Por Nahuel Casuriaga
Era uno de los condimentos que tenía el clásico: el estreno de Leo Coelho con la camiseta de Peñarol puesta luego de salir campeón uruguayo con Nacional en la última campaña.
Todo había comenzado de manera amena en la antesala del partido. Cuando la voz del estadio anunció a los titulares y suplentes, ninguno de los tres jugadores con trayectoria en ambos clubes (Sebastián Rodríguez, Maxi Perg y el zaguero brasileño) habían sido fuente de abucheos o silbidos por parte de las parcialidades de Nacional o Peñarol.
De hecho, los cánticos de tricolores y mirasoles habían sido tan elevados que dejaron en segundo plano al altoparlante. Aun cuando en la formación titular estaba el volante con pasado en Emelec.
Sin embargo, todo cambio a 12 minutos del final cuando se produjo el ingreso de Leonardo Coelho en lugar de Yonatthan Rak. Ni bien vieron que el defensor se posicionó para entrar, los fanáticos del albo comenzaron a silbar con mucha fuerza convirtiéndose en protagonistas.
Y luego comenzó un cántico dedicado al jugador: “Poropopó, poropopó, el que no salta abandonó”, expresaron con motivo de demostrarle su descontento con la decisión del futbolista, que decidió no renovar con Nacional y arribar a Peñarol.
La canción comenzó a utilizarse después de aquel episodio ocurrido el 27 de noviembre de 2016 en el Estadio Centenario: una garrafa fue arrojada desde la parte alta de la tribuna Ámasterdam hacia un grupo de Policías en la antesala del clásico y el trámite debió suspenderse.
El hecho de violencia hizo que el ganador del partido se decidiera en los tribunales, con el triunfo decretado para el conjunto tricolor. En este sentido, una canción que había sido creada con antelación, terminó siendo un cántico de los hinchas de Nacional para Leo Coelho al momento de ingresar.
Un segundo antes de pisar la cancha, Alfredo Arias llamó a Coelho, le dedicó unas palabras en referencia al hecho que había sucedido y luego le dio una palmada en señal de apoyo.
El episodio terminó con Coelho yendo a su sector en el campo y la hinchada del aurinegro levantando el tono para alentar al equipo al ritmo de “tenemos que ganar”.