Juan Ramón Carrasco dijo que tiene "la cabeza para agarrar la selección uruguaya y ser campeón del mundo"

"Tuve mi oportunidad y la desaproveché, pero ¿qué selección jugó mejor que esa cuando tenía la pelota?", planteó el entrenador que ya dirigió a la Celeste entre 2003 y 2004.

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Juan Ramon Carrasco, exfutbolista y actual entrenador.
Juan Ramon Carrasco, exfutbolista y actual entrenador.
Foto: Francisco Flores.

Redacción El País
Sin pelos en la lengua, como siempre, Juan Ramón Carrasco no ocultó sus ganas de tener una revancha en el futuro cercano como entrenador en la selección uruguaya.

El DT estuvo a cargo de la Celeste entre 2003 y 2004 donde disputó 13 partidos con la mayor: siete triunfos, dos empates y cuatro caídas. La dura derrota ante Venezuela en el Estadio Centenario (0-3) derivó en el cese de JR.

"Yo tengo la cabeza para agarrar la selección uruguaya y ser campeón del mundo. Tuve mi oportunidad y la desaproveché, pero ¿qué selección jugó mejor que esa cuando tenía la pelota?", indicó en radio Carve Deportiva.

Sobre la forma de jugar de Uruguay en los últimos años comentó: "A los futbolistas hay que enseñarles la forma de jugar. Eso fue lo que hicimos en River y Fénix. Pero el DT de turno mira la chapa y dice: 'Este juega en el Real Madrid, este en el Inter, este en la Lazio, este en el Sevilla'. Entonces, tiene carta abierta por si se equivoca. ¿Sabés cuántos fenómenos hay? Tenés que enseñarles".

"Los que vamos al frente y tenemos buen fútbol estamos obligados a golear en este país. Si ganás 1 a 0 jugaste mal, mientras que otros ganan de casualidad y son unos fenómenos", dijo. Carrasco indicó que los que "van al frente" y tienen "buen fútbol" son "líricos" y que a "los que juegan a no perder les dicen inteligentes y muy capaces".

Carrasco lleva casi dos años sin dirigir tras su salida de Fénix. Respecto a esta situación sostuvo: "No tengo problemas con nadie, pero como soy Carrasco, se habla de mi personalidad y de que soy ‘especial’. Debo ser el único entrenador que no cobro los tres meses cuando me despiden. Nunca me van a escuchar hablar mal de un dirigente".

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