Fue una experiencia enriquecedora. Es cierto que no tuvo los minutos deseados en Nacionaldesde su arribo a mediados de 2021, pero para Juan Manuel Gutiérrez el paso por el tricolor fue transformador. “Llegué siendo un jugador y me fui siendo otro”, le contó a Ovación argumentando que, más allá de jugar solo tres partidos en Primera, tuvo la chance de entrenar con “los mejores jugadores del país, crecer y madurar”.
En su estadía como jugador del albo tuvo compañeros de lujo. Dentro y fuera del campo. “Hice muy buena relación con todos los compañeros, pero tuve un vínculo bastante especial con el Feli (Carballo) porque fue el que más se me acercó cuando llegó. Vivíamos cerca y se empezó a dar de juntarnos afuera del club. Se volvió como un hermano para mí en Nacional porque estábamos todo el día juntos y compartíamos muchas cosas, él me daba muchos consejos. Teníamos cosas en común como el habernos ido afuera y después volver y creo que él en poco tiempo me enseñó muchas cosas”. Al ser consultado acerca de qué le quedó en concreto de su colega, rescató el profesionalismo que lo ha llevado a progresar en su carrera profesional.
Con la llegada de Francisco Ginella se sumó un nuevo compañero para esa mesa chica: “Pancho se mudó cerca cuando llegó, también tenía experiencia de jugar acá joven, irse afuera, volver y siempre aprendía de él”.
Pero eso no fue todo. El 31 de julio de 2022 Luis Suárez fue presentado como nuevo jugador de Nacional y concretó su retorno al club, donde generaría una gran amistad con el círculo cercano de Gutiérrez. Y el actual delantero de Boston River, que concretó su llegada a préstamo desde Almería por un año, tiene los mejores recuerdos del Pistolero: “Ya haber compartido plantel con él me marcó, y después alguna que otra charla que tuvimos con él porque justo para ir a concentrar lo íbamos a buscar a la casa en el auto con Feli y Pancho, y ahí íbamos charlando de todo un poco. Me quedo con esos momentos que compartimos”, manifestó.
Gutiérrez contó la ocasión en la que Suárez dio una charla para los juveniles en el gimnasio e hizo énfasis en el esfuerzo recordando que cuando recién llegó a Europa no jugaba, pero hizo “un click” al comprender que, aunque eso no le gustara, no debía bajar los brazos.
“Lo que más me sorprendía era cómo se tomaba los entrenamientos en el día a día. Por ejemplo, te podías cagar de risa con él en el vestuario, pero después si en la práctica te tenía que gritar y exigirte él te exigía al máximo siempre. Y después la forma de jugar a un toque que tenía, que acá es muy difícil ver”, expresó el nuevo jugador del Sastre.
Con su humildad característica, Suárez le pedía al plantel que lo tratara como si fuera un jugador más y Gutiérrez reveló que tuvo un gesto especial con él. Además del regalo para todo el plantel, que incluyó un iphone 14 con una funda que tenía su firma y una camiseta de la selección (que se las dio a mitad de la estadía), el Pistolero le obsequió a Gutiérrez una camiseta de Nacional que había usado en un partido jugado en el Gran Parque Central. “Obviamente que se la hice firmar (risas)”, reveló.
Hoy sabe que la no continuidad en Nacional puede haber sido por muchos motivos, pero está tranquilo porque dio “el máximo” y pone el foco en dos aspectos: ganar minutos en cancha y ayudar a Boston a clasificar a copas internacionales.
-
Álvaro Gutiérrez tras la eliminación de Nacional: la tranquilidad por el nivel y el reproche a algunos periodistas
A pesar de haber quedado afuera de la Libertadores, Nacional sigue invicto en La Bombonera: mirá el historial
Se puso picante: la acción de Valentín Barco que provocó el enojo de todos los jugadores de Nacional