Redacción El País
Fue un momento determinante de la final de Copa Sudamericana entreLiga de Quito y Fortaleza. Tinga, capitán del equipo brasileño, ya había celebrado el 3-3 parcial en la definición por penales y le trasladó la responsabilidad a Alexander Alvarado, un rival. Pero el jugador del equipo ecuatoriano no pudo vencer a Joao Pedro y los dirigidos por Juan Pablo Vojvoda quedaron a un gol del primer título internacional de su historia.

Llegó el remate de Pedro Augusto y, en un momento crítico para la Liga, apareció Alexander Domínguez, exarquero de Cerro Largo, con una atajada monumental para salvar a su equipo de la derrota.

Foto: Gastón Britos/EFE.

Luego Piovi celebró para los ecuatorianos y llegó el turno del remate del argentino Brítez. ¿Qué pasó? Una vez más Domínguez se hizo gigante y la Liga se consagró campeona de la Sudamericana por segunda vez en su historia. A su vez, sumó el quinto título internacional de su historia.

Tras el final del partido, la figura transmitió su alegría por la coronación: “Se lo prometí a papá oso y lo pude cumplir. Me puedo ir del fútbol cuando diosito lo disponga porque todos mis sueños se han hecho realidad”, inició. La referencia fue para Rodrigo Paz, presidente vitalicio de la Liga de Quito, quien falleció hace dos años.

Paz fue el mandatario del club durante su época dorada que incluyó la coronación en la Libertadores 2008, la Sudamericana de 2009 y las Recopas Sudamericana de 2009 y 2010. Ahora el club tiene a Esteban Paz, su hijo, como máximo dirigente.

Luego Domínguez añadió: “Le quiero agradecer a mi familia que en los momentos difíciles han estado. Estoy consiguiendo otro sueño más para el país y para la Liga, que se lo merece por esa linda hinchada”.