Mucho antes de jugar en Peñarol, Gary Kagelmacher (36) estuvo en el Real Madrid, sin embargo, no llevaba en su espalda su apellido de origen alemán. Gary para los amigos o “el uruguayo Gary” para los desconocidos, porque los españoles no lo sabían pronunciar, compartió alguna pretemporada y zona de recuperación con Raúl, Cristiano Ronaldo o Sergio Ramos, aunque no se animó a más que un “hola, buen día y nada más”. “Sí los veía en el PlayStation, cómo les iba a hablar”, recuerda. Fue todo muy rápido, de entrenar en una cancha del Carrasco Polo con Danubio a Valdebebas del Madrid con hectáreas de campos de fútbol, no tener que pasar por migraciones y calzarse un traje Hugo Boss para viajar en business.
Fue el verdadero “pellízqueme que estoy soñando”. Un fin de semana del año 2007 Gary dormía la siesta hasta que un grito de su mamá, que aguardaba con el teléfono de línea en mano, lo interrumpió. Lo que el pequeño alemán no sabía era que el sueño del que le hablaría su mamá pesaría mucho más.
—Es tu representante, dice que te quiere el Real Madrid.
—Mamá, no jodas, dejame dormir.
“No le creía, pero al Castilla se le había caído un jugador a último momento y me ofrecían dos años de contrato”, cuenta Gary, que armó el bolso y en menos 24 horas llegó a Madrid. Sin poder avisarle a sus amigos, a quienes desde España envió un MSN de Messenger, Gary estaba en uno de los mejores equipos del mundo gracias a su pasaporte comunitario.
Había salido campeón con Danubio en un torneo en el que había jugado muy poco, lo habían visto destacar en una selección Sub 20 que era integrada por jugadores como Edinson Cavani y Luis Suárez. Una semana antes de que el Real Madrid mostrara su interés, Gary había viajado a Basilea (Suiza). “Fui una semana y el entrenador quería que me quedara. Dijimos que ‘no’ porque esa semana se terminaba el periodo de pases. Me volví el 26 de agosto, medio bajoneado y dije ‘vamos a pelear el campeonato con Danubio’. El 28 de agosto me llama el Real Madrid”, recuerda Kagelmacher, que jugó un partido oficial a final de temporada. Y ahí empezó una larga estadía en Europa, donde conoció a su actual esposa y madre de sus tres hijas.
Un trotamundos: de los "hombres máquina" de Alemania a la megaseguridad y religiosidad de Israel
Se define como “un poco raro” porque le gusta sumergirse en culturas nuevas y con idiomas complicados. Y aunque en Alemania le fue un poco más leve por su herencia por parte de padre y por su educación, en Bélgica (Kortrijk), Francia o Israel no contó con la misma suerte. “Aún siendo mitad alemán, me costó la mentalidad, son bastante cuadrados en todo lo que hacen, todo es muy intenso, muy físico. Jugadores máquinas”, recuerda de su paso por el 1860 München. Lo agotó física y mentalmente, así que antes de terminar el contrato pasó de los -2 grados de Munich a los 35 de Israel al fichar con Maccabi Haifa, donde lo que más lo marcó fue la rigurosidad con la que cumplían con la religión. “No se podía jugar los sábados hasta las seis de la tarde por el Shabat, ni usar la electricidad, si estabas en el piso 15 de un hotel, tardabas 15 minutos en bajar, no podías pedir un café”, cuenta Gary y recuerda que en los aviones, que solo podían ser de aerolínea israleita, siempre viajaban con un policía encubierto y que a la hora de subir a los ómnibus siempre había una inspección previa.
“Al principio me pareció raro, un poco por ignorancia, porque en la tele es todo bombas, inseguridad. Al final fue una ciudad muy linda, un fútbol mucho más descontracturado. Era complicado que en Haifa no todos hablaban inglés como en Tel Aviv”, recuerda. “Hubo un solo episodio de atentado, que empezaron a quemar algo y lo vimos desde el entrenamiento. Ahí sonaron las alarmas y nos fuimos a casa. Cada uno tenía su búnker en el apartamento. Tuvimos uno o dos de esos. Por ahí también choca que el servicio militar está muy presente, en la entrada al shopping te abren el auto para ver qué tenés; hay detector de metales”, señala.
Su identificación con Peñarol y el 2021 "parecido" al 2024
“Ya se sabe lo que siento por Peñarol, es un club con el que me siento muy identificado, que me abrió las puertas después de estar muchos años afuera y tal vez en un momento en que la gente se había olvidado de mí. Tuvimos un 2021 muy bueno, parecido un poco a lo que fue este año de Peñarol con nuestra Sudamericana, saliendo Campeón Uruguayo”, dice al ser consultado sobre la posibilidad de volver a Peñarol. “No tenía intención de salir. Me fui rápido y llamó la atención”, recuerda de cuando firmó con León tras ser campeón, y explica que era una buena oferta económica y que a “su edad” luego del buen momento del club, era algo que tenía que aprovechar”.
Qué le sorprendió de Peñarol en la Libertadores 2024 y en análisis de Leo Fernández, Guzmán Rodríguez y Javier Méndez
“Miro a Peñarol y el fútbol uruguayo por si pego la vuelta”, comenta y hace una valoración positiva del año aurinegro. “Es difícil (competir a nivel internacional), pero hay que intentarlo. Creo que armando un buen equipo y con una buena mentalidad como tuvo Peñarol, se puede. Me impresionó que perdiendo 5 a 0 con Botafogo, más allá que el equipo en la vuelta haya cambiado, pudo ganar el partido y tal vez, si hacía un gol más, le metía un poco de susto a un equipo que todos sabemos lo que es y que terminó siendo campeón. Eso demuestra que estaban para competir”.
Consultado específicamente por los zagueros Guzmán Rodríguez y Javier Méndez, Kagelmacher opinó: “Han rendido muy bien, han mantenido una base y han sido regulares, la línea de cuatro en general, porque han cambiado los laterales, y el equipo se ha mantenido bien. Ellos fueron los que más jugaron y creo que Javier, al ser volante y que lo pusieron atrás, cumplió muy bien. Creo que también tiene muy buena relación con Guzmán, se complementan. Son jugadores diferentes, me gusta que los defensas centrales no sean iguales. Guzmán con mucho físico, rápido, joven, con muchas ganas también. Mantuvieron muchas veces el cero, acompañado con el arquero”.
Aunque Kagelmacher también jugó en México, no llegó a coincidir con Leo Fernández, pero confesó que lo sorprendió para bien con su desempeño en Peñarol. “No sabía que le pegaba tanto. Se hablaba de eso, pero en Peñarol me sorprendió, creo que a todos. Porque uno le puede pegar bien a la pelota, pero desde cualquier distancia, contra cualquier equipo. El de Fénix fue increíble, tiene un golpeo poco visto en el fútbol, la pelota va seca y rápido, no le da chance a los arqueros”.
Su futuro: por qué volver a Uruguay es una opción
Universidad Católica de Chile decidió no renovarle. “Fueron casi tres años muy lindos, la pasé muy bien. La no renovación era una posibilidad al vencer contrato, más cuando uno va creciendo en edad. No me había pasado nunca. Fue un pedido del DT. No pudimos clasificar a Libertadores, después hicimos una reunión de equipo y fue rarísimo porque era como un confesionario: todos los que terminaban iban pasando a la oficina, uno por uno, y ahí les iban comunicando más o menos la idea que tenían”, explica Gary, que estuvo seis partidos afuera por lesión y también tenía la desventaja de estar ocupando un cupo de extranjero. “Acá siempre se cumple el mínimo de cinco, no es como Uruguay”, explica.
El zaguero ha tenido conversaciones con varios equipos uruguayos e incluso se reunió con Liverpool días atrás para evaluar su regreso al país. También estudia ofertas en Chile, como Deportes La Serena, lo que implicaría una mudanza más leve para la familia.
"Es una situación rara, porque no me ha pasado mucho de estar así libre, sin club. Siempre o tenía años de contrato, o si hacía bien las cosas tenía la posibilidad de que venga un club y me compre, que ya es diferente. Decidir por uno mismo también es difícil, porque siempre quiero tomar la buena decisión, no apurarme, pero tampoco esperar mucho. Es una decisión familiar también”, explica quien hace casi seis años que volvió a estar un largo periodo fuera del Uruguay.
"Estuve dos años muy lindos en Peñarol y después me fui otra vez en el 2022, mis hijas están más grandes y la grande ya tiene sus amigas, su vida. Volver a Uruguay es una posibilidad, pero también quedarme en Chile. Estamos viendo qué será lo más conveniente para todos y tratando de esperar un poco y que no me mate la ansiedad y la impaciencia", explicó Gary, y confesó: "Hablé con varios clubes cuando estuve hace unos días en Uruguay, también por ese motivo decidí ir y juntarme presencialmente con los presidentes para hablar cara a cara. Me gusta que me cuenten cómo está el club, qué proyectos tienen, qué ideas, porque me gustan los clubes ordenados. Liverpool fue uno de los equipos con los que me reuní".
El debe con la selección uruguaya, su opinión sobre Marcelo Bielsa
"Quiero seguir jugando muchos años, pero he tenido una muy buena carrera, tal vez un poco silenciosa, porque yo no suelo hablar mucho, tengo un perfil más bajo", comienza a responder sobre si siente que le quedó pendiente la selección mayor. "Y continúa: "Creo que tuve momentos interesantes en mi carrera, tanto en el Real Madrid, como en Mónaco, como en Alemania, jugando siempre y destacándome. Me hubiese gustado por lo menos tener una oportunidad de un llamado por lo menos, después el puesto hay que ganárselo. Pero el hecho de nunca haber estado llamado si quedó en el debe para mí, me hubiese gustado mucho representar a mi selección en la mayor, más allá de haber estado en dos mundiales con la 17 y la 20".
Consultado sobre el actual entrenador de la Celeste, Marcelo Bielsa, opinó: "Me gusta porque se ve un fútbol lindo, moderno, rápido. Propone, ha sacado muchos puntos y ya casi tiene asegurado el Mundial. El Loco ha hecho un trabajo y se ve, hay un cambio. Y ha traído jugadores nuevos que eran un poco desconocidos y han rendido, creo que eso también tiene un mérito".
El que quiere seguir aprendiendo: va por su cuarto curso
Kagelmacher va por su cuarto curso y quiero seguir aprendiendo. "Empecé con un Gestión Deportiva en Conmebol. Fueron cinco meses y me gustó me gustó mucho tener esa instancia de hacer otra cosa que no sea el fútbol, me despejó la mente. Aprendí cosas que no tienen nada que ver con el deporte en sí, sino con la gestión humana y de recursos", explica el zaguero, que le agarró el gusto y fue a por más. Siguió con el curia de director deportivo y luego con el de scouting. "Ahora entiendo un poco más la cabeza de un director deportivo, entonces me gusta. Me veo en un futuro en ese rol", añade. Este finalizó el primer año de curso de entrenador. "Terminé la licencia CB. Me quedaría la A y la PRO", concluye Kagelmacher, un aprendiz del mundo y de la vida que continúa la búsqueda de nuevos desafíos.
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