Redacción El País
Juan Ramón Carrasco ya sabe lo que es liderar al plantel de Nacional como director técnico y, una vez que se confirmó la salida de Álvaro Recoba, fue uno de los nombres que comenzó a sonar en el mundo de redes sociales. Este miércoles el técnico se refirió a su deseo de volver al tricolor y también habló sobre algunos de los candidatos para reemplazar al Chino.

"Por Nacional qué no haría... imagínate... Estoy en Rivera, pero si me llama Nacional me voy ahora caminando para Montevideo", manifestó con entusiasmo el experimentado entrenador en diálogo con 100% Deporte (Sport 890).
Y añadió: "El hincha es el que tiene que elegir el técnico. La última vez que me llevó el hincha fuimos campeones de atrás y dimos superávit desde lo económico".

Luego se refirió a la línea que considera que Nacional debe mantener a la hora de determinar la elección de un profesional: "Nacional tiene que mantener el paladar. Nosotros tenemos un estilo que ha logrado estar en Copas con equipos chicos, transferencias monumentales y llevar jugadores a la Selección".

Por estas horas, el nombre que comenzó a tomar fuerza es el de Alexander "Cacique" Medina, pero también se mencionó a Martín Lasarte y Daniel Carreño. Sobre ellos, Carrasco dijo: "Tanto Medina como Lasarte vinieron a mi casa porque querían conversar y ver como jugábamos nosotros. Y con Carreño somos de la vieja guardia. Cualquiera de los que llamen es nacionalófilo".

Luego contó que tiene un gran vínculo con Alejandro Balbi, presidente de Nacional: "Con Balbi tengo una relación casi íntima y me ha dicho que le gustaría que alguna vez fuese técnico de Nacional".

"No me cierra por ningún lado porque no me han llamado, siendo cada vez más la gente que me pide. Después de que cesaron a Ricardo Zielinski me crucé con Pablo Durán en un almuerzo y le dijo a quien lo acompañaba: 'JR va a ser el futuro entrenador de Nacional'", dijo Juan Ramón Carrasco.

Y elogió su labor en el club: "Cuando yo estuve en Nacional se hicieron 24.000 socios en ocho meses. Hubo récord de entradas vendidas. A Sebastián Coates querían venderlo en cuatro millones de dólares, le dije a Daniel Enríquez que no lo venda que iba a valer más y se vendió por tres veces más".