Redacción El País
Iván Alonso está a un paso de convertirse en el nuevo director deportivo del Cruz Azul de México. Sin embargo, esa designación despertó polémica en ese país ya que se lo acusa de haber extraviado 400.000 dólares en su pasaje como directivo del Pachuca. “No tenía ni responsabilidades, ni facultades, ni competencias para el diseño de los contratos, ni la distribución económica y tampoco para la firma”, precisó el exdelantero.

Alonso tuvo dos experiencias como director deportivo: Nacional desde 2018 a 2021 y en Pachuca desde diciembre de 2021 a junio de 2022. En ellas aseguró en dialogo con Fox Sports que nunca diseñó un contrato porque esa facultad y competencia le corresponde “a la dirección administrativa y al área legal”. “Todo lo que es la distribución económica va a la dirección financiera, área contable, fiscal y tributaria”, añadió.

“Cuando hablamos de la firma le corresponde al presidente o al secretario general o al que tenga la firma autorizada en el club. Por lo tanto, nunca tuve en Nacional o en Pachuca la firma autorizada ni desarrollé los contratos ni distribuí la economía de los mismos”, especificó.

Asimismo, soslayó que no le debe “nada a nadie” y agregó: “Por eso es que no me estoy defendiendo de nada”.

Otra de las acusaciones que hay en torno a Alonso en el mundo del fútbol mexicano es que trabaja en conjunto con tres representantes: el argentino Christian Bragarnik y los uruguayos Uriel Pérez y Fernando Pavón.

El exfutbolista aseveró que durante sus 22 años de carrera solo tuvo un agente: su padre. Ello a raíz de que es la persona que “más confianza” le tiene en su vida.

“Es extraño que un directivo vaya con un promotor (representante) a cerrar un contrato cuando tenés la responsabilidad de gestionar un área. Desde que soy directivo siempre me gestioné mis contratos y creo que en la mitad de mi carrera, por más que mi padre me la llevaba adelante, me creía con las facultades para poder hacerlo”, señaló.