Por Diego Domínguez
Si hay una zona de la cancha en la que a Nacionalle sobran razones para preocuparse es en el centro del mediocampo. Primero, porque Ricardo Zielinskiestá a un soplido de cumplir sus primeros dos meses como entrenador del club y todavía no encontró una fórmula única que le haga pie para consolidarse. Y segundo, porque si bien el esquema táctico que predomina (4-2-3-1) sigue siendo el mismo del año pasado, ya no tiene a su mayor exponente (Felipe Carballo), por lo que la sangría que se formó desde su salida a Brasil continúa dejando secuelas.

Desde que tomó la posta, el DT argentino buscó imponer su estilo, fluctuando entre varios nombres con un claro objetivo: encontrar, más temprano que tarde, al compañero ideal para Diego Rodríguez en el medio o, en su defecto, dar con el reemplazante adecuado de Carballo, quien fuera el jugador más regular de Nacional durante toda la temporada pasada, después de que se confirmara la lesión de Francisco Ginella, que pintaba para ser su sustituto natural.

De pique, probó con un jugador de buen pie pero desacostumbrado al puesto, como Diego Zabala, para buscar una salida prolija desde el fondo. No le resultó y aparecieron las fisuras.

Después, intentó con Yonatan Rodríguez, con el fin de reforzar la marca, pero otra vez la sanidad tomó protagonismo apartándolo del abanico de opciones. En su lugar, Zielinski le dio ingreso a Marcos Montiel, que se fue expulsado en su debut oficial y volvió a jugar dos fines de semanas más tarde.

Foto: Juan Manuel Ramos.

La receta tampoco lo convenció, puesto que el último domingo, aun teniendo la posibilidad de utilizarlo como titular, prefirió ensayar con la figura del mediapunta Gastón Pereiro parado sobre el círculo central para buscar enlaces más precisos con los delanteros.

La modificación expuso un giro rotundo en la línea del entrenador y, por ende, también un retroceso de varias casillas: el volante tampoco sedujo con su actuación y dejó falencias que evidenciaron su falta de acostumbramiento al puesto. Al menos así fue cómo lo visualizó el extricolor Carlos Camejo, quien se desempeñó como número cinco del club entre los años 1998 y 2003: “En un cuadro grande no podés estar probando jugadores cuando las características desde las formativas son otras”.

Foto: Leonardo Mainé.

“Montiel, en los minutos que ha jugado, ha demostrado que se merece tener una oportunidad para ser titular en Nacional. Yo no tendría ningún problema en probarlo. No la veo inventando con Zabala o Pereiro, que no sienten la marca”, apuntó.

En diálogo con Ovación, el exfutbolista expresó que la incógnita en la pareja de volantes la resolvería con cualquiera de los que se desempeñan normalmente en ese puesto, ya sea Montiel, Yonatan Rodríguez o Ginella (cuando se recuperen de las lesiones): “Yo jugué casi siempre con un doble cinco, pero a mí me gusta el cinco tapón solo, con volantes creativos alrededor que cubran a ese cinco de marca”.

Camejo señaló que un club como el tricolor exige respuestas inmediatas. “Estando en Nacional no tenés tiempo de procesos. Llegás, te ponés la camiseta y tenés que ganar. Carballo hizo un muy buen campeonato (en el 2022) y tuvo la oportunidad de irse, entonces lo primero que tenías que hacer era contratar a un volante”, completó en su análisis.