ENTREVISTA

Kevin Méndez: la depresión que casi lo retira, qué opina del caso Coelho y la charla íntima con Estoyanoff

El 10 de Peñarol contó cuál es el rol que cumple su familia en su carrera y cómo lo ayudaron para lidiar con un “pico depresivo”. También dio su opinión acerca del paso de un jugador desde un grande a otro.

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Kevin Méndez en Peñarol-Boston River. Foto: Juan Manuel Ramos.

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Kevin Méndez lleva la 10 de Peñarol en sus espaldas y detrás de su primer arribo al club de sus amores hay una historia de resiliencia que narra el paso de su Flores natal hasta la pensión del aurinegro, la manera en la que lidió con un "pico depresivo" que le arrebató la alegría y en qué se apoyó para no abandonar el fútbol. En diálogo con Ovación, el atacante también se refirió al paso de Leonardo Coelho de Nacionalal mirasol y reveló una anécdota con Fabián Estoyanoffque lo marcó de por vida.

-¿Qué idea futbolística les comenzó a transmitir Alfredo Arias en los entrenamientos?
- Hemos hecho entrenamientos en espacios reducidos y lo que le gusta mucho es tener la pelota. Pero tenerla con criterio, no la tenencia que quizá hay en otros equipos, que la pasan mucho hacia los costados. Tenerla para generar espacio y ser profundos. Y pide mucha intensidad, tanto para atacar como para defender. Le gusta que apenas perdamos la pelota vayan tres o cuatro jugadores sobre la zona a presionar y recuperar rápido para volver a tenerla y atacar. Le gusta salir de abajo, el buen trato de pelota, no le gustan los pelotazos sin criterios o el no darle opción de pase al compañero cuando hacemos salida de pelota desde abajo.

-¿Cómo se trabaja la presión y el saber cuándo se puede arriesgar y cuándo no?
- Sabemos que cuando arranquemos el campeonato corremos de atrás, y que los ojos van a estar puestos en nosotros con un nuevo entrenador, una nueva idea, y quizá en cómo tenga o como quiera esa idea del entrenador va a generar que la gente se ponga fastidiosa si las cosas no salen de entrada, que se irrite y no tenga paciencia. Eso lo tenemos recontra asumido y sabemos que el secreto está en convencerse de la idea del entrenador, de que muchas veces si las cosas al principio no salen, como puede pasar, no apartarse de ese camino.

Kevin Méndez en Boston River vs. Peñarol.  Foto: Leonardo Mainé.

-Sos una persona familiera a la que en su momento le costó el pasaje de Flores a la pensión de Peñarol, ¿cómo viviste esa adaptación?
- Me crié en una familia muy humilde, con muy pocos recursos, no teníamos casa y vivíamos con mis abuelos. Justo en el momento en el que me estoy por venir a Montevideo se separaron mis padres y fue un choque desde lo emocional. Y en nuestro caso también desde lo económico. Se hizo todo muy cuesta arriba, yo me fui a Montevideo porque en ese momento la condición era que me fuera a vivir a la pensión del club. Allí siempre me trataron muy bien, tenía a Silvia, que fue una segunda mamá, y a toda la gente del club. Pero obviamente que hubo momentos difíciles donde estuve depresivo porque hacía liceo de lunes a sábado y nosotros competíamos los domingos. Y, entre que tenía poco tiempo y no tenía recursos económicos para viajar al interior a ver a mi familia empecé a pasarla mal, a extrañar a mis amigos, que en ese momento estaban en Flores haciendo liceo. Y me dio un pico depresivo, tuve que ir al psicólogo y con ayuda de terapia, del club y la selección Sub 15 pude salir adelante. También estuve un tiempo medicado y fue una etapa de aprendizaje que me sirvió. En algún momento también pensé en volverme hacia mi pueblo porque extrañaba mucho.

-¿Qué siente a nivel interno una persona que transita la depresión?
- Lo que me pasó fue que perdí las ganas de todo, la alegría de jugar al fútbol. Yo me vine a Montevideo porque me gustaba jugar al fútbol y era hincha de Peñarol, pero no me veía en ese momento jugando en Primera, consolidado. Lo veía como estar haciendo mi camino, pero jugaba porque me gustaba hacerlo y porque me divertía jugando. En ese momento había perdido la alegría, pasaba triste todo el día, acostado. No tenía ganas de nada, ni de compartir con amigos, ni de ir al liceo o a entrenar. Esos creo que fueron los síntomas más graves. Tenía ganas de irme a mi casa, de estar con mi madre, con mi amigos. En ese momento mis padres me llamaban y me decían: 'Esto es lo que vos soñaste toda tu vida, lo disfrutás, te gusta jugar al fútbol', y yo ponía en la balanza y sentía que me faltaban un montón de cosas que no me hacían disfrutar de lo que más amo, que es jugar al fútbol. Y después con ayuda de profesionales, el club y mi familia, que fue fundamental, pude salir adelante. Y quizá todas esas cosas que me faltaban las convertí en motivación para que me sirvieran para seguir empujando hacia adelante.

-¿Recordás alguna charla con un familiar que te haya motivado a seguir?
- A mí una frase que me quedó muy marcada de chiquito es una que me dijo mi padre, fanático de Peñarol: 'Seguí por este camino intentándolo que el día que debutes en Primera División yo voy a estar sentado en el sillón tomando una cerveza y mirándote por la televisión'.

Kevin Méndez en su primer entrenamiento con Peñarol. Foto: @OficialCAP

-Fabián Estoyanoff es un referente en el tema de salud mental en el fútbol y siempre te pasaba a buscar para ir a entrenar en Peñarol, ¿tenés alguna anécdota con él?
- Una anécdota fuerte con él que me marcó mucho ocurrió cuando me quise comprar mi primer auto. Iba con él a entrenar y en esa época el Lolo tenía un Camaro. Y claro, para mí era como: 'Pah, mirá en el auto que anda el Lolo'. A mí me habían regalado un Peugeot que solo lo podía usar en el interior porque aún no era mayor. En ese momento a mí me pasó todo muy rápido: me fue bien en la selección, había algún interés del Barcelona, me habían subido al primer equipo y uno como chico se le vuela un poco la cabeza, pierde un poco el rumbo. Me acuerdo que en esa época me iba a comprar mi primer auto y quería un Peugeot RCZ al que se le abrían las puertas para arriba y todo el entorno mío me decía: 'Escuchá, si vos empezás con este auto con 18 años recién cumplidos cuando tengas 25 años tenés que andar en un avión'. Y se me ocurre la idea de preguntarle al Lolo porque necesitaba a alguien que me diera una respuesta positiva, alguien que me diga: 'Sí, andá, comprátelo, te lo merecés, te lo ganaste'. Entonces elegí al Lolo porque dije: 'Ta, le encantan los autos, me lleva todos los días, tengo gran relación, tiene un Camaro y es imposible que me diga que no'. Entonces le dije que estaba “encachilado” con ese auto y me respondió: 'Sabés que me ponés entre la espada y la pared, no? Porque a mí me encantan los autos y soy fanático de que cada uno pueda darse los gustos que quiera o que le guste en ese momento, pero te tengo que decir que tiene razón tu entorno. Porque si vos te comprás ese auto ahora, está divino, pero es mucho auto para la edad que vos tenés'. Entonces le dije que él andaba en un Camaro y me contestó: 'Sí, está bien, pero yo ya hice mi carrera, ya estuve afuera, ya tuve otras prioridades y hoy lo puedo hacer. El día de mañana cuando vos tengas mi edad lo vas a entender'. Yo quedé medio quemado y me compré una Ford EcoSport. Él luego vino y me dijo: 'Lo mejor que hiciste fue comprarte otro auto más chiquito porque el día de mañana cuando tengas un auto mejor te vas a acordar de mí'. Y fue una anécdota que me marcó.

-¿En el caso de Leo Coelho hay dos escuelas: la que dice que el fútbol es un trabajo y que si te ofrecen mejores condiciones es normal cambiarlo, y la que dice que hacerlo está mal por una aparente “traición” a los colores, ¿cuál es tu opinión?
- Creo que no se puede comparar al jugador de fútbol con aquellos que dicen: si vos trabajás en un supermercado, viene otro y te ofrece el doble te vas. Sí, es una realidad, pero no se puede trasladar al fútbol porque son cosas totalmente diferentes. Y no comparto con aquellas personas que insultan y/o agreden al jugador o a la familia porque se va de un club a otro. Hay jugadores que lo ven desde el lado profesional y dicen: 'Yo jugaría en Boca y en River '. Pero hay otros que dicen: 'No, yo jugaría en Boca y no en River'. Y es sumamente respetable todo. Este caso es particular porque Coelho es extranjero y quizá no tiene ese apego a ser hincha de un equipo uruguayo. Pero bueno, muchas veces pasa que estando en Peñarol te preguntan: ¿Jugarías en Nacional? ¿Y vos en ese momento qué vas a responder: ¿sí jugaría en Nacional? Es mentira que lo harías. Quizás no lo hagas o quizás sí, pero muchas veces la gente se enoja porque dice: 'Ah, no, porque aquel dijo que no jugaría en Peñarol'. Sí, está bien, pero si vos sos jugador de Nacional y te preguntan si jugarías en Peñarol vas a decir que no, y viceversa. Porque si no en ese momento te cabás tu propia fosa. Te metés en un problema. Yo, que soy hincha de Peñarol y pude criarme en el club de mis amores, no jugaría en Nacional, pero sí respeto a aquellos que lo hacen y lo ven desde el lado profesional. Está perfecto y no por eso vamos a entrar a insultar o amenazar, eso es una locura. Creo que está en todo su derecho para poder hacerlo, es sumamente correcto si así lo desean.

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