A puro vértigo. Así es como ha pintado su estilo de conducción Marcelo Bielsa en muy poco tiempo al frente de la selección uruguaya.

Con la intención de salir a proponer, a sabiendas de que puede quedar expuesto, el entrenador formó una comunión con los futbolistas que ya se ve reflejada hoy, cuando aparecen unos metros más adelantados en la cancha.

El ahogo al rival, la velocidad por las bandas y la verticalidad colectiva son algunas de las patas que componen su orquesta futbolística, que tiene como primer lema la premisa de desplegar un fútbol asfixiante y extremadamente ofensivo.

En esa línea, y con el esquema (4-3-3) y la idea ya procesada, hace falta que el trabajo pase a un segundo terreno en el que los conceptos se solidifican y el rival de turno lo padece. Y en eso es que se lo encuentra hurgando a esta hora.

La parada de mañana será, probablemente, la más complicada desde el comienzo de su proceso tras sortear a Colombia en Barranquilla y perder con Ecuador en Quito.

Aunque Brasil llegará golpeado, porque perdió a dos jugadores más para el partido y se despidió entre abucheos luego de su turbulento empate con Venezuela en el Arena Pantanal, Uruguay todavía no tiene un 11 definido y es por eso que el entrenador no le quita la vista a Sergio Rochet (aún en duda), a Mathías Olivera y a Joaquín Piquerez para elegir un lateral, y a Agustín Canobbio y Maximiliano Araújo, que parecen haberse ganado la chance como titulares en los extremos.

Foto: Francisco Flores.

Los trabajos de ayer en el Complejo Celeste fueron variados. El arquero de 30 años, por ejemplo, ensayó ejercicios específicos de su puesto junto a Mele y Franco Israel y evidenció alguna leve muestra de que su dolor aún sigue, pese a que, cree, estará apto para jugar.

Por otro lado, Olivera, con su ingreso goleador en Colombia, sumó puntos y se paró un escalón por encima de Piquerez, de mal partido ese día.

La tarea, en este caso, les implicará, además de atacar, frenar los intentos de dos velocistas que también tienen gol, como Vinícius Júnior y Rodrygo Goes, y relojear a un Neymar que jugará suelto en el ataque.

Una vez que ate esos cabos, Bielsa tendrá que dar vuelta la página y pasar a la pizarra del ataque. A raíz de la baja de Danilo, se le abrirá una puerta en la que puede encontrar los caminos para dañar a Brasil en una zona sensible.

La ausencia del lateral derecho, que ya quedó al margen para mañana por la lesión que sufrió en el bíceps femoral en el partido pasado, le dio alas a Yan Couto, quien ingresó en su lugar a los 42 minutos del primer tiempo.

ESTEFANIA_LEAL

El debutante estará desde el vamos en el Estadio Centenario, donde más de 50.000 voces rugirán a favor de Uruguay.

Del lado opuesto, sobre la izquierda, el protagonista brasileño será Guilherme Arana, que no estaba convocado desde hacía prácticamente un año y que se perdió el Mundial de Qatar 2022 a último momento tras romperse la rodilla.

En ese sentido, si Bielsa lo aprovecha, la Celeste puede hacer daño inquietando por dos lugares que históricamente fueron el fuerte de los brasileños.

Para esta cita, el técnico contará nuevamente con Matías Viña, que había sido suspendido por acumulación de amarillas, y bajo la lupa estarán Federico Valverde, Sebastián Cáceres, Manuel Ugarte, Nicolás De la Cruz y Mathías Olivera.