EN WEMBLEY

Italia empató con Inglaterra 1-1, con prórroga incluida, y logró derrotarla en los penales, aunque no fue nada fácil para el conjunto de Roberto Mancini que empezó perdiendo. La "Azzurri" que comenzó errando el segundo penal, tuvo la suerte de que Donnarumma atajó dos y que el tiro de Rashford pegó en el palo. Inglaterra no pudo cortar la sequía de 55 años sin ganar la Eurocopa y la máquina italiana demostró que luego de tocar fondo, hoy está más fuerte que nunca y puede ser una candidata al Mundial.

Italia festejó con su público y cantó al son de Un'estate italiana esperando el momento de recibir los premios, aplaudió a su rival como debe y dejaron caer las medallas de campeón sobre su cuello. Antes de ellos los ingleses recibieron la de plata, que retiraron de sus cuerpos en cuanto recibieron.

Bonucci, autor del gol y Chiellini se vieron muy contentos sobre el final hablándole a la cámara, contentos, habiendo disputado este domingo su partido número 336 juntos entre la selección y la Juventus.

Los italianos no se habían terminado de acomodar en un estadio repleto, cuando Trippier alzó un centro que los defensas del equipo de Roberto Mancini no esperaban y la pelota cayó perfecta a donde estaba Luke Shaw, que con un zurdazo y de bolea abrió, el marcador en Wembley a los 2' para empezar a romper el hechizo y convertir el gol más rápido en una final de una Eurocopa.

Y luego del gol empezó a llover en Londres, así como también Italia se desconcentró y se desestabilizó en los minutos siguientes al gol. Inglaterra se posiciona mejor. A partir de los primeros 15 minutos solo fueron de área a área, pero sin convertir.

Cuando Italia llegaba al área y quería pasar la pelota siempre había un hombre de blanco que impedía la efectividad del pase. Chiesa tuvo la oportunidad de descontar, pero el arco inglés permaneció cerrado hasta los 45, más los 4 que añadió el árbitro. Marco Verrati también fue importante, pero Italia aún no se recuperó de la sensación del un gol temprano que cambió de un soplo el partido. 

En el segundo tiempo Italia cambió con el ingreso de Domenico Berardi y Bryan Cristante y comenzó a llegar más. Una de las jugadas de peligro la generó Chiesa que atacó, pero Pickford volvió a negarle el pase. Pero tras un córner que ejecutó Berardi, llegó el entrevero y con este, el gol de Bonucci a los 67, la pelota quedó casi en la línea y solo tuvo que empujarla. El defensa descontó y lo fue a festejar con la tribuna que lo ovacionó.

Berardi tuvo el segundo a los 72, pero la pelota salió despedida por encima del travesaño a la tribuna. Tras ello se metió un fanático en la cancha y el partido se demoró casi dos minutos. Sobre los 90' Sterling tuvo el segundo. El juez dio seis minutos más, pero Italia paseo la pelota para que pasaran. No hubo más goles y comenzó la prórroga, tercera para Italia, que sumando los minutos terminó jugando un partido más.

En el alargue ninguno generó jugadas de peligro. Italia aguantó el empate e Inglaterra tuvo alguna insinuación, pero nada que transformara el marcador.