los toques de cada equipo y en los minutos que duró el ejercicio nunca fueron más de seis. “¡Dale muchachos, dale que va a ser intenso, eh!”, advirtió el argentino exentrenador de Costa Rica y Ecuador en una pausa durante los 15 minutos del entrenamiento abierto a la prensa.

Este jueves Paraguay, que tendrá la baja de Santiago Aramendia, entrenará en la mañana a puertas cerradas y viaja en la tarde a Montevideo.

Aún no hay pistas sobre el once inicial de la albirroja pero analizando los pasajes de Gustavo Alfaro como entrenador de la selección Tica y la Tri, se puede preveer que Paraguay podría parar una línea de cinco en defensa con tres zagueros centrales y dos carrileros. Y seguro, por los ejercicios que ha planteado el argentino, intentará ser un equipo intenso.