La Copa Libertadores es un torneo que se ha hecho cuesta arriba para Peñarol en los últimos años, más allá de que es una realidad del fútbol uruguayo en general. La edición 2024 renovó la ilusión de los aurinegros, no solo por el plantel con el que cuenta el club, sino también por la presencia de Diego Aguirre en el banco de suplentes.
De todas maneras, no dejó de ser un camino empinado en el que el aurinegro vuelve a estar en el debe, al menos jugando fuera de casa. Son nueve partidos sin victorias en el exterior por Copa Libertadores y los dos encuentros que tuvo hasta el momento en esa condición tuvieron un denominador común y es que Peñarol pareció merecer un poco más de lo que se llevó sobre todo por lo hecho en el segundo tiempo.
La primera ocasión fue en el Gigante de Arroyito ante Rosario Central donde el aurinegro tal vez jugó demasiado atrás en su campo y eso le dio las chances de gol al Canalla que a posteriori le permitieron poner el único gol del encuentro.
Los números de Sofascore indican que en esa primera parte, a pesar de que Peñarol estuvo mejor en la posesión (49% vs. 51%), el Canalla provocó nueve tiros y cuatro de ellos al arco, mientras que Peñarol apenas dos y ambos desviados. A su vez de esos nueve, el equipo de Russo generó seis de esos tiros dentro del área mirasol, así como también ganó 5-1 en materia de tiros de esquina.
¿Qué pasó en el complemento? Ocurrió todo lo contrario porque los tiros fueron 9-2 otra vez, pero en este caso a favor del aurinegro y el equipo de Aguirre se adueñó todavía más de la posesión (36% vs. 64%) así como tuvo seis de esos remates dentro del área que defendió Fatura Broun.
La particularidad es que la misma tónica se dio en suelo norteño ante Atlético Mineiro, más allá de que perdió la posesión en ambos tiempos, pasó de un 72% vs. 28% a un 54% vs. 46% emparejando el trámite, tal como lo hizo en el resultando.
En materia de tiros al arco los números indican que el 8 - 4 del primer tiempo a favor del Mineiro pasó a un 4-9 que favoreció al aurinegro, así como también quedó claro que los de Diego Aguirre apostaron mucho al remate a distancia porque en el complemento siete de esos nueve remates fueron desde lejos.
Son números, es cierto, pero marcan en parte lo que se vio dentro del campo de juego donde Peñarol se animó a ir a buscar el resultado, pero por momentos pareció que lo hizo tarde porque en los dos partidos ya estaba en desventaja en el marcador.
En el último juego del mirasol por fase de grupos y como visitante tendrá que viajar a Venezuela para medirse con Caracas en un partido donde, está claro, tendrá que ser protagonista por la necesidad y por lo que demostró el rival jugando en Uruguay.