Por Diego Domínguez
Nacional ha tenido una receta clara para llegar al gol en los seis partidos que lleva jugados en el Torneo Apertura y es a través de sus dos centrodelanteros. Cuando no es Juan Ignacio Ramírez, el que aparece en los segundos tiempos es Emmanuel Gigliotti. Entre ambos anotaron más de la mitad de los goles del equipo en el arranque de la temporada, aunque todos fueron en el Gran Parque Central.

En sus visitas, el tricolor encontró todos los caminos para convertir, pero todavía no ha podido ganar. Con la mira puesta en la próxima, que será en Maldonado, Ovación realizó un deglose de todos los goles.

Dejar los goles para el final de cada partido es una característica que ya es marca registrada en varios equipos grandes a lo largo del mundo.

Nacional no es la excepción a la regla y si bien en este campeonato tiene bastante repartidos sus aciertos entre primer y segundo tiempo, cuando lo hace en el complemento necesariamente es después del minuto 70 de partido. El equipo de Zielinski, que por ahora ha mostrado un funcionamiento irregular, acostumbra a reactivarse a falta de poco tiempo para el final, cuando por lo general la historia ya está rumbeada. Así fue que solo le alcanzó para maquillar el resultado con Plaza, en Colonia, cuando Diego Zabala marcó a los 85’, y lo mismo le sucedió ante Racing y Boston, cuando Gigliotti extendió una ventaja que ya estaba escrita.

LOS IMPORTANTES. La aparición de Gastón Pereiro en el minuto 70 para clavar el 2-2 definitivo contra Cerro fue clave para que Nacional no pisara en falso en su quinta presentación por el Apertura. También tuvo vital importancia el primer gol que hizo Daniel Bocanegra con la camiseta del club el pasado domingo. El colombiano apareció por el segundo palo y conectó de primera un centro de Cámilo Cándido cuando el resultado marcaba 1-1 a los 74’ de juego. Su gol marcó un quiebre en el resultado e impulsó a Nacional, que terminó venciendo a su rival 3-1.

De los 11 goles que tiene Nacional en las seis fechas que se llevan jugadas del Apertura, sus dos principales centrodelanteros fueron responsables de más de la mitad (54,5%) de ellos. Juan Ignacio Ramírez, dueño de la camiseta número 11, le ganó la pulseada a su compañero Emmanuel Gigliotti y se quedó con la titularidad, que por el momento justifica con tres goles en seis partidos, que se reparten en 351 minutos. El argentino, pese a haber estado menos tiempo en cancha (322’), consiguió la misma cantidad y al igual que su compañero convirtió solo en el Gran Parque Central y las veces en que ganó su equipo.

Mientras que Ramírez le hizo goles a Racing (2) y a Boston River (1) en la cuarta y sexta fecha, Gigliotti hizo lo suyo frente a Liverpool (1) en el debut, en la cuarta fecha ante Racing (1) y repitió el pasado domingo contra Boston (1).

LOS PENALES. Además de ser los máximos exponentes del gol en el plantel, también son los encargados de ejecutar los tiros desde el punto de penal, dependiendo de cuál de los dos esté en cancha. En la primera fecha el encargado de patear fue Gigliotti, que no decepcionó. Idéntico fue el caso cuando le tocó patear a Ramírez, primero contra Racing y luego al enfrentarse a Plaza, ya que en ambas ocasiones convirtió y el argentino no estaba jugando.

Foto: Juan Manuel Ramos.

Una de las fórmulas más claras que tiene Nacional para encontrar los goles en el arranque de este semestre es la misma que luego sufre su defensa cuando la atacan: la pelota parada.

Con centros cruzados, el equipo de Ricardo Zielinski encontró la llave del gol en al menos tres de los seis partidos que lleva jugados en el campeonato (Plaza Colonia, Cerro y Boston River).

La otra estrategia que le dio resultado al tricolor, que sigue en pleno proceso de reeconstrucción después de la salida de 13 jugadores en 2022, es la entrada con pelota dominada al área rival, a tal punto de que ya tuvo tres penales a su favor y anotó cuatro veces entrando con pelota dominada en los últimos metros.

EL DEGLOSE. De los 11 goles que suma Nacional, 10 fueron adentro del área rival mientras que hubo uno solo (el de Alfonso Trezza contra Cerro) que sucedió después de que un jugador probara pegarle desde afuera, algo que continúa siendo un debe en el equipo.

Tres de esos 10 corresponden a penales, otros tres a pelotas paradas y cuatro fueron en movimiento.