El clásico amistoso por la Serie Río de la Plata del lunes, que terminó con triunfo 3-1 de Nacional sobre Peñarol en el Estadio Centenario, transcurrió con normalidad hasta el final del partido, cuando un cruce entre el zaguero aurinegro Javier Méndez y el juvenil tricolor Agustín Dos Santos generó un pequeño tumulto entre jugadores de ambos planteles que enseguida se dispersó.

En en el marco de ese incidente, el futbolista de Nacional publicó este martes una breve carta pidiendo disculpas por su conducta: cuando Lucas Villalba convirtió el tercer gol del Bolsilludo y sentenció el triunfo clásico, Dos Santos ingresó a la cancha junto al resto del banco de suplentes tricolor para celebrar gol y partido, pero se apartó de sus compañeros para pararse frente a la Tribuna Ámsterdam y gritar eufóricamente de frente a los hinchas del Carbonero.

Ese acto provocó la inmediata reacción de Méndez, que cuando se percató de la situación lo abordó con una especie de llave en el cuello y posterior empujón, que provocaron la caída de Dos Santos al suelo. Mientras el de Nacional se quejaba de la agresión, el de Peñarol le recriminó su actitud con notoria bronca.

Acto seguido, futbolistas de ambos planteles se metieron en el medio para separar y el incidente no pasó a mayores. El tumulto, que fue breve y reducido, se dispersó rápidamente, y los jugadores de nacional cruzaron la cancha para festejar el triunfo sobre la Tribuna Colombes.

El futbolista de Nacional, de 16 años (cumple 17 en febrero), publicó una carta en su cuenta de Instagram disculpándose por su actitud en la celebración por el triunfo clásico, que tituló: "Disculpas para público general, C. A. Peñarol y su parcialidad".

A continuación, los fragmentos más relevantes de su carta:

"Con relación a lo sucedido al final del partido clásico disputado en la noche de ayer, que finalizara como es de público conocimiento, es mi deseo ofrecer mis sinceras disculpas para todos por un comportamiento que no debí adoptar".

"Como saben (...), me desbordó la emoción y festejé la conquista y el triunfo en dirección a la tribuna popular de Peñarol".

"No fue mi intención de agraviar a nadie ni generar ningún tipo de violencia (...). Lo único que pensé fue en exteriorizar el sentimiento y me equivoqué en la forma utilizada".

"Encontrarme de golpe, recién salido de las formativas, en el monumento al Fútbol Mundial que es el Centenario, y logrado el triunfo con el primer equipo del Club del que soy gran hincha prácticamente en la hora, frente al tradicional rival, no me dejó pensar adecuadamente".

"Sin perjuicio de ello, lógicamente entiendo que no se justifica la agresión de la que fui objeto por parte de un jugador del equipo rival".