Por Sofía Berardi
Cuando los equipos están muy parejos hay ciertos elementos fuera de los 90 minutos que hacen la diferencia. No alcanza con entrenar doble horario, tener una dieta balanceada o el amor por el fútbol. A veces las victorias están en los detalles imperceptibles, que bajo un estricto estudio y análisis, pueden definir un partido. El videoanálisis trata de eso, de un trabajo de laboratorio.
Anticipar al máximo para reducir el margen de error. Mirar tres o cuatro partidos previos del rival, captar fortalezas, debilidades y posibles fallas. Se utiliza para medir el desempeño individual y colectivo, así como el desarrollo a largo plazo de los futbolistas. El videoanalista no es el que graba los partidos, guarda la cámara y se va a su casa. Eso es una pequeña parte del estudio de patrones. Pese a que no se habla mucho de ella, no es una práctica nueva, hace décadas que existe. Basta con recordar los VHS que Carlos Bilardo hacía ver a su plantel en 1986 o que el propio Marcelo Bielsa, que siendo entrenador de Argentina llevó consigo 7000 videos para disputar el Mundial de Corea y Japón 2002. En la élite de Europa (en la no tan también) no se duda a la hora de tener este departamento, pero en Uruguay parece estar cobrando importancia desde hace pocos años, ya sea por economía o desconocimiento.
“Intentás ver qué mecanismos utiliza el rival para atacar y defender, patrones de salida, de transiciones, características individuales de los jugadores que te puedan dar pistas para plantear el partido y qué jugadores utilizar”, explica Augusto Pons, hoy videoanalista de Montevideo City Torque.
Empezó en el 2016 en la Primera de Nacional. “No sabría decir si en ese momento se le daba la importancia necesaria pero sí que Nacional fue el pionero en el videoanálisis. Si no mal recuerdo en este momento éramos el único equipo que tenía en Uruguay”, asegura Pons.
El rol del videoanalista es variado, depende mucho de la institución y de las demandas de la dirección deportiva. También va de la mano con los recursos de personal, equipamiento, infraestructura. Entre los estudios que permite está el análisis del equipo propio, de entrenamiento, el seguimiento y desarrollo individual de los jugadores y correcciones para el cuerpo técnico. Permite conocer ciertos patrones de juego, cruzar datos y, sobre todo, en la era de la sobreinformación, poder condensarlos para presentarlos en las charlas.
El videoanalista no es autónomo, trabaja bajo la idea del cuerpo técnico y los objetivos del club. En este sentido, Sebastián Rivero, que tiene este rol en Defensor Sporting desde haces dos años, explica cómo lo encara el equipo violeta. “Con los jugadores se sigue una línea de trabajo de Primera a juveniles, con una metodología basada en nuestro modelo de juego, que es la que tenemos que desarrollar en cuanto a formación de jugadores e identidad de juego, la misma que el club trata de desarrollar”. Rivero, que también es entrenador, trabaja solo, pero a nivel de juveniles se acompaña de dos analistas más y entre todos conforman un departamento de análisis que se rige bajo una metodología definida. Su rol es dar apoyo al cuerpo técnico en cuanto a las decisiones que se toman para mejorar desde lo táctico y el funcionamiento del equipo hasta el desarrollo personal de cada jugador.
“Trabajamos individualmente con los jugadores para identificar ciertas debilidades y fortalezas que puedan llevarlo a tener un mejor rendimiento. Para eso se intenta seguir su proceso formativo dentro del club hasta que llegue al primer equipo y a partir de ahí las exigencias son mayores”, expresa quien antes de Defensor desempeñó este rol durante cinco años en Boston River.
Estéfano Zammarelli es analista en Nacional, trabajo que comparte con Robert Rodríguez en el primer equipo. “Ves muchas cosas en los videos y no vas a mostrarle todo al jugador. Nuestra labor es identificar lo más peligroso del modelo de juego del rival, alertar acciones y ver cómo enfrentarlas”, explica sobre su rol. Lleva años en esto y estudiar ingeniería lo llevó a desarrollar un software para un proyecto final que congeniara datos con deporte. Y como si lo hubiese soñado, un día se subió al barco del maestro Tabárez, pero allá por el 2006, en el inicio del proceso. En 2018 pasó a trabajar en Libertad de Paraguay, estuvo en Vietnam, hasta que en 2020 llegó al tricolor al mando de Jorge Giordano.
Nuestro trabajo es identificar lo más peligroso del modelo de juego del rival y volcar la información para que el jugador resuelva.
Consultado acerca de qué tanto incide esta herramienta a la hora de jugar, Zammarelli responde: “Es difícil decir cuánto influye, pero lo hace. Te lo dicen los jugadores, no es lo mismo saber que te vas a enfrentar a un número nueve que es rápido o a uno que es lento y maneja las dos piernas”.
El videoanálisis también se puede mezclar con los GPS que utilizan los futbolistas. Si bien estos están orientados a la preparación física individual y la gestión de carga de los entrenamientos, se pueden cruzar datos. “Por poner un ejemplo, si identificamos que un jugador tuvo un recorrido de tantos kilómetros en un partido, a través de ese dato, tratamos de identificar si la cantidad fue correcta, si fue en desplazamiento más ofensivos, en defensivos, si fue a través de errores cometidos o de virtudes del equipo”, puntualiza Sebastián Rivero, y explica: “Trabajamos mucho con los profes porque hay cosas que se reflejan en los videos. Si un jugador que tuvo unos niveles bajos para la media en el chaleco GPS, nos enfocarnos en él, en ver cuáles fueron las acciones que lo complicaron y cuáles pudieron ser mejores para mejorar el rendimiento”.
Planificación semanal: pre y post rival
El equipo de trabajo se ubica en cabinas con altura y durante el partido se envían imágenes al banco para dar otra visión que la que tiene el DT a nivel de cancha, así como descienden en el entretiempo para dar perspectiva. En la semana se hacen revisiones de entrenamientos para ver si los objetivos se cumplen.
“La información tiene que estar lo más rápido posible a disponibilidad del cuerpo técnico, de la forma que quieren recibirlo”, acota Pons acerca del calendario de trabajo.
Deben recibir el informe del rival el día posterior al partido y el informe propio a la mañana siguiente. En la semana se desarrollan otro tipo actividades, relacionadas al entrenamiento y el próximo rival. Es ir una semana adelantando.
Estéfano Zammarelli remarca tres características que debe tener un videoanalista: ser entrenador de fútbol, tener habilidades de comunicación para poder condensar la información y, aunque parece algo obvio pero no siempre está presente, lograr un buen relacionamiento humano.
¿Se puede prescindir de este rol? “A nivel profesional no”, dice con seguridad el analista albo, y sentencia: “Es como no tener profe o entrenador de arqueros, es un rol instaurado en los cuerpos técnicos. No me imagino estar un paso atrás y dar ventaja en esto a la hora de competir”.
Las aplicaciones utilizadas por la selección y algunos clubes
Para este trabajo se utilizan aplicaciones donde se almacenan partidos y se pueden cruzar datos. Pons, por ejemplo, utiliza PowerBI. “A eso le sumás apps que te permiten hacer cortes del partido, agruparlos, sacar características de las situaciones y presentarlos de una forma visualmente y didácticamente mejor para que le llegue al jugador de una manera limpia y clara”.
Por su parte, Rivero trabaja con AZsportech, una plataforma que le da acceso a los partidos de Primera y que ofrece informes preestablecidos. Este es un proveedor de Uruguay, fue utilizado mucho tiempo en la selección. A su vez, el analista violeta trabaja con Nacsport, una plataforma más genérica y avanzada, y con otros proveedores de datos como Wyscout o InStat.
AZsportech y Wyscout también son utilizadas por Nacional, en Primera y juveniles, a las que le suma Angles, app que monitorea en vivo durante los partidos. A partir de ella se le da información en tiempo real al cuerpo técnico que se ubica en el banco de suplentes.
También está Driblab, que fue la que utilizó la selección uruguaya en el Mundial de Qatar 2022. El coordinador del área de video análisis de la AUF, Andrés Paysee, explicó en la previa a la Copa del Mundo, a través de una entrevista de AUF, que el videoanálisis “complementa la visualización de video. Permite un respaldo de datos y patrones que se identifican por medio de la imagen. Antes de los partidos te pueden confirmar o despertar conclusiones”, y añadió que también se utiliza para “detectar jugadores y patrones de la estadística de los rivales, procesar y ordenar la información para poder interpretarla y brindarle al cuerpo técnicos los datos conclusiones de juego, complementando datos e imágenes”.