Entrevista

La historia de Claudio Spinelli, el delantero de Deportivo Maldonado que escapó a pie de la guerra en Ucrania

El jugador de 25 años debutó en la primera fecha en la victoria frente a Plaza Colonia y tiene una historia de película.

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Foto: NATALIA MARX

por Mariana Malek

Entre las incorporaciones deDeportivo Maldonadopara la temporada 2023, destaca la contratación del argentino Claudio Paul Spinelli (25). Un jugador con experiencia en el fútbol argentino y roce europeo en Eslovenia y Ucrania, país del que tuvo que salir a causa de la guerra.

Sus nombres no dejan muchas dudas, son en homenaje a Claudio Paul Caniggia -aunque su padre también se llama Claudio-. Sin embargo Spinelli es fanático de Gabriel Batistuta.

El delantero debutó con victoria ante Plaza Colonia y espera con ilusión el próximo encuentro, así como el debut en Copa Libertadores. Sobre eso y más, el futbolista conversó con Ovación.

- ¿Cómo viviste el debut en el fútbol uruguayo?
-La verdad es que estoy muy contento por tener la oportunidad de jugar acá en Maldonado. El otro día las cosas salieron bien, como las planeamos, quizás no en el segundo tiempo que nos complicaron mucho en una cancha difícil y donde nos ahogaron, pero supimos mantener el resultado y empezamos bien el torneo.

-¿Qué es lo que te llevó a elegir Uruguay y Deportivo Maldonado en particular?
-Lo que me llevó a elegir esto fue la llamada de Fabi (Coito) que fue lo más importante; tenía ofertas para irme a otros lados del exterior o quedarme en Argentina. Me gustó el proyecto, la idea y el logro del plantel que salieron terceros y entraron en la Libertadores, eso me cerró. También trabajar con un cuerpo técnico que es bastante formador y yo estoy en una etapa de aprendizaje y de demostrar todo lo que aprendí en la corta carrera que llevo.

Claudio Paul Spinelli en Deportivo Maldonado
Claudio Paul Spinelli en Deportivo Maldonado
Foto: NATALIA MARX

-¿Cómo estás adaptándote al equipo?
- La verdad es que los chicos me hacen sentir bien, como en mi casa. Los argentinos y uruguayos somos muy parecidos, en las costumbres y todo, entonces no me costó tanto venirme.

-Volviste a Argentina por la Guerra de Ucrania, ¿Cómo fue el regreso?
-El año pasado fue un año muy difícil. Porque llegué a Lanús a mitad de campeonato, en marzo. Si bien al fútbol argentino lo conozco, tuve un período difícil de readaptación con un torneo empezado y un plantel formado; pero Lanús me abrió las puertas para seguir trabajando. También me ayudó Claudio Tapia, cuando en un momento estaban todos cerrados los libros de pases y se hizo una excepción. También nos tocó una mala racha con el plantel porque en los dos torneos salimos últimos y no fue un gran año en lo colectivo ni tampoco en lo individual. Fue de a aprendizaje. Hay que seguir para adelante, son rachas.

-Tuviste una salida complicada de Ucrania, con tu esposa en viaje: ¿cómo lo viviste?
-Sí, lo mejor de todo fue que mi mujer no llegó a entrar a Ucrania, porque si no iba a ser un lío muy grande, porque ella iba a entrar Kiev donde estaba todo el problema. Yo estaba más alejado, pero menos mal que no entró y me esperó en París donde hizo escala. Fue algo horrible, indeseable, como vivir una película porque realmente todo lo que viví lo vi en las películas, desde de un tren hasta ver aviones de guerra, gente recontrasustada, un caos. La verdad es que estuve con un compañero, que estábamos saliendo ahí de la frontera y gracias a Dios pudimos salir. Yo fui rezando todo este trayecto que fueron tres días hasta salir y gracias a Dios apareció una polaca que era una rescatista y nos pudo sacar de ahí, sino iba a terminar durmiendo en la calle, que de hecho lo hice, pero fueron pocas horas, y no pasé la noche, que era invierno. Fue muy feo.

-¿Cómo fue el momento de tomar la decisión e irse?
-Me dijeron que no agarre nada, traté de llevarme algunas cosas y dejé otras en el club, que siguen ahí. Más que agarrar las cosas era el susto y tener que reaccionar porque no había nadie quien te pudiera ayudar más que vos. Fue una experiencia que tuve que luchar conmigo mismo porque no había nadie que me ayude, era solo yo y, bueno, pedirle a Dios que me dé la fuerza para atravesar el momento como lo hicieron un montón de personas que tuvieron que hacer lo mismo, porque era reaccionar o te quedabas ahí y que te pueda caer una bomba o un misil en cualquier momento. Me fui encontrando con gente en el camino que me dio herramientas para poder salir, fue una experiencia importante.

-¿Buscaste apoyo para salir adelante después de la experiencia?
-Sí, tuve oportunidad de estar con una terapeuta, pero muy poco. La verdad que el amor de mi mujer y mi familia fue lo que más me ayudó a salir adelante. También me refugié en Dios. Pero principalmente fue el amor de la gente, familiar y amigos lo que me ayudó. Cuando llegué a Argentina todo era una fiesta, como volver a nacer.

-¿Cuáles son tus planes a futuro?
-Los objetivos son estar acá en Deportivo Maldonado, ir paso a paso, ya pensando en el partido del sábado. Quiero hacer mi primer gol, más que nada para retribuirle la confianza a mis compañeros e ir mejorando día a día. Después vendrá el otro partido y la Copa Libertadores. Febrero es un mes importante.

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