La convicción que venció a los millones de dólares: las claves del gran triunfo de Peñarol ante Flamengo

El equipo de Diego Aguirre dio un gran golpe, ganó 1-0, pegó primero en los cuartos de final de la Copa Libertadores y ahora deberá confirmar en Montevideo lo hecho en Río de Janeiro.

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Enviado a Brasil / Río de Janeiro
Los brazos al cielo y los puños cerrados de Diego Aguirre lo dicen todo. Los hinchas de Peñarol cantan en la tribuna de un Estadio Maracaná que otra vez volvió a quedar en silencio por culpa de un equipo uruguayo.

Esta vez no fue la selección. Esta vez fue Peñarol. Sí, lo hizo de nuevo. Como en 1982. Como en 2019. El Carbonero se agigantó en la misma cancha que le dio a Uruguay la Copa del Mundo de 1950, volvió a ganarle 1-0 a Flamengo y pegó primero en la serie de cuartos de final de la Copa Libertadores que definirá el jueves 26 de setiembre desde las 19:00 horas en el Estadio Campeón del Siglo.

Y nada fue casualidad. Anoche en Río de Janeiro primó la causalidad y todo tiene una explicación: Diego Vicente Aguirre. Más allá de cómo pueda llegar a terminar esta historia de Peñarol en el torneo, el entrenador de 59 años demostró -una vez más- que tiene un idilio especial con la Copa Libertadores. Y por supuesto, con el club de sus amores.

Diego Aguirre en la previa del partido entre Flamengo y Peñarol por Copa Libertadores.
Diego Aguirre en la previa del partido entre Flamengo y Peñarol por Copa Libertadores.
Foto: @OficialCAP.

La Fiera planificó el partido que se dio y su plan fue perfecto porque desde el inicio del encuentro, el Mirasol tuvo orden, velocidad para salir de contragolpe y también un poco de suerte, de esa que siempre hay que ayudar. Y Peñarol anoche la ayudó un montón.

Es que a esa salida rápida de contragolpe, le sumó efectividad porque la primera chance que tuvo, la mandó a guardar. Fue a los 12’, cuando Leonardo Fernández lanzó una contra en campo propio para Jaime Báez, quien le puso un notable pase a Maximiliano Silvera y el delantero -de enorme partido y despliegue físico en Maracaná- asistió a Javier Cabrera. El Cangrejo, con un remate mordido que entró pidiendo permiso tras un esfuerzo en vano de Agustín Rossi, abrió el marcador.

El festejo de Javier Cabrera y Leonardo Fernández en el partido entre Flamengo y Peñarol por Copa Libertadores.
El festejo de Javier Cabrera y Leonardo Fernández en el partido entre Flamengo y Peñarol por Copa Libertadores.
Foto: @OficialCAP.

Delirio absoluto de los hinchas de Peñarol en una tribuna que del lado de Flamengo, quedó muda por primera vez en la noche carioca y que enseguida reprobó la actuación del equipo local, algo que se iba a repetir en varias oportunidades más.

Es que el equipo de Tite tuvo la pelota -fue 76% a 24% a favor del Mengao que llegó a tener un 80-20 en la primera parte- pero no la efectividad necesaria como para empatar el partido.

Eso sí, chances tuvo y algunas muy claras, pero se encontró con la figura de Washington Aguerre, quien en la primera parte tuvo dos muy buenas atajadas y que en el complemento completó una fantástica actuación.

Washington Aguerre con varios jugadores de Peñarol.
Washington Aguerre con varios jugadores de Peñarol.
Foto: AFP.

Los minutos pasaban y Flamengo no hilvanaba el juego que su hinchada esperaba. Pases incompletos o mal entregados que automáticamente generaban abucheos de casi todo el Maracaná llevaron a que Tite moviera el banco en el entretiempo. Sacó a Guillermo Varela y puso a Wesley, mientras que Aguirre mantuvo el mismo equipo que en los primeros 45’ lo dio todo.

La tónica del encuentro no cambió. La iniciativa del juego era del Mengao. La pelota también. Pero Peñarol tuvo una virtud: el balón lo tuvo muy poco, pero lo aprovechó bien o al menos eso intentó porque en el complemento volvió a generar -con la misma receta de la primera parte- algunas chances de peligro.

Y mientras los minutos seguían pasando, las figuras del Mirasol se agigantaban. Desde Aguirre, pasando por los zagueros, el mediocampo y los atacantes, el equipo elevó al máximo su rendimiento y dio un 200% ante un rival que definitivamente no logró encontrar los caminos, que se nubló, que se puso un balde más grande que todo Maracaná y que ahora deberá salir a buscar de visitante un triunfo para luchar por su pasaje a semifinales.

Eduardo Darias abraza a Javier Cabrera luego de su gol para Peñarol ante Flamengo en Copa Libertadores.
Eduardo Darias abraza a Javier Cabrera luego de su gol para Peñarol ante Flamengo en Copa Libertadores.
Foto: EFE

En el aurinegro, lo colectivo y lo solidario del equipo fueron aspectos que estuvieron muy por encima de las individualidades, pero una cosa llevó a la otra y hubo figuras que ayer terminaron de meterse al hincha en el bolsillo como Aguerre, Javier Méndez, Damián García, Javier Cabrera y Maximiliano Silvera, quien no paró de correr y luchar por cada pelota, pero salió algo sentido y encendió todas las alarmas.

Peñarol demostró su estirpe otra vez, silenció nuevamente el Estadio Maracaná y se sigue permitiendo soñar en la Copa Libertadores. Lo tiene más que merecido.

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