Redacción El País
El fallecimiento de Juan Izquierdo sigue teniendo repercusiones en el mundo del fútbol y también emotivos mensajes y recuerdos. Uno de ellos lo protagonizó Juan Viera, más conocido como “Negro Tito”, utilero de Peñarol.

En charla con el programa “#Minuto1” (Carve Deportiva), el funcionario del club carbonero contó por qué fue al velatorio del zaguero de 27 años fallecido este martes luego de haber estado cinco días internado en el Hospital Albert Einstein de São Paulo tras haber sufrido una arritmia cardíaca en pleno partido que Nacional jugó ante el equipo paulista por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores.

Foto: Archivo El País.

“Él (Juan Izquierdo) estuvo todo el 2019 en Peñarol y había una mesa que ahora está pero con cosas arriba en el fondo en Los Aromos. Y esa mesa es de fierro pero arriba es de madera. Un día que pasaba para lavar unos zapatos me dice cuando vengas ayudame. Le pregunté ‘¿qué paso Juan?’ Negro ayudame a tocar el tamboril. Y muchas veces tocábamos el tamboril arriba de esa mesa, uno en una punta y otro en la otra. Entonces empecé a pensar que si yo no iba (al velatorio), era una rata porque estando ahí tocando el tamboril con él 10 minutos, cinco o lo que sea, y si no iba, yo me iba a sentir mal todos los días cuando me acostara, al momento de almorzar o cenar. Me iba a sentir mal. Entonces dije ‘tengo que ir’ y fui para estar presente y despedirlo”, contó el “Negro Tito”.

El utilero mirasol agregó: “Si no me veía ningún dirigente para que yo pueda entrar, eso o lo otro era otro cantar, pero yo tenía que estar en la puerta de la sede de Nacional. Fui y me sentí bien y así lo recordaba bien”.

Angel, Asteggiante

Por otra parte, el “Negro Tito” recordó otra anécdota con Juan Izquierdo en medio del pasaje del zaguero por Peñarol: “Nunca me equivocó pero a veces pasa. Le di una camiseta o canilleras que no eran de él y me dice ‘¿bo Tito qué te está pasando en la cabeza? Mirá las canilleras que me diste’, me dijo en tono de broma y después, también bromeando, me tira: ‘Tito poné atención’”.

Además, el utilero carbonero contó cómo fue su llegada a la sede de Nacional el día del velatorio de Juan Izquierdo: “La gente me abrió el paso y mucha empezó a aplaudir, me tocaron la espalda y la seguridad del club me vio y me dejaron pasar. Hasta Balbi me dio un abrazo y me agradeció por ir. Pasa que unos primero, otros después, vamos por el mismo camino, pero hay desgracias que a veces son bravas. Como le digo siempre a Gregorio Pérez, la vida es un juego. El de arriba se ríe de nosotros y tomando mate dice si te tenés que morir mañana”.