Redacción El País
La llegada de Lionel Messi al Inter Miami revolucionó el fútbol de Estados Unidos y si a eso se le suma que también arribó Sergio Busquets y que podría hacerlo Jordi Alba, todavía más. El último nombre que se vinculó con la institución norteamericana es el de Luis Suárez quien, por el momento, tiene contrato con Gremio.
Los intentos por rodear al mejor futbolista, para muchos de todos los tiempos, implican que el equipo que tiene a David Beckham como dueño esté atrás del Pistolero aunque la situación para contar con sus servicios no es sencillo, más allá de que insisten y no bajan los brazos por darle un gustito más al argentino y llevarle a su amigo para sumar al ataque.
En la jornada de ese martes quien habló fue precisamente una de las autoridades del club: el presidente Jorge Mas. En diálogo con TyC Sports manifestó: "Luis Suárez es jugador de Gremio. En lo personal, es un crack y es histórico, se conoce su relación con Jordi, Lio y Busi, pero es jugador de Gremio y respeto eso".
Cabe recordar que el Pistolero tiene contrato con Gremio hasta fines de 2024 y el tricolor gaúcho no piensa desprenderse de su goleador por menos de US$ 70 millones.
Otro ítem que complica la llegada de Suárez es que desde 2007 en la Major League Soccer (MLS) los clubes pueden incorporar hasta tres jugadores franquicia, es decir que puedan estar por fuera del límite salarial permitido. Con Messi, Busquets, sumados al venezolano Josef Martínez, los cupos quedarían llenos. Suárez tendría que llegar en las mismas condiciones que Jordi Alba.
Según pudo saber Ovación con fuentes allegadas al futbolista, Luis Suárez había llegado a un acuerdo con Gremio para rescindir el contrato. Sin embargo, el club le ponía como condición de que no podía fichar con otro equipo por el resto del año entendiendo que los dolores que manifestaba en su rodilla no eran ciertos.
Suárez quedó dolido por esta postura del equipo norteño debido a que tres médicos del club confirman que el jugador dice la verdad respecto a su condición sanitaria.