ENTREVISTA
Es un hombre que respira fútbol. Tiene 66 años y 23 en su espalda como futbolista. Desde 1994 es entrenador y reflexionó acerca de la evolución del fútbol local: en qué mejoró y qué le falta.
Juan Tejera es un hombre que respira fútbol. Tiene 66 años y acumula 23 en su espalda como futbolista. En 1994 desembarcó en el rol de director técnico y desde allí en adelante ha representado a diferentes equipos locales, con un último paso por Boston Riveren la temporada 2020/2021, donde dirigió 25 encuentros. Tras 35 años trabajando en el puerto se jubiló y ahora aprovecha la pausa futbolera para “disfrutar la vida” desde otras aristas.
En diálogo con Ovación, contó que nunca salió a buscar un club para dirigir, sino que las oportunidades le han llegado. Y definió su labor como un sentimiento: “Lo que más se extraña es la adrenalina de estar trabajando en cancha, preparando los partidos con los jugadores y los compañeros del cuerpo técnico. También cuando las cosas te salen bien y la preocupación de cuando no salen; todo eso se extraña y es lo que te da esto: cuando estás trabajando estás feliz, pero a veces no podés estar satisfecho porque los resultados no se te dan. Pero lo importante es trabajar en lo que a uno le gusta, por lo que siente pasión”, argumentó.
Tejera no ha recibido sondeos en este mercado, pero no le sorprende porque ha tenido períodos más largos de inactividad. Mientras aprovecha para reflexionar acerca de las diferencias entre la nueva camada de técnicos y la de los más experimentados: “Las reglas del juego y de la vida van cambiando, se va remodelando el plantel de entrenadores y aparecen los técnicos jóvenes con otra cabeza, otra preparación y conceptos futbolísticos”, inició.
Y luego cuestionó el concepto de novedoso en el fútbol moderno: “No sé si son ideas nuevas, sí distintas maneras de expresarlas, hay entrenadores que tienen sus palabras, sus diferencias en transmitir y declarar ciertas cosas tácticas hacia los jugadores o a la prensa”. Y puso el ejemplo de un sistema táctico habitual: ”Como yo te puedo decir que apareció ahora la tenencia, la posesión, la presión alta, media, lo táctico, o el 4-3-3, que para mí es el 4-1-4-1. Porque cuando atacás sos 4-3-3, pero a la hora de defender sos 4-1-4-1. Entonces creo que son distintas maneras de llamarle a las mismas situaciones. Muchos utilizan esas cosas porque llama más la atención a los dirigentes y a la prensa. Son técnicos más ofensivos y a la hora de defender bajan todos a recuperar. Creo que no hay muchas diferencias, simplemente está en términos de la comunicación lo distintivo”.
Consultado sobre si la camada nueva comunica mejor sus ideas, respondió: “No es que trabajan por eso ni nada que se le parezca, que quede claro. Que no quede como que me estoy quejando, lo estoy manejando como una herramienta nueva que se implementó en esto del fútbol y habla de lo bien que se vende el trabajo de un entrenador; el funcionamiento de un equipo”. Luego destacó las condiciones de trabajo en el ámbito local: “Trabajamos todos en los mismos campos porque casi todos los equipos tienen buenos pisos para trabajar y buenos materiales. La diferencia está en lo físico y en lo táctico, y después a la larga los que definen son los futbolistas en la cancha”.
Dentro de su equipo de trabajo, el exdirector técnico de Defensor Sporting y Racing ha procurado sumar a personal con otras áreas de conocimiento: “Últimamente he trabajado con gente más joven que está mucho más actualizada que yo, que hicieron distintos cursos, no el mismo que yo hice. La metodología de enseñanza es diferente, pero estoy al tanto con ellos y cuando trabajábamos teníamos esa propuesta con trabajos con y sin pelota, de fuerza y también enfocado en los tiempos de recuperación”, finalizó el técnico.