Era imposible tener la bola de cristal y saber lo que pasaría el viernes a primera hora. También difícil predecir hasta qué punto iba a estar dispuesto a llegar el vicepresidente de Nacional, Flavio Perchman, al momento de negociar con Juan Delgado (Boston River) por Jadson Viera, quien finalmente seguirá siendo el técnico del club. Pero ayer la novela se terminó a última hora y hoy, estimados lectores, hay margen para contarles con lujo de detalles la obra de cómo Pablo Peirano se convertirá en el nuevo entrenador de Nacional a partir del lunes.
Primer acto. La delegación tricolor aterrizó en el Aeropuerto de Carrasco dos horas después de lo previsto y los juveniles Jeremía Recoba y Paolo Calione cargaron con los bolsos de la utilería, que, decían, pesaban “más que un camión”. Más atrás, llegó Perchman, el hombre de peso del área deportiva, que empezó a acelerar esa misma madrugada antes de acostarse a dormir, según contó a Ovación un empresario que vio su llamada perdida al otro día, temprano, al levantarse por la mañana.
Segundo acto. Adentrada la tarde, habían quedado por el camino varias posibilidades de entrenadores, pero no la de Pablo Peirano, uno de los nombres que entró en carpeta el jueves por la noche, detrás de Viera, durante la escala que el plantel de Nacional hizo en Perú. Finalmente su nombre ganó fuerza porque el club no quiso romper lazos institucionales con Boston River ni forzar una salida “desprolija”
Tercer acto. El vicepresidente enfiló para la casa de Peirano, que lo recibió de manera muy amistosa y, con un abrazo y un beso, le confirmó antes de irse que el trato estaba hecho.

Mientras el entrenador intercambiaba opiniones de fútbol, Thiago, su hijo, había bajado a practicar en la escuelita de enfrente. El papá interrumpió la reunión, bajó a abrirle y no le sacó la mirada hasta que lo vio del otro lado de la acera.
Enseguida subió de nuevo a su apartamento y sumó una planilla al intercambio: “El 85% fue de fútbol y un 15% de cosas aleatorias. Le expliqué cómo habíamos llegado al nombre de él, que estaba por su perfil desde un principio y por qué se había dado”, le dijo a la salida el vice a Ovación, que se encontraba en el lugar.
Y profundizó: “Es un técnico que hizo dos muy buenas campañas en Racing y en Danubio, que después le tocó salir y hace siete años está en el exterior. Ha repetido equipo, que es una cosa muy buena; tiene un excelente profe (Javier Carballo) y muy buen ayudante (Javier Tetes) también. En todos los lugares que ha estado ha dejado buena marca y jugadores que ha tenido han dado muy buenas referencias. Está en una muy buena edad para llegar al club y estamos convencidos”.
Durante el intercambio, que se extendió por más de dos horas, se dio un hecho curioso en la casa anexo a la de Peirano. Un niño, con la camiseta de Peñarol, empezó a darle besos al escudo de Peñarol y a hacer ademanes mientras Peirano y Perchman seguían conversando.
También un hombre se molestó por la “invasión” de la privacidad y le hizo un reproche por lo bajo al camarógrafo del Canal 12. Pero la situación no pasó a mayores.
Flavio Perchman tras reunirse con Pablo Peirano: “La parte deportiva quedó muy clara. Vine a terminar la reunión con él. Me queda hablar el aspecto económico, pero está todo encaminado para que el lunes sea el nuevo DT de Nacional”. pic.twitter.com/Ulnt3walrz
— Diego Domínguez (@Digadoma) April 5, 2025
Thiago, el hijo del DT que estaba practicando enfrente, empezó a estirar y el silbato puso fin a la práctica cuando el viento ya resoplaba y el clima gélido se ilustraba en el humo que salía de la boca de los vecinos que hablaban a pocos metros del lugar.
El pequeño es uno de los que aparece en la foto de perfil de su padre, que luce sonriente y también se muestra acompañado de su otro hijo. Ambos tienen puesta la camiseta de Nacional, club por el que Peirano ya pasó durante su etapa como ayudante técnico de Gerardo Pelusso (2014).

“Martín Ligüera va a dirigir mañana (por hoy) el entrenamiento, va a elegir a los jugadores y va a ir a Melo. No me parece lógico que Pablo esté al frente del equipo. Es una situación incómoda que no tenemos por qué pasar. Que el lunes arranque y se quede preparando el partido de Copa con Bahía” es lo mejor, entiende Perchman y coinciden sus dirigentes más cercanos.
A los ya señalados Javier Carballo y Javier Tetes está cerca de sumarse Diego Ligüera, hermano de Martín y, además, el área deportiva está trabajando para incorporar a Santiago Espasandín, que actualmente dirige a la Cuarta División del club.
A falta del acuerdo económico en el contrato, el pacto de palabra ya está hecho y, de no ocurrir nada extraño, el lunes ya quedará oficializada la contratación. Fue una larga historia con diferentes protagonistas y capítulos, pero al final del día la obra tuvo nombre y apellido: Pablo Peirano.