Ricardo Alarcón, expresidente de Nacional, se refirió a las idas y vueltas del dilema clásico sobre si debe haber hinchas visitantes en el encuentro Peñarol vs. Nacional este sábado 1 de abril (16:00 horas) en el Campeón del Siglo. Además, dijo dónde verá el partido, qué le pareció la decisión de la directiva tricolor y rechazó naturalizar el jugar un "partido de alto riesgo".
“Soy de una época en la que no había división de hinchadas, estaban juntas. Yo iba con mi hermano de Peñarol y nos sentábamos juntos y gritábamos juntos. Y cuando terminaba el partido nos íbamos juntos. Ir al estadio era ir a una fiesta, ¿por qué nos robaron el fútbol?”, expresó al programa 12PM (Azul FM). Consultado acerca de quién robó el fútbol, Alarcón continuó: "Las organizaciones que especulan con la violencia. La violencia es un negocio, sino no habrían hinchas de Nacional violentos, defendiendo a hinchas de Peñarol".
"Yo soy de la época que tuvo que correr contra la dictadura. ¿Situaciones violentas por un partido de fútbol? Es absurdo. Pero mas absurdo es que naturalicemos situaciones que son aberrantes. ¿Cómo puede ser que no pueda ir con mis nietos a una cancha? Cuando yo peleaba por no tener alambrado en el Parque Central, me di cuenta de que ninguno debería tener alambrados".
El expresidente albo también explicó cuál era la "Cultura Nacional" del momento en el que llegó al mando tricolor. "La cultura fue tratar de reposicionar el carisma. No el carisma de Hollywood, el carisma como hacedor, de la solidaridad, de darnos la mano. El carisma de decir el fútbol es un deporte al que todos veníamos a divertirnos, los que se adhieren a estos colores y a otros colores", dijo.
"El ser humano de pronto toma decisiones sin dominar la emoción. Entonces la confunde con la pasión y lo desborda. Cómo es posible que como hay un poco de pasto y un tipo que corre con la pelota por encima, vestido con una camiseta, yo no sé nada de él, solo que tiene una habilidad y cuando el hombre mete la pelota dentro de los tres palos grito desaforadamente. Pero si ese hombre tiene otra camiseta, me sentía defraudado, hasta lloré. A veces no tomamos criterio. Cuando nuestro cuadro gana sentimos que ganamos y no hicimos nada. Lo mismo cuando perdemos. Es algo extraño. La gente dirá '¿este tipo que fue presidente ya no ama el fútbol?' Yo amo a mi club y por mis venas corre sangre de tres colores, pero trato de razonar, más allá de la pasión, que la vida es mucho más que eso", reflexionó acerca de la pasión por el fútbol.
"En Uruguay estás bombardeado por noticia políticas, accidentes... cuando estás fuera del país no te enterás de eso. Volvés y te encontrás con lo mismo. Vivís atormentado por ese clima. Uno tiene que despegarse y no estar desbordado por esas cosas", añadió.
"¿Por qué naturalizamos que alguien diga que este partido es de alto riesgo? Si un partido es de alto riesgo no se debe jugar, es simple"
"Fui al clásico de los líos (noviembre de 2022 en el Gran Parque Central). Este lo voy a ver por televisión", sostuvo Alarcón. "Me parece muy bueno que alguien agarre el sartén por el mango y diga la verdad. Lo que hoy hablábamos de lo absurdo, a veces uno naturaliza lo absurdo. ¿Por qué naturalizamos que alguien diga que este partido es de alto riesgo? Si un partido es de alto riesgo no se debe jugar, es simple".
"Hablando de lo absurdo, yo vi el último partido de Nacional, en el que hubo un sector de hinchas que gritaban en el Parque Central contra la directiva, porque querían que los hinchas de Peñarol vayan al Parque. La barra brava, que se supone, se pelean con Peñarol, asumieron la defensa para que los otros vayan al clásico. Este el mundo del revés".
"Me pareció excelente la decisión de los dirigentes de Nacional de decir nosotros ofrecimos el Gran Parque Central y hubo unos hinchas de Peñarol, que no representan a Peñarol".
Reflexión personal
Tras estar internado en estado delicado por contraer covid-19 en 2021, Alarcón se tomó la vida de otra forma. Acerca de esto comentó: "El Ricardo que salió de esta experiencia está más allá del bien y el mal, me tiene sin cuidado lo que la gente dice de mí, me importa lo que yo pienso de mí".