Israel Damonte: recuerdos de Uruguay, el sueño de dirigir Nacional y el cruce que tuvo con hinchas de Peñarol

El exfutbolista está haciendo su tercera experiencia como entrenador en el fútbol argentino y conversó con Ovación sobre su pasado y presente.

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Mariana Malek
Hace alrededor de 10 años queIsrael Damontese fue de Nacional. Sin embargo la huella que dejó su pasaje por la institución aún es recordada por el hincha tricolor y el futbolista, hoy entrenador de Sarmiento de Junín (Argentina), lo sabe.

Damonte dejó el fútbol en 2020, justo antes de que la pandemia por COVID-19 confinara a los ciudadanos de todo el mundo y el fútbol se paralizase, para tomar las riendas de Huracán de Parque Patricios. Luego pasaría por Arsenal hasta llegar a Sarmiento, donde está por cumplir dos años al mando.

En conversación con Ovación, Damonte contó que está muy cómodo en el equipo de Junín y que se encuentra muy bien en el rol de entrenador: “Me gusta mucho lo que hago, cada vez lo disfruto más. Obviamente que hay un montón de situaciones diferentes según el club, el momento del equipo, pero me gusta y trato de disfrutar el día a día”.

En el equipo tiene a tres uruguayos: Ayrton Cougo, Emanuel Hernández y Jean Rosso. Los dos primeros se incorporaron en esta temporada mientras que el último ya estaba en el equipo. “Son buenos chicos, los conocía del fútbol uruguayo. En este caso se dio de que puedan venir con nosotros y ayudar”, dijo sobre los charrúas de su plantel.

Aunque hace casi una década que Damonte dejó el fútbol uruguayo, le quedaron los amigos y sigue de cerca a los que ahora continúan su carrera, como él del otro lado de la línea de cal. “Siempre que puedo lo sigo, especialmente a Nacional o cada vez que tengo posibilidad miro fútbol uruguayo. Tengo algunos amigos que dirigen equipos de allá, como los casos de Esteban Conde o Jorge Bava”, aseguró.

Israel Damonte celebra su gol con Nacional ante River Plate.
Israel Damonte celebra su gol con Nacional ante River Plate.
Foto: Archivo El País

Corazón tricolor.

Nacional dejó una marca muy importante en el corazón de Damonte por muchas razones, pero especialmente por las personas con las que compartió y de las que se llevó. “Tengo recuerdos muy lindos porque me encariñé. Aunque no estuve muchos años, casi dos, me tocó hacer muchos amigos, vivir en un lugar donde me gustaba y disfrutamos con la familia, que pasó muy bien. La verdad que fue algo muy lindo. Es un club muy grande, con mucha gente y me encariñé. Por eso creo que quedó ese lazo de amistad”, señaló.

Su lista de vínculos es grande: “Me llevé grandes amigos, mi psicólogo es uruguayo y hablo bastante seguido; Mati Cabrera también, que es otro amigo mío y de la familia. Además del Cacique (Alexander Medina) que pude cruzarlo acá en Argentina y nos vimos bastantes veces. Nos juntamos a comer y nos enfrentamos. Siempre es lindo cruzarse con quien uno quiere. También hice vínculo con el Chino Recoba, Vicente Sánchez, Andrés Scotti, Pablito Álvarez. Me tocó jugar y todavía sigo teniendo relación”, sostuvo.

Entre los recuerdos que atesora en el tricolor está su partido debut en Brasil: “Jugar con la gente de Nacional es algo muy lindo, no solamente de local sino también de visitante. Mi primer partido oficial fue en cancha con Vasco da Gama. No es que no me lo esperaba, sabía que estaba en un equipo grande, pero llegar a la cancha un jueves a la noche y que hubiese miles de hinchas, me di cuenta donde estaba”, contó.

Aunque está muy bien en Junín no descarta la posibilidad de en el futuro dirigir al equipo de La Blanqueada. “Jugué en Nacional y no iría al lado de enfrente. Hoy hay un entrenador, yo estoy con trabajo y estoy muy bien. Pero sí, Nacional es un club que a futuro me gustaría poder dirigirlo porque lo conozco, también a la gente y las necesidades que tienen. Me alegró ahora que haya empezado a levantar y ojalá que le pueda ir bien con el Guti (Álvaro Guitérrez) que ganó mucho en el club y es querido; me alegro siempre que a Nacional le va bien”, destacó.

Sin embargo, se anima a soñar a lo grande: “Me gustaría pelear una copa internacional o ganarla, estando en Uruguay sería algo muy lindo. Son cosas difíciles de olvidar; me tocó salir campeón de la Copa Sudamericana acá en Argentina. Quién dice que con el tiempo se pueda dar esa chance y poder cumplir algún sueño de esos”, indicó.

River Plate vs Estudiantes de La Plata
Israel Damonte marca a Nicolás de la Cruz en un partido Estudiantes River Plate
Foto: Archivo El País
Pincha y tricolor

La rivalidad entre Nacional y Estudiantes de la Plata surgió en la Copa Libertadores y forma parte de la identidad del fútbol rioplatense. Damonte se formó en el Pincharrata y marcó una época en Nacional y asegura que ser figura de ambos no le parece algo antagónico y no le genera ningún conflicto.

Sin embargo, en alguna ocasión la amistad entre las hinchadas del equipo de La Plata y Peñarol lo incomodó.

“Me acuerdo que cuando llegué a Estudiantes, vino una gente de Peñarol porque jugábamos contra ellos. Algunos hinchas de Peñarol fueron a comer un asado a dónde entrenábamos y cuando me iba algunos hinchas me pidieron sacarse una foto. Creo que hacía poco ellos habían ganado 5 a 0 a Nacional y quisieron hacerme una cargada con el tema con la mano con los cinco dedos. No me gustó, se lo dije y fue lo único lo único que pasó, pero fue la única vez”, detalló.

De todos modos reconoció que “es más el folklore del fútbol, pero a nivel jugadores y clubes, creo que está todo bien”. “Soy hincha de Estudiantes, ahí nací y es mi casa. Y después uno de los clubes que más me gustó es Nacional, es uno de los clubes más lindos que me tocó vestir la camiseta”, concluyó.

Marcelo Gallardo como entrenador y rival

En su pasaje por Nacional, Damonte fue dirigido por un joven Marcelo Gallardo que inmediatamente después de retirarse asumió la dirección técnica. Con el paso de los años, el entrenador argentino se convirtió en una figura muy destacada en River argentino y alcanzó la gloria internacional.

Para el volante ofensivo, la pasta del Muñeco ya se notaba desde sus primeros pasos.

“Él tenía una personalidad muy importante, era lo que llamaba la atención. Obviamente que recién arrancaba, pero lo veía crecer a pasos agigantados. Creo que después con el tiempo se fue rehaciendo, creciendo y aprendiendo. Terminó siendo lo que fue que es un entrenador de tamaña jerarquía”, contó.

Israel Damonte junto a Marcelo Gallardo y Alexander Medina en una práctica de Nacional.
Israel Damonte junto a Marcelo Gallardo y Alexander Medina en una práctica de Nacional.
Foto: Archivo El País

Como director técnico también le tocó enfrentarlo mientras el Muñeco dirigía a River Plate. En total acumuló cuatro cruces: uno con Huracán, otro con Arsenal y dos con Sarmiento. “Me tocó jugar con Huracán y Arsenal, en las dos veces perdimos. Con Sarmiento la primera vez perdimos 7 a 0, fue una derrota muy dura para nosotros y después de eso a los dos meses nos volvimos a enfrentar en el Monumental y pudimos ganarle y creo que eso algo fue algo lindo para nosotros y principalmente para el club, que nunca lo había conseguido en la historia”, destacó. Además aseguró que cada cruce con Gallardo le sirvió de aprendizaje.

Ejemplo

Durante su pasaje por Nacional, Damonte marcó un precedente cuando se acercó a una adolescente que tenía leucemia y le alegró los momentos en los que atravesaba la enfermedad, aunque no tuvo un desenlace feliz.

Uno sin darse cuenta puede hacer sentir bien a una persona que la está pasando mal, sobre todo cuando son chicos; creo que en ese sentido a uno le mueve mucho más y siempre que puedo estar con esa gente que la está pasando mal me gusta hacerlo”, reveló. Sobre si transmite esos valores a sus dirigidos, dijo que ante todo quiere buenas personas: “Una buena persona es un mejor jugador, un mejor hijo, o mejor padre”.

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