TORNEO INTERMEDIO

Daniel Carreño y Jorge Giordano estarán frente a frente en la final del Torneo Intermedio que Wanderers y Nacional disputarán el jueves casi con papeles cambiados, porque el hoy técnico bohemio dirigió en dos oportunidades a Nacional, mientras que Giordano estuvo al frente de Wanderers en la temporada 2017.

Esto hace que ambos entrenadores tengan conocimiento sobre el club al que enfrentarán en una final que, aunque parezca extraño, tiene más importancia para Nacional que para Wanderers.

Jugar la final de un torneo oficial, que permite clasificar para la Supercopa Uruguaya y asegurarse un lugar en la Copa Sudamericana, debería ser trascendente para el equipo menor. Y seguramente lo es. Pero en este momento complicado de los tricolores, que además llegan con los antecedentes de haber caído en dos finales seguidas frente a equipos menores: la Supercopa Uruguaya ante Liverpool y el torneo Apertura con Rentistas. Y esto hace que no puedan permitirse otro traspié del estilo.

La primera vez de Carreño como técnico tricolor fue en la temporada 2002-2003 y terminó siendo campeón. Su segundo pasaje fue en 2007 y en ambas oportunidades llegó tras haber dirigido a Wanderers, el club donde se formó y donde inició su carrera como entrenador. Y desde donde se catapultó para llegar al equipo grande.

Carreño logró el ascenso con Wanderers en 2000 y al año siguiente, ganó la Liguilla Pre-Libertadores. Eso hizo que los dirigentes de Nacional, encabezados entonces por Eduardo Ache, pusieran sus ojos en él. Aunque cabe destacar que no era ningún extraño para el club dado que supo defender la camiseta tricolor. Llegó en 1987 tras regresar de Francia, donde jugó en el Racing de Lens durante dos temporadas. Y quedó en la más rica historia de Nacional al ser Campeón del Mundo en 1988. Incluso ingresó en la final de Tokio frente al PSV Eindhoven.

“Que la final sea contra Nacional me pone en un lugar de felicidad. Fui campeón tanto como jugador y como entrenador: Nacional es un club que quiero mucho”, dijo Carreño.

 Jorge Giordano llegó a Wanderers en 2017 después de tres años en Juventud de Las Piedras, donde realizó un trabajo integral coordinando las divisiones formativas y dirigiendo al primer equipo en más de un centenar de partidos.

Llegó al Prado en enero de 2017, cuando el equipo ya estaba clasificado a la primera fase de la Libertadores. Con Giordano en el banco, Wanderers eliminó a Universitario de Sucre y pasó de fase. Pero en la siguiente instancia no pudo superar a The Strongest, cayendo tanto en Montevideo como en la altura de La Paz.

En el equipo bohemio le fue bien, sobre todo teniendo en cuenta los resultados, que son en definitiva lo que importa. Terminó en la cuarta posición de la Tabla Anual. Clasificó a la primera fase de la Libertadores y peleó el torneo Intermedio. Pero su fútbol no era vistoso y esto no conformaba a los hinchas bohemios. No se le renovó el contrato, que terminaba en diciembre. El floridense pretendía, además, tener más injerencia en el club y realizar un trabajo similar al que había llevado adelante con éxito en Juventud de Las Piedras.

“Wanderers es una institución seria, cálida, donde me trataron muy bien. Pudimos cumplir con los objetivos deportivos y tengo muy buenos recuerdos”, dijo Giordano sobre su pasaje en el bohemio.

 Giordano y Carreño son parte de una misma generación. El floridense tiene 55 años y Carreño dos más, 57. Es más, hay algo que pocos recuerdan: ambos fueron compañeros jugando en el Palestino de Chuy en 1993.

Fue durante la época de auge del equipo perteneciente a la comunidad palestina de la ciudad fronteriza. Palestino fue campeón del Este y jugó el Campeonato de Clubes Campeones del Interior.

Llegó a las semifinales y eso le dio derecho a participar en el torneo Integración, un campeonato donde participaban clubes de AUF y OFI y que permitía clasificar a la Liguilla Pre-Libertadores, pero que tuvo corta vida.

Palestino se reforzó para la ocasión y así llegaron al equipo el “Martillo” Aguiar, Jorge Giordano y Daniel Carreño, entre otros. Así el entonces volante Giordano y el delantero Carreño tienen un pasado en común y mantienen una amistad que dura hasta hoy. Aunque el jueves la dejarán de lado, al menos durante los 90 minutos de la final.